Prólogo

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Bueno chicos, no logré juntar los capitulos que deseaba para esta historia (muchas gracias temblor de 7.1 que me dejó asustada y bloqueada) pero ya había dicho que lo subiría el 28 de este mes, así que aquí está, pero no se hasta cuando será la proxima actu, digamos que este es un "pequeño adelanto" ;3

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Ya son las ocho, no puedo exceder más de tres horas extras.

Con pesar recogí todas mis cosas y las puse en mi mochila, cuando salgo de mi oficina no me sorprende para nada ser el último en salir. Pedí horas extras y aun así me quedé un rato más.

No es por el dinero, con mi salario normal es más que suficiente. Pero nunca he sido la clase de persona que le gusta pasar mucho tiempo en casa, me duele un poco dejar a mi perro mucho tiempo solo.

Es muy lamentable que un adulto de veintinueve años se quede en su casa después de haber concluido varios proyectos importantes. Normalmente soy así, pero estos días no, no ahora.

Llego a la salida del edificio y para mi mala suerte es la guardia Mandy quien tiene que recoger mi identificación. Me detesta desde que tuvimos un pequeño desliz y no le di ni los buenos días el lunes en la oficina... y que no le haya llamado después de eso. En fin, debe estar muy cansada, pues me da mi credencial rápido, a diferencia de otras jornadas de trabajo. Tampoco me dirige una mirada asesina. No le doy más importancia y me retiro.

Ya en mi auto me siento a meditar unos segundos, ¿qué me espera en casa? A parte de una tierna bienvenida de parte de mi perro y lo que sobro de mi cena de ayer. Ya va siendo un año de esa rutina.

Un año entero haciendo exactamente lo mismo.

Mi celular suena, cuando lo reviso es otro de mis amigos, no he parado de recibir llamadas toda la semana. Contesto y trato de sonar lo menos desganado posible.

-¿Qué quieres Noah?

-Solo llamaba para saber cómo te encuentras. -tiene ese cuidado con las palabras que todo los que llamaron antes que él, otros días me responde con un insulto. En forma amistosa, claro.

-Acabo de salir de un turno de doce horas, estoy cansado. -fingí restándole importancia al asunto.

-¡¿Doce horas?! -alejé el teléfono de mi oído tras eso.

-No sé porque te sorprendes, viniendo de mí no es tan raro.

-Diez horas si lo veo venir de ti, doce ya es preocupante. -rodé los ojos. -Oye... ¿seguro que no tiene nada que ver con...? Tú sabes, con Cristal. -Bufé con molestia. Hacerme el desentendido no iba a engañarlo, no sirve con nadie.

-Ha sido un día muy largo, solo me iré a casa.

-De acuerdo, pero no hagas... ninguna estupidez.

-Si, si, prometo no tirarme de un puente. -dio una leve carcajada y sé que con eso logré que se relajara. -nos vemos en el ensayo de la boda.

-muy bien, hasta entonces, pero háblame si quieres hacer algo antes de eso. -y colgó.

Cuando las personas se preocupan por mí llego a pensar que son una molestia, yo busco la manera de arreglar mis problemas, me equivoco pero trato de compensarlo. Y sin embargo justamente es hoy el día en que más quiero soledad, también el día en que las personas más me ofrecen su hombro para llorar, y que no necesito.

Puede que ella se haya ido, pero puedo seguir con mi vida, ya lo superé,







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Una Persona Especial (Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora