Demolitiva Obsesión. [PAUSADA]

Capítulo 4. Por Los Amigos.

Le llamé a Lindsey.

-Linds, en dos horas paso por ti ¿de acuerdo?

-Sí, esta bien, te espero, adiós.

Corté la llamada.

Tomé las llaves de mi auto y salí de mi casa.

Aún faltaban cuatro horas para que el concierto empezara.

Pero no podía dejar así a mis amigos, bueno amenos a Frank.

El y yo éramos los más fanatizados, a los demás sólo les gustaban.

Mi idea era ir al estadio donde iba a ser el concierto, formarme en esa inmensa fila, y comprar un boleto para Frank.

Pero claro, los boletos en taquilla eran casi lo doble de caros a comparación de la preventa.

Lo único malo era que corría el riesgo de no alcanzar boleto.

Por ese motivo no le dije nada de mis planes a Frank, para no hacerle falsas ilusiones a ese pequeño.

El camino no era muy largo, me llevó cercas de media hora llegar.

Cuando llegué al estadio me tomó alrededor de diez minutos encontrar un lugar vacío en el aparcamiento.

Puse los ojos al tope cuando vi la enorme fila, puedo asegurar que había mas de mil personas ahí formadas.

Todos amontonadas, con la esperanza de poder alcanzar boleto.

Tenía una mínima posibilidad de alcanzar un boleto.

La cantidad de boletos era mínima.

Mi plan era formarme ahí y si en más de una hora y media no tenía boleto regresaría por Lindsey.

Suspiré y dije dentro de mi "por los amigos".

Me formé y trataba de relajarme viendo a mi alrededor.

Frecuentemente recibía empujones accidentales, estábamos como una lata de sardinas.

Llevaba media hora ahí.

Mientras observaba a la gente que pasaba me pareció ver a un viejo amigo, Matt.

Esperé a que se acercara más para poder asegurarme de que era el.

-¿Gerard? ¡santa mierda! hacía bastante tiempo que no sabía nada de ti amigo.

-Ni yo de ti Matt.

-Bueno, eso no importa ahora, comprarás boletos ¿verdad?

-Sí, bueno solo uno, pero no es para mi, es para Frank, yo..

-Bueno como sea- me interrumpió -¡Sal de aquí!

-¡¿Que?! ¿estas loco? tengo más de media hora aquí parado.

-Gerard, confía en mi.

Matt era un chico misterioso, pero sobre todo un buen amigo.

-¿Que?

-Gerard...

-Esta bien- lo interrumpí.

Salí de la fila, entonces Matt me hizo una seña para que lo siguiera.

Salimos de el estadio y nos dirigimos a la camioneta de Matt.

-Tengo seis de estos bebes- dijo Matt abriendo la puerta de el conductor.