Capítulo 7

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Simplemente NO.

No me gusta para nada ver a Wolfram con alguien más, no puedo soportarlo. Pensé que estaba bien al decirle que rompiéramos el compromiso, que aceptara la propuesta de Darel, después de todo siempre he querido que sea mi amigo, pero ahora veo que me estaba engañando al tan sólo pensarlo.

Al final no hago nada aparte de quedarme en mi lugar mirando impotente lo bien que se ven juntos, lo mucho que demuestran los ojos del mayor al estar frente a quien ama. Me hubiese gustado mucho antes darme cuenta de todo lo que ese principito caprichoso me hace sentir. 

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Aquella tarde el gobernante de Shin Makoku no pudo hacer más que dar la vuelta y entrar a su castillo, se encontraba dolido, confuso, temeroso, tan sólo hace un momento había descubierto algo sumamente importante.

Desde entonces el Maou ha estado sumido en profundas reflexiones. Justo ahora está sentado al escritorio con los codos apoyados en él, sus manos están entrelazadas y sirven de apoyo a su mentón.

Aquellos orbes negros se han perdido entre las letras de los papeles, ni siquiera las leen sólo las observan como a una mancha borrosa. Sus pensamientos están llenos de aquel bello ángel de ojos esmeraldas y cabellos de oro.

La relación entre ambos ha cambiado drásticamente, las noches de compartir cama han desaparecido, las tardes de pláticas interminables parecen ya no existir, las mañanas ya no son despertar al lado de otro, ir a desayunar juntos, pasear, no hay nada ya. El ex príncipe pasa cada vez más tiempo con su prometido, Lord Radford ha sabido ganarlo poco a poco y es algo que Yuuri reconoce.

Hasta ahora nunca se había puesto a pensar en lo que hizo él para que Wolfram llegara a apreciarlo tanto, para que aquellas esmeraldas se perdieran cuando lo veían, para que las sonrisas de ángel fueran sólo para él. Ahora puede ver tantas cosas y eso le obliga a replicarse ¿Por qué no lo hizo a tiempo? ¿Por qué siguió encerrado en su obstinación?

Nunca creyó que algún día sus sentimientos por Lord Bielefeld cambiaran y ahora aquí está, sufriendo un amor no correspondido por culpa de lo que tantos han dicho: “Nunca sabes lo que tienes hasta que lo ves perdido” qué lástima que tuviera que llegar a eso.

Con un leve sacudimiento su mente regresa a la realidad, mueve la cabeza en negativa y se pone de pie para ir directo a la ventana. Ahí está la persona dueña de sus suspiros. Wolfram se encuentra a mitad de patio hablando con dos integrantes de su escolta, una leve sonrisa hace al Maou prestar más atención, nunca lo había visto tan encantador, tan relajado, parece estar mejor que nunca.

Verlo así le genera sentimientos encontrados, le encanta esta nueva faceta, pero a la vez le entristece saber que no es él quien la provoca, cómo le gustaría recuperar todas las oportunidades de robarle sonrojos y sonrisas involuntarias.

— he perdido tanto— susurra apoyado contra el cristal. Su historia ha dado un giro drástico, los papeles se han invertido y el Maou ya no tiene idea de qué hacer. No quiere pensar que las cosas seguirán así, que el ex príncipe terminará al lado de otra persona, pero ahora parece la opción más fiable.

El suspiro que deja escapar colorea por un momento el cristal. Suelta una leve sonrisa sin poder creer aún todo lo sucedido, no comprende en qué momento llegó a esta situación, lo más grave es que no puede hacer nada, es que de un instante a otro se ha quedado con las manos vacías… no, ahora tiene algo que nunca le hubiese gustado obtener: arrepentimiento.

El tiempo comienza a correr en Shin Makoku, la nieve llega pronto, lo cubre todo con su blanco manto y le da al reino un aspecto de paz. Todo está en calma menos el corazón de la nación.

Mi Miedo Más GrandeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora