Capítulo 8. Vacaciones a New York.

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Mi madre me despertó temprano, seis treinta de la mañana para ser exactos. Tenía que preparar mis maletas para irnos.

No ordené mi cuarto desde aquel día de la pelea de almohadas con Lindsey, así que seguía siendo un completo desastre.

Después de recoger unos cuántos pantalones y playeras que estaban en el suelo y ponerlos en la maleta, encontré algo.

Un bloc de dibujo.

El viejo bloc de dibujo donde mi abuela Elena me enseñó a dibujar.

~Flash back~

Navidad del '85.

Tenía ocho años de edad.

Como de costumbre, después de la cena fuimos a abrir los regalos, que estaban bajo el arbolito de navidad.

Mi hermano empezó, por ser el más pequeño.

Al abrir la caja de regalo encontró un pequeño pero lindo peluche de unicornio. Desde ese momento no lo suelta, y de ahí empezó su obsesión con ellos.

Llegó mi turno de abrir mi regalo.

La caja era algo larga, no muy ancha.

Al abrirla encontré un bloc de dibujo, aunque yo no sabía para que era. Pero amaba dibujar.

-¿Qué es esto?- le pregunté a mi madre.

-Es un bloc- respondió mi abuela, Elena -en él podras dibujar, y no tendrás que gastar las hojas de tus cuadernos de la escuela.

-Ah, genial.

-Sabía que te gustaría. Bueno, eso no es todo, hay algo más, busca en la caja.

-¿Hay más? ¡Genial!

Busqué de nuevo. Encontré adentro dos cajas, una más pequeña que ls otra.

Abrí una de ellas, la más grande, era un micrófono.

Amaba cantar, y mi abuela era la que me enseñaba.

En seguida fui con la otra, la más pequeña. Un par de plumones negros y otros cuantos de colores.

-¿Para dibujar?- le pregunté a mi abuela refiriéndome a los plumones.

-Sí ¿quieres empezar ahora?

-¡Sería genial!

Entonces abrimos el bloc y nos sentamos en el sillón.

Comenzamos a dibujar algunos robots, aliens y cosas un poco extrañas. Aunque obvio, mi abuela dibujaba mejor, siempre fue buena y yo era su estudiante

Otra de las cosas que amaba hacer y mi abuela se encargó de enseñarme fue la actuación.

Meses después ella sufrió un accidente automovilístico y murió.

Era muy pequeño para comprender realmente lo que sucedía.

¿Porqué?

¿Porqué se tiene que ir?

¿Porqué murió?

Nadie debe de morir.

Todos se deben de quedar aquí.

Todos debemos de ser felices.

¿Porqué pasa esto?

¿Porqué en mi familia?

¿Porqué?

Era lo que siempre preguntaba.

Y fue ahí cuando comprendí que todos moriremos. A algunos nos queda mucha vida, a otros poca, pero moriremos, es nuestro destino. Nada es para siempre, todo se acaba, y así es nuestra vida, tarde o temprano, acabará.

~Fin del flash back~

Tenía años sin ver ese viejo bloc.

Ya había terminado todas las hojas con mi abuela, de no ser así lo hubiera seguido utilizando después. Pero decidí guardarlo, para tener otro recuerdo de ella, un muy buen recuerdo.

A pesar de que quedaba poco tiempo para irnos lo abrí y me dispuse a verlo.

Mientras veía los distintos dibujos una sonrisa se reflejó en mi rostro, que pronto la acompañó un par de lágrimas que cayeron a mi mejilla.

También reí un poco. Aveces jugabamos, y me decía que tenía que tratar de imitar sus dibujos, entonces ella dibujaba algo, un auto por ejemplo, y enseguida yo trataba de imitarlo, quedaba del asco.

Cuando terminé de verlo todo volví a cerrarlo y lo guarde, esta vez no en el piso, si no adentro de mi closet. Un lugar un poco más seguro y en donde podría encontrarlo con más facilidad cuando quisiera verlo.

Terminé mis maletas. Enseguida bajé las escaleras con ellas, mi madre ya tenía listo el desayuno.

Cuando terminamos salimos de la casa, pusimos todas las maletas en el auto y tomamos camino a New York.

El camino como siempre, un poco aburrido, no hay muchas cosas que hacer dentro del auto.

Así que decidí llamarle a Lola. Su número ya lo tenía registrado en mi teléfono.

-¿Hola?- se escuchó tras la linea.

-Lola, soy Gerard.

-¡Madre santa! ¡Gerard! ¿Qué pasa?

-¿Porqué?

-¿Porque me llamaste a esta hora?

-¿Qué?

Rió.

-¿Sabes que hora es?

-No.

-Gerard... ¡Son las siete de la mañana!

-Mierda, entonces ¿te desperté?

-Sip. Pero tranquilo, no importa ¿que haces despierto tan temprano?

-Bueno, mi madre me despertó temprano...

-Oh sí, culpame a mí- me interrumpió mi madre -soy inocente, ustedes decidieron salir de casa temprano, dijeron que querían llegar a New York temprano.

Reí.

-¿Qué fue eso?- dijo Lola entre risas.

-Mi madre, aclarando las cosas.

-Ah, bueno ¿estas en camino a New York?

-Exacto ¿qué planes tienes tu para verano?

-Iré a Texas, tengo familia por allá.

-Ah cierto.

-Oye, supongo que el mesero te dio la nota ¿cierto?

-Sí ¿porqué pagaste todo tu?

-Genial, bueno aceptemoslo, yo fui la de la culpa, a ti sólo te avente. Bueno ¿cuándo crees que podamos salir con los chicos?

-No lo sé, no eh hablado a con ellos. Pero sería regresando de mi viaje.

-Iba a decirte lo mismo. Bueno, si tienes algo en mente sólo llamame.

-Sonaste como esos comerciales de televisión.

-Eso intenté.

-Já, bueno adiós Lola.

-Adiós Gerard.

Corté la llamada.

Me coloqué mis audífonos y me dispuse a escuchar algo de la discografía de Misfits.

Algunas horas después por fin llegamos a nuestro destino, New York.

Aparcamos el carro afuera de la casa de mi tía, quién amablemente junto con sus hijos, mis primos, nos ayudaron a bajar nuestras maletas y llevarlas a su casa, a la habitación de huéspedes, donde dormiríamos nosotros.

Demolitiva Obsesión. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora