Capítulo 14. Atrapados.

106 6 1
                                    

-¿Gee? por favor despierta, Gee, vamos...- pude escuchar que alguien susurraba.

Mi cabeza estaba apunto de explotar, a pesar del inmenso mareo que tenía abrí los ojos. Pude ver a Christ enfrente de mí, el estaba atado a una silla.

Yo sólo tenía las manos amarradas junto con mi cuerpo con un lazo con fuertes nudos.

-¿Christ...- dije con un poco de dificultad.

-¡Gerard!- me interrumpió -¡¿Qué haces aquí?!

-Yo ah... no lo sé.

-¡No es posible!- suspiró.

-Yo vine a hacer algo aquí, vine para algo ¿para que era?- no podía recordar que carajos hacía ahí encerrado.

-¿Qué?- abrió los ojos al tope -¿viniste tú por tu cuenta? ¿no te trajeron ellos? ¿no te secuestraron a ti también? ¡¿como supiste que estaba aquí?!

-¡Christ!- le grité desesperado.

Comencé a llorar. Al hacerme tantas preguntas me hizo recordar parte de lo que había pasado antes de llegar ahí.

-Gee... yo... perdón, perdoname ¿qué... qué pasa?

-¡¿Qué pasa?! ¡¿Acaso no puedes darte cuenta aún Christ?!

-Yo...

-Perdón- lo interrumpí, suspiré y continué: -yo era la recompensa.

-¿De qué hablas?

-Esos chicos me llamaron, para poderte dejar libre yo tenía que... pasar un rato con Bert, un amigo mio.

-Pero tu...

-Escuchame- volví a interrumpirlo, el asintió -ellos fueron a recogerme al centro de New York, debido a su crueldad le dispararon a mi madre en el brazo, mi tía la llevó al hospital, entonces yo me fui con ellos, y ahora no sé donde carajos estoy- más lágrimas comenzaron a rodar por mi mejilla -por todo el camino ellos se portaron muy amables conmigo, o bueno; eso recuerdo, pero no sé qué pasó ni cómo terminé aquí.

-Ellos te trajeron cargando, me dijeron que estabas durmiendo. Llevo toda la noche intentado despertarte, bueno, más bien sólo puedo hablarte, no puedo moverme de aquí. Me di cuenta que no dormías, si no que estabas desmayado o inconsciente.

-¿Por cuánto tiempo?

-No lo sé, aproximadamente dos horas.

-Como sea, tenemos que salir de aquí.

-Oh si, buen plan, vale, yo te sigo- dijo sarcásticamente -¡¿cómo carajos vamos a salir de aquí?! ¡¿acaso crees que no lo he intentado?! ni siquiera puedo desamarrarme- hizo un puchero.

Reí amargamente por su sarcasmo.

-Bien, ah... primero hay que intentar quitarnos todo esto ¿de acuerdo?

-Sí, intentalo tú, mis brazos están demasiado cansados de intentarlo, llevo cerca de tres días encerrado aquí.

-Bien.

Los intentos de desatarme eran inútiles, lo único que provoqué fue que mis brazos se irritaran, aunque en realidad ni siquiera podía moverme.

-Gerard ¿porqué decidiste venir con ellos?- Christ rompió el hielo.

-Yo soy la recompensa, quiero que tú estés a salvo, no me importa si tengo que ser su esclavo por el resto de mi vida, yo vine sólo con un propósito; salvarte.

Al oír esas palabras los ojos de Christ se cristalizaron.

-Pero... Gerard, ellos no son confiables, nunca lo serán, te arriesgaste a que te mataran a medio camino ¡¿porqué confiaste en ellos?! ¡mira ahora donde estamos!

Demolitiva Obsesión. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora