Capítulo III

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Hoseok POV.-

Apenas alcancé la calle, el frío aire de la noche golpeó mi rostro ayudándome a relajar mi cuerpo entero, mi lobo aullaba y se retorcía de dolor, pero yo lo ignoraba, era un tonto, lo había dejado convencerme de que Taehyung era mi omega predestinado... Aún sabiendo que era una mentira, que era una cruel broma... Había decidido creerle, porque sí, yo había decidido creer que las parejas predestinadas aún podían ser parte de éste sucio, retorcido y cruel mundo en el que me había tocado vivir, aspiré un poco de aire nocturno y sonreí cuando ese aroma a vainilla llegó a mi nariz.

- Seulgi -dije sonriendo -es mejor que vuelvas adentro, es peligroso y no pienso regresar, al menos por ésta noche.

- Vamos Jung -ella resopló molesta por mi comentario -no soy una omega débil y delicadas que debes proteger, hablas como si yo no hubiera salvado tu trasero en más de una ocasión.

- Es cierto -tomé su mano y la encontré cálida y suave a mi tacto -eres mi heroína -bromeé.

- Entonces déjame cuidar de ti ésta noche -pidió sonriendo -no quiero que pases ésta noche sólo, pensando e imaginando no sé qué estupideces por culpa de ese omega que justo ahora me gustaría degollar.

- No es su culpa -me encogí de hombros comenzando a caminar con ella, nuestras manos aún íntimamente unidas -digo, no es como que sea su obligación corresponderme.

- No es la obligación de nadie corresponder los sentimientos de algún otro -comentó haciendo una clara alución a que no debía sentirme forzado a corresponder los sentimientos que ella me había confesado hace ya tanto tiempo -pero no es como si él no hubiera dado ciertas señales ¿sabes?

- Sólo era su celo, el tonto fui yo por malinterpretar todo -defendí.

- Ay Hoseoki -negó señalando un edificio que parecía abandonado -a pesar de que acaba de confesarle sus sentimientos a alguien que acabas de traer ¿sigues alimentando la esperanza?

- No alimento nada -bufé -es simplemente que entiendo su posición, es libre de amar a quién quiera, él simplemente no pensaba con claridad por su celo y yo malinterpreté todo, no hay culpa en él.

- Igual quiero degollarlo -se encogió de hombros -es un tonto.

Chasqueé la lengua, mi lobo gruñendo molesto por escuchar a Seulgi hablar así de Taehyung, aunque muy en el fondo yo estaba de acuerdo... Taehyung era un tonto.

Entramos al edificio y de manera lenta y cuidadosa revisamos el mismo para evitar alguna sorpresa desagradable con los agentes de la FFO, una vez comprobamos que no había nadie mi acompañante escogió el departamento del último piso, un penthouse con una hermosa terraza que tenía la mejor vista de Seúl que jamás haya visto.

- Vaya que te gusta andar con el perfil bajo -me burlé.

- Es bueno que a veces nos mimemos un poco, para no olvidar que somo humanos, para no dejar que el fuego de la esperanza en días mejores se apagué, para disfrutar un poco de la vida -se encogió de hombros caminando hacia la terraza.

- Vaya, quién eres y que has hecho con mi amiga -me burlé nuevamente y ella simplemente golpeó mi brazo con suavidad.

Ambos nos apoyamos en la baranda y paseamos la vista por la ciudad, los edificios que antes estaban completamente iluminados y llenos de vida ahora estaban oscuros, como montañas que se alzaban y perfilaban a la luz de la luna, las calles y avenidas que antes rezumaban ruido y movimiento ahora parecían un silencioso río que serpenteaba por toda la ciudad y aún así, la vista era hermosa, el cielo estrellado se fundía con la tierra que sangraba por todo el dolor que sentía, las estrellas titilaban y llenaban el ambiente de soledad, la luna orgullosa iluminaba cuanto podía con su luz prestada y jugaba a esparcir esperanza, escuchando lamentos, atendiendo deseos, luchando por sus hijos y uniendo parejas ¿no estaba cansada acaso? ¿su cuerpo no dolía? ¿su alma no lloraba por vernos masacrados de esta cruel manera? yo con seguridad estaba cansado, cada día perdía más las esperanzas... De absolutamente todo, demasiadas injusticias había visto y la luna no había hecho nada por evitarlas, nuestra madre nos había abandonado y dolía, había notado que eran cada vez menos los minutos del día que pasaba mirando el cielo con añoranza, cada vez buscaba más la seguridad de un lugar en el que recluirme... Mi alma estaba muriendo y dolía.

UNSTOPPABLE HopeV OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora