❝Estoy volando hacía el cielo mientras mis lágrimas se desvanecen junto al viento.❞
-Jeon JungKook.
❝Cierro mis ojos, es como verme a mí mismo... Es difícil de explicar, pero mi corazón parece que explotará."
-Park JiMin.
...
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La noche era perfecta, cálida y gélida para un buen delito a través de las sombras.
Y Jeon JungKook lo sabía muy bien.
Masajeo con desesperó el bien dotado pecho de la joven chica menor que él.
Jugueteo y lamió mientras estaba al tanto de la entrada de aquel viejo callejón en donde estaban.
Las doce y media recién rebosaban.
—Eres realmente hermosa...— Susurró JungKook cuando miró aquellos bellos ojos azules que tanto lo habían cautivado.
—Tú eres muy caliente.— La joven le sonrió divertida cuando decidió pegarse más a él.
—Tus ojos también son hermosos.— Jeon le devolvió la sonrisa juguetona.—. Aunque se verían mucho mejor colocados en un frasco como adorno a lado de mi cama; ¿No lo crees?
Entonces, la chica entre sus brazos torno su gesto seductor a uno notablemente incómodo. Río de la misma forma.
—Por dios, no es momento de hacer esas bromas.
JungKook no dijo nada.
Y en cuanto aquella mujer decidió volverlo a besar, sus acciones fueron detenidas con brusquedad.
—¿Quién dijo que estaba bromeando?
El dolor de ser penetrada con un cuchillo le dejó sin aliento. Y aunque deseó gritar al instante, no pudo debido a la tremenda sensación casi insoportable que la abarcó.
—Eres bellísima, pero a puesto que tu carne sabría mucho mejor vertiéndole un poco de sal, ¿No crees?— Entonces Jeon ensanchó su sonrisa de forma desagradable.
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