Capítulo | 08

17 3 0
                                    

          JiMin miró cauteloso la figura de su hermanastro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

          JiMin miró cauteloso la figura de su hermanastro. JungKook había entrado a la casa junto a un joven de cabellos rubios, casi blancos, para después dirigirlos a la habitación.

—Escuchá música a todo volumen y con audífonos por mínimo media hora.

Esa fue la última advertencia antes de perderlo de vista. Claro que sabía a lo que se refería.

En esos momentos, no se sorprendió mucho de las atracciones de JungKook, no era su problema después de todo. Ya que al final, él también tenía aquellas tendencias.

Park río en lo bajo y prosiguió a hacer lo que Jeon le había indicado.

Escuchar gemidos no era uno de sus hobbies favoritos. Así que obedeció.

Aunque sin embargo, a penas y subió el volumen de su música, recién podía percibirla mientras inconscientemente ponía atención a aquellos jadeos que no sabían el significado de la palabra; “Discreción.”

Diez. Veinte. Casi cuarenta minutos jugando juegos al azar en su móvil.

Entonces comenzó a desesperarse.

¿Qué se supone que es? ¿Un conejo acaso? ¿En serio llevan cogiendo todo este maldito rato?— Pensó ya sin una pizca de burla.

JiMin llevaba todo el rato en la sala. No le apetecía subir en lo más mínimo y pasar frente a la puerta de su hermano. Joder, que extrañó e incómodo sería hacerlo.

Aún así, decidió esperar un poco más. Su paciencia aún daba para otros escasos minutos. Curiosamente, ya no escuchaba aquel alboroto, se percató de ello unos momentos después.

Y justo, JungKook bajo las escaleras con sólo su pantalón y pecho descubierto de por medio.

—Conejo.— Habló JiMin con sorna.

—¿He? ¿Por qué me llamas así?— Jeon lo volteó a ver no muy feliz.

El rubio notó poco después, las pequeñas gotas de sudor corriendo por sus sienes. Negó burlón.

—Por nada, Conejo.— Río.

Y entonces, le dio la espalda por nueva cuenta, continuó navegando por su celular al azar.
Dejo a un JungKook un tanto confundido.

Y así, finalmente volviendo a la normalidad.

Curiosamente, JiMin jamás vio al joven chico salir de la habitación de su hemano. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aprés Au Revoir.© (KookMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora