Cap. 5

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No tomé en cuenta los que decían conti plis :P






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-¿Qué? ¿No escuchaste lo que te dije? Estoy bien por mi cuenta, y no necesito nada de ti, no importa que seas soltero, no quiero cuidar un bebé con alguien de quién apenas sé el nombre.

"Claro, porque a mí sí".

El mesero trajo nuestro pedido para llevar, junto con la terminal para pagar, no le dije nada a Anthon, mientras pagaba, pero tampoco me reprochó nada, se limitó a esperar a que la transacción terminara. Retiré mi tarjeta, el chico dió las gracias y luego de dejar el diez por ciento de propina, le hice un gesto con la cabeza a Anthon para que me siguiera.

No me dejó abrirle la puerta para salir, dio un paso más largo para empujarla por su cuenta, bien, ese acto de empoderamiento virmu me hizo gracia. Una vez fuera, continuamos hablando.

-Lo que te dije sigue en pie, sin importar que no tengas pareja, no quiero ayuda, me las he arreglado varios meses por mi cuenta. -cruzó los brazos.

-Si, porque vivir en un auto y comer comida chatarra es arreglárselas muy bien. -no me respondió solo apretó los labios, se nota que le molestó mi comentario. -Estás embarazado, no puedes ni tienes que vivir así. No es saludable y te pones en riesgo. -Suspiré. -No quiero ponerte en ese escenario ¿Pero qué pasa si alguien rompe un vidrio y entra al auto?

-Me defiendo. -Casi automático.

-¿Con esa estatura y en tu condición? -se ruborizó mientras me lanzaba una mirada de "te voy a matar" que más que intimidarme, me incitaba a seguir con mi punto. -No quieres mi ayuda, pero la necesitas.

Dio un bufido, me dió la espalda y lo pensó unos minutos.

Entiendo que se tome su tiempo, un extraño llega y te ofrece vivir en su casa, es muy sospechoso. Pero tampoco tiene opción, no puedo dejarlo solo más tiempo, es probable que esté esperando un bebé mío. De ningún modo lo dejaré vivir en un auto los próximos cinco meses.

-No tengo dinero.

-Lo sé.

-Estoy completamente solo.

-Sí.

-Y no hay nadie que me esté buscando.

-¿A dónde quieres llegar?

Finalmente regresó la vista a mí, está nervioso pero no lo quiere demostrar, solo juega con sus dedos.

-¿Cómo sé que no terminaré asesinado o en trata de personas?

Me quedé sorprendido por esa pregunta. Claro que viendo su situación, y la realidad de este mundo, nadie es de confianza. Por más desesperado que estés, no puedes confiar en nadie tan fácilmente. Y es un punto válido.

Saqué mi billetera, mi celular, y se los entregué, arqueó la ceja confundido, extendí más la mano pero él no los aceptó, o no entendió lo que trataba de hacer.

-El patrón es una M, en la lista de contactos encontrarás mi oficina, si pasa algo, quiero que llames ahí. ¿Entendido? -su expresión cambió a una de sorpresa, sin saber muy bien que hacer, solo agarró el celular. -Ahora, tengo el suficiente dinero ahí para pagar al menos esta noche en el motel más cercano, no quiero que te quedes ahí más de una noche, mañana usa mi teléfono para contratar un servicio de transporte que te lleve a un lugar mejor, también tienes acceso a mi banco virtual.

-Pero... Esto... Prácticamente me estás dando acceso a toda tu economía... No, a toda tu vida en internet... -Me reí un poco.

No soy exactamente una persona que tiene su vida entera en la nube, pero si lo indispensable. Sabía que era arriesgado, uno tendría que estar loco para darle acceso sin restricciones a un completo desconocido. Pero este desconocido y su bienestar es muy importante para mí.

Una Persona Especial (Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora