Demolitiva Obsesión. [PAUSADA]

Capítulo 19. No quiero perder tu amistad, Frank.

Esa niña hizo que volviera a pensar todo lo sucedido, soy una gran mierda de persona.

Frank siempre estuvo tan al pendiente de mí, llamándome casi a diario.

Le llamó a mi hermano para saber algo de mí.

Aunque obtuvo la misma información.

Incluso le llamó a Lindsey.

Y yo simplemente olvidé decirle que salí de ahí con vida, que buen amigo.

Me levanté de la banca en la que estaba sentado y subí a mi auto, con destino a la casa de Frank.

A la mierda el orgullo.

Su amistad vale más.

Llegué a la casa de los Iero y toqué el timbre.

-Hola Gerard, pasa- dijo Linda; la mamá de Frank, haciéndome un ademán para que pasara.

-Hola Linda- dije entrando a su casa.

-¿Gustas algo de tomar?- me preguntó amablemente.

-Estoy bien, gracias- dije sentándome en la sala de estar -ah... ¿está Frank?

-No cariño, el salió a la plaza, aunque ya es un poco tarde, tal vez llegue en unos minutos ¿gustas esperarlo?

-Ah...- el ruido de la manija de la puerta principal me interrumpió.

Frank entró.

-Hola mamá- dijo sin ánimos, cerrando la puerta tras de sí -¡Gerard!- dijo en cuanto levantó la mirada, pero enseguida su expresión cambió -¿qué haces aquí?- dijo fríamente.

-Los dejaré platicar sólos, si necesitan algo estaré en mi habitación chicos.

-Está bien mamá.

-Frank...- comencé a hablar en cuanto Linda se fue.

-¿Qué diablos quieres?- me interrumpió.

-Escuchame, por favor- dije tratando de tranquilizarlo.

-No me queda de otra, ya estás adentro de mi casa.

-Bien, escucha; en realidad creí que te había avisado, las únicas personas a las que llamé fue a Matt y a Lindsey, con el teléfono de Mikey, yo no tenía crédito, de hecho agoté el de él, eso fue lo que pasó.

-Lindsey...- susurró y puso los ojos en blanco.

-Sé que no te agrada, pero entiende, es mi novia.

-Ella no es como tú crees, deberías alejarte de ella.

-No lo haré- dije cruzándome de brazos.

-Haz lo que quieras- dijo caminando hacia las escaleras.

-Frank...- suspiré.

-¿Qué?- dijo sin voltear.

-No quiero perder tu amistad- susurré en un tono bajo.

Detuvo su paso.

-¿Qué dijiste?- dijo volteando.

-No quiero perder tu amistad, y menos por mi culpa.

-Nunca perderás mi amistad Gee, no importa lo que pase- caminó hasta estar en frente de mí.

-Pero tú...- tapó mi boca con su mano.

-Olvida lo que dije- me susurró.

-Está bien- dije en cuanto quitó su mano -¿mejores amigos?

-Hasta el final- me abrasó, yo le correspondí -soy un idiota.

-El idiota soy yo Frank- dije soltándolo.