Jimin empezó a hablar de cosas que realmente no le importaban. Y no estaba de humor como para escucharlo. Sentia la mirada de su amigo perforarle el cuerpo, pero taehyung se limitaba a no apartarla del camino. No dejo de hablar hasta que llegaron al patio trasero de la escuela, y Jimin termino su conferencia con un "tienes que estar seguro antes de preguntarle" o algo así. No lo estaba escuchando. Su mente últimamente estaba en otro lugar.
Un lugar al lado de Jeon Jungkook.
No había forma de que pudiera hablar con él. Tenía miedo y probablemente no dejaría de sonrojarse y tartamudear. Estaba seguro de que ni siquiera podría sostener su mirada en el. Tal vez Jungkook empezaría con algunas bromas, o le diría que se durmió en las primeras clases por lo aburridas que eran, después taehyung reiría y no podría evitar echar un vistazo a sus labios, rojizos y gruesos, suaves y brillantes. Se aclararía la garganta y se disculparía. Después de eso no sabría que hacer con exactitud.
Jimin había empezado a leer un libro, y taehyung no paraba de morderse las uñas, estaba seguro de que su amigo quería volver a hablarle. Pero ya no importaba, Jungkook estaba ahí, frente suyo.
Ni siquiera le dio tiempo de decir algo, o de limpiarse los dedos llenos de saliva. Jungkook lo había agarrado de la muñeca bajo la atenta mirada de Jimin sobre ambos.
–¿qué pasa? ¿que te pasa?– pregunta taehyung, realmente desconcertado. Mientras que Jungkook continúa arrastrándolo.
—quería hablar contigo.— murmura, cogiendo su mano.— pensé que tú también querías.
–sí quería, sí quiero.—Jungkook se pone delante suyo, con una sonrisa en el rostro. Taehyung nota que sus ojos también sonríen.— ¿podrías soltarme la mano? ahora mismo está sudado como nunca.
—creo que mi mano es la que suda.— dice, y taehyung hace el esfuerzo para soltarlo, pero Jungkook se apresura a entrelazar sus dedos.
Esa tarde Taehyung pensó que Jungkook probablemente nunca se daría cuenta de lo fácil que es para él tener temblando su delicado corazoncito.