Capítulo 5. El Concierto.

104 10 0
                                    

Después de una hora de esperar al fin abrieron las puertas para entrar al estadio.

Con cámaras y teléfonos listos entramos.

El concierto era jodidamente hermoso, perfecto, no hay palabras para describirlo.

Llegó el momento de hacer lo que tenía planeado hace tiempo.

Yo estaba entre Lindsey y Frank.

Volteé a mi derecha y estaba ella brincando y cantando, en realidad disfrutaba ese momento.

-Linds- hice una pausa -tengo que decirte algo.

La verdad era imposible comunicarnos, para hablar teníamos que gritarnos al oido, pero por alguna extraña razón podiamos entendernos a la perfección.

Le propuse ser mi novia.

Bueno, mejor dicho, ella ya lo sospechaba, así que me facilitó todo.

Aceptó y me abrazó fuertemente, como cuando a una niña pequeña le dan su dulce favorito.

Me soltó y me tomó de los hombros mirándome a los ojos.

-¿Sabes? nunca me cansaré de ver tus hermosos ojos, y mucho menos de decirte que lo son.

Antes de que pudiera respinderle algo ella me interrumpió acercándose a mis labios, depositando un beso en ellos.

Sinceramente, mi primer beso.

Yo no era de ese tipo de chicos de muchas novias.

Ambos, o bueno, al menos yo, estaba tan ocupado que olvidé por completo que estabamos en el concierto.

Intentaba separarme de ella pero mis intentos eran fallidos, las personas a nuestro alrededor hacían que quedaramos cada vez más cerca.

El concierto duró alrededor de dos horas.

Dos horas perfectas.

-Vine a recoger mi... ¡¿Qué!? ¡¿Gerard?!

Los gritos hicieron que despertara.

Abrí los ojos y vi a Frank parado en la puerta de mi habitación con los ojos al tope.

No comprendía lo que pasaba.

No es normal que alguien llegue a tu habitación a gritarte.

Me senté en la cama para poder hablar con el.

Pude notar un pequeño bulto a mi lado, estaba cubierto con mi sábana. Lo descubrí un poco para ver que era.

Al quitar un poco la sábana descubrí que era Lindsey.

¿Lindsey?

¿Qué hace aquí?

¿Dormí con Lindsey?

¿Qué carajos?

-Frank...

-No tienes que explicarme nada Gerard- me interrumpió -todo esta perfectamente claro.

Salió de mi habitación.

Me puse de pie y lo seguí.

Pude alcanzarlo en las escaleras, lo tomé del hombro y detuve su paso.

-¡No lo hice con Lindsey!

-No te creo nada Gerard, entonces dime ¿qué hace en tu cama?

-No lo sé, ni siquiera yo sé que hace ahí.

-¡No puedo creer que lo hallas hecho con esa puta! ¡¿Tan siquiera usaste condondes?!

-¡Deja de decirle puta a mi novia!

-¿Novia? ahora entiendo el beso en el concierto, dime ¿cuanto te esta pagando?

-¡Frank por dios!

-¡Nunca creí que me fueras a hacer esto! ¡mucho menos con esa puta!

-¡Tu no decides con quien lo voy a hacer!

-¡¿Lo estas aceptando?!

-¡Tomalo como quieras!

La casa de estar llena de gritos pasó a un completo silencio.

Incluso pude oír el eco de mi último grito.

Pude notar que una pequeña lágrima corrió por la mejilla de Frank.

-Te odio.

Se dio la vuelta y se fue.

Iba a intentar detenerlo pero era obvio que íbamos a empezar a discutir de nuevo.

Regresé a la habitación y Lindsey aún estaba dormida, me sorprendió que los gritos no la despertaran.

Tal vez estaba muy cansada como para despertar.

Me acosté a su lado.

-Linds- dice en un tono muy suave.

No hubo respuestas.

-Linds, despierta pequeña- cada vez en un tono más fuerte.

Estiró sus brazos, me abrazó y me apretó contra ella como si fuera un peluche.

Abrió lentamente sus ojos.

-¿Gerard?

-Hola mi pequeña.

-¿Amor que haces aquí?

¿Amor?

¿Lindsey acaba de decirme amor?

Já, que rápida.

-Oye, dime ¿cómo terminaste aquí?

-¿Qué?- miró a su alrededor -¿en dónde diablos estoy?

-En mi habitación.

-¿En tu...- se sentó en la cama -creí que estaba en mi casa y tu me habías visitado.

-Pues no, te quedaste aquí anoche.

-¿Enserio?

-Sí.

-Tienes razón, pero no lo hicimos... ¿o si?

Reí.

-No, de hecho...- callé inmediatamente, iba a decirle lo de Frank, pero preferí no hacerlo- ¿tienes hambre?

-Demasiada.

Me puse a pensar que había pasado esa noche, entonces recordé que saliendo de el concierto después de que llevé a Frank invité a Lindsey a mi casa. Subimos a mi habitación y estuvimos platicando de lo perfecto que había sido el concierto.

La charla pronto se convirtió en una gran pelea de almohadas, volaban por todas partes. Hicimos un gran desastre en mi cuarto.

Cuándo la pelea terminó ambos nos tumbamos en la cama y caímos en un profundo y agotador sueño.

Demolitiva Obsesión. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora