Capítulo 1. Una Chica Acosadora.

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Un ruido empezó a molestar, lo más seguro es que fuera la alarma, molesta como siempre, desperté, voltee hacia mi izquierda donde estaba mi buró, entonces vi que eran las cuatro de la tarde, no podía haber sido la alarma la que me había despertado, entonces recordé que había tomado una siesta por la tarde, nada raro para mí, después vi que era mi teléfono el que me había despertado, lo tomé y vi que tenía cuatro llamadas perdidas de mi hermano, Mikey, después de que reaccioné de lo idiota que te quedas después de despertar le regresé la llamada a Mikey.

-¿Mikey?

-¡Gerard! ¿En donde diablos estabas metido? ¿Porque no me contestabas eh?

-Oye oye, tranquilo Mikey, solo estaba dormido, mas bien esa pregunta te la debería de hacer yo a ti ¿En donde estas?

-Ah cierto, sobre eso, me encontré a los chicos cerca de la plaza, están Frank, Ray y Bob, nos invitaron a la plaza un rato ¿Vienes?

-Ah... Sí, en un rato voy, oye ¿Esta ahí Frank?

-Sí, aquí esta, también Ray y Bob ¿Porqué?

-No no, nada.

-Esta bien, adiós.

-Adiós, enseguida voy.

Corté la llamada.

Me levanté de la cama y fui a cambiarme, ya tenía puesto un pantalón, solo me puse una playera de mi banda favorita, The Misfits, salí de mi cuarto, bajé las escaleras, tomé las llaves de mi auto y me dirigí al garaje. Encendí mi auto y manejé hacia la plaza. El camino no era muy largo, me llevó menos de diez minutos llegar.

Cuando llegué aparqué mi auto y entré a la Plaza buscando a los chicos, pero entre más caminaba parecía como si ellos se estuvieran escondiendo de mí.

Llevaba ahí menos de cinco minutos, pero esos menos de cinco minutos fueron los suficientes para estar completamente desesperado.

Para distraerme un poco entré a una cafetería y compré lo único que podía relajarme a la perfección, un café. Espumoso y calientito, perfecto como siempre. Cuando salí de la cafetería me senté en una de las bancas, en algún momento ellos tenían que pasar por ahí para salir de la Plaza, en algún momento.

Mientras estaba sentado tomando mi café observaba a la gente que pasaba, no era nada interesante pero era lo único que me quedaba por hacer ahí solo.

Pude notar que una chica se estaba dirigiendo hacia mi, pero en realidad no me importó, lo más seguro es que iba a sentarse en la banca. Pues solo yo estaba ahí sentado como idiota.

La chica caminó hasta estar enfrente de mí y ahí se detuvo. No decía una sola palabra, solo me miraba de pies a cabeza. Eso me estaba incomodando, no era nada común que alguien llegue, se pare enfrente de ti y solo te observe. La chica era muy linda, ella vestía una falda roja a cuadros, unos zapatos y un suéter de color negro.

Mantuve la mirada fija en mi café, tratando de simular que no la veía.

-Hola- dijo la chica sentándose a mi lado.

-¿Hola?- respondí en tono de pregunta.

-¿Como estás?- acercándose cada vez más a mí.

Nunca me gustó hablar con extraños, no porque mi madre me lo prohibiera, si no porque... son extraños, y nunca sabes que intenciones tengan.

-Ah... no te conozco pero, bien- hice una pausa -¿y tu?- me aleje disimulada pero drásticamente de ella.

-Bien, oye oye tranquilo no te alejes, pensaste que no lo notaría pero logré notarlo, tranquilo, solo quiero conocerte- entre risas - me llamo Lindsey, y tu ¿Cómo te llamas?

Demolitiva Obsesión. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora