—¿pasó algo? —pregunta Namjoon, después de un rato de escuchar sus risas, tiene sujetando el control remoto con su mano derecha, mira Jungkook sentado a su lado, con las mejillas sonrojadas y la luz de su teléfono iluminándole el rostro—. Voy a vomitar sobre ti, ¿por qué estás tan sonriente?
—¿de que hablas? Estoy normal.
—estás sonrojado, y sonriendo mucho. No te voy a mentir pero, estoy comenzando a pensar en que probablemente...
—cállate.
—podrías disimular un poco.
Y Cuando Namjoon logra ver el nombre del chat con el que su mejor amigo no ha parado de hablar desde que llego, casi se atraganta con su propia saliva.
—mierda, Jungkook, ¿quien es osito tete? —Pregunta Namjoon, mientras escucha su risa y el sonido de sus dedos presionando el teclado—. ¿Y por qué le pones más atención a él que a mi?
—es Taehyung... ¿podrías, guardar silencio un rato? me esta diciendo algo importante.
—¿qué?
—preguntaste quien es osito tete, es Taehyung.
—¿como?
—Taehyung.
Ambos se quedan callados.
—quiero decir, ¿por qué le pondrías ese nombre a Taehyung? ¿Acaso se están coqueteando? ¿Por eso estás sonrojado?—. Le pregunta, parándose del sillón, el pelinegro lo mira mal.
—Supongo que llevamos coqueteando mucho tiempo.
—¿están saliendo? ¿Ustedes dos están saliendo? —Namjoon tiene el impulso de llenarlo con preguntas, pero se calla al sentir un cojín estamparse contra su cara—. Siempre supe que eras gay, muy gay... mucho.
—de acuerdo, ¿felicidades? Lo supiste antes que yo.
—cualquiera, Jungkook. Literalmente cualquiera lo supo antes que tú.
—¿ya terminaste? —pregunta, mientras escribe—. Taehyung quiere marcarme.
—claro, habla con tu osito tete... pero cuando termines tendrás que explicarme todo, Jeon.
Jungkook se queda con la palabra en la boca, porque el tono de una llamada entrante lo interrumpe, contesta bajo la atenta mirada de su amigo. Namjoon puede distinguir de sus labios un "jodete" antes de que comience a hablar.
No se da cuenta de que esta sonriendo junto a él, está seguro que puede escuchar la risa de Taehyung por el altavoz del teléfono.
—los dejó solos, iré a la cocina —dice en un susurro, Jungkook solo atina a asentir, antes de recostarse en el sillón, con la sonrisa más más vergonzosamente linda que alguna vez le ha visto.
