For her

34 4 0
                                    

Dedicado a mi mejor amiga:
Odalis Nuñez

Que irónico despedirme de ti escribiéndote, habiéndote conocido del mismo modo.

Por algo odio al tiempo porque siempre está la duda de con qué te sorprenderá a la vuelta de la esquina ese maldito necio.

Una vez me contaron que el amor viene en un pack, dos por uno; Dolor y felicidad.
Difícil elección para aquellos que lo toman.
Aquellos  como yo.
Dispuestos a darlo todo por alguien, y para aquellos como tú, que se van cuando la otra persona los tiene metidos hasta los huesos, por no nombrar al corazón.

Recuerdo cómo si fuese ayer el día que te conocí, hubo química.

No fue difícil para nosotras encajar juntas.
Ambas disfrutábamos mucho nuestras salidas a lugares que alguna vez deseamos ir por alguna razón u otra.

Y ahora te extraño, ahora me dueles, y hoy justamente me dueles más que nunca.

Me dueles porque recuerdo tu sonrisa en esa última videollamada que me hiciste un día antes de morir.
Te estabas despidiendo?...
Porque de ser así creo que nos faltó tiempo, nos sobraron las palabras pero en serio, nos faltó tiempo.

Tiempo para poder observarte mejor, te juro que lo hubiera hecho de haber sabido que esa iba a ser la última  vez que te vería  y supongo que eso es lo malo de las despedidas cuando te agarran desprevenida, te quedas pensando que pudiste haberlo hecho mejor, que pudiste mirarle más a esa persona, pudiste expresarle cuánto le llegaste a querer pero no lo hiciste.

Y eso es lo que más me duele, no te dije que te quería ese día.
Honestamente te lo dije muy pocas veces.
No suelo decir palabras afectivas muy a menudo pero tú al menos lo lograste.

Te extraño!

Y me siento tan culpable y avergonzada contigo ahora.
Aunque no me estés viendo físicamente pero puedo imaginarme la cara que pondrías al enterarte que no asistí a tu funeral.
Me escuece el alma.
  Simplemente no pude.

Salí de mi casa dispuesta a llegar a ese entierro pero en serio, no pude.

Yo no quería verte en un ataúd.
Preferí recordarte por la mujer alegre y extrovertida que eras.

Sé que si se hubiese tratado de mi hubieras ido.

Siempre fuimos tan distintas a pesar de la enorme química que existía entre nosotras, que de hecho... aún existe.

Y esa es una de nuestras diferencias; tú en mi lugar hubieras asistido  aunque te doliera, y yo pues... yo me hubiese derrumbado ahí delante de todos y sabes muy bien que siempre he odiado eso, y encima de odiar eso, odio que eso gane ante ciertas cosas que a mi en realidad me importan más.
Tú, por ejemplo.

Extraño que hagas chistes malos como los que solías hacer (no tenías buen sentido del humor), extraño que me hables de todos los chicos de los que te enamoraste y del último idiota con el que estuviste  liada (vaya que sí le querías!).

Recuerdo que un día hablamos de lo que deseabas para cuando este día llegase.

Dijiste que lo único que te preocupaba era tu hijo menor ya que nunca se había separado de ti y estabas segura de que nadie lo trataría ni lo  cuidaría como tú lo hiciste.

Que valiente de tu parte pensar en él incluso antes de poder llegar a pensar en cuan dolorosa podría llegar a ser la muerte o simplemente ponerte a pensar en la forma en que morirías.
Te admiro!

Espero que esos cuarenta y  tantos años  te hayan sido suficientes para vivir tu vida al máximo.

Te extraño ahora y sé a ciencia cierta que siempre lo voy hacer porque eso es lo que dejan las personas como tú en personas tan vulnerables como yo.
Recuerdos bonitos, cariño, gratitud y sobre todo un cambio.
Porque sí, me cambiaste la vida de una forma que ni siquiera puedes imaginar , y no, no lo hiciste con tu partida.
Eso ocurrió antes.
Cuando empezaste a preocuparte por mi como si fueses mi mamá, cuando cocinabas mi comida favorita (pastas), que también era tu comida favorita y me invitabas a comer, cuando diste la cara por mi y me subiste los ánimos en más de una ocasión.
Cuando me dijiste: "Eres la mejor, estoy orgullosa de ti" un par de minutos antes de mi graduación.

Te extraño tanto que vagas por mi mente hasta en los cafés que me tomo cada día.
Amabas el café.
Otro gusto que compartíamos.

Y sabes?...
Esa foto en la que ambas usamos los vestidos esos de rayas, esa foto me hará mucho daño pero a la vez me hará recordarte de la forma más bonita que podré hacerlo.
Que día ese!

Sé que donde quiera que estés debes de estar sonrojada.

Siempre recordaré ese par de ojos cafés, tan claros que en lugar de café parecían  agua de azúcar.

Siempre recordaré tu color de piel, eras tan blanca, tan rosada a la vez, siempre te veías adorable.

Pero sobre todo,  creo que siempre recordaré tu voz, esas canciones que solías vociferar a todo pulmón, esas palabras groseras que salían de tus labios involuntariamente cuando algo te estaba saliendo mal.

Y encima de todo eso, sé que voy a extrañarte mucho a ti, tu personalidad , tu esencia.

Pero...

Solo recuerda: Te quise, te quiero y siempre te querré mejor amiga.

Para ti que ya no estás!

COLAPSARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora