Capítulo | 29

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           La banca en el parque era cómoda, el aire ondeaba sus cabellos y a lado de él, una mujer de la tarcera edad se encontraba acompañandolo en su mal rato

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           La banca en el parque era cómoda, el aire ondeaba sus cabellos y a lado de él, una mujer de la tarcera edad se encontraba acompañandolo en su mal rato.

No sabe si quiera el como llegó ahí o el cómo terminó hablando con una extraña. Suspiro con pesadez.

—Luces cansado.— Dijo la mujer llamando su atención.

—Algo...

—¿Puedo saber el por qué...?

Jimin le miró, extrañado y pensando si negarse a aquella respuesta, sin embargo, accedió sin saber por qué.

—Mi hermano... Él me confunde.

La señora sonrió.

—¿Por qué? ¿En qué aspecto?

—No lo sé... Él es muy extraño.— Tartamudeo.—. Hace cosas... Muchas que no creo que sean correctas, luego lleva a chicas a la casa cuando mis papás no están y es... Asqueroso. Lo odio.

—No lo odias.— Admitió la señora un poco somnolienta.—. Son familia, no puedes odiar a alguien así.

—Oh, créame que sí.

—Por la forma en la que lo dices, pareces atrapado.

—No lo sé...

—O tal vez celoso.

Park le miró un poco sorprendido, ¡Ja! ¿Celoso? ¡Por dios, Jeon lo había amenazado de muerte! Jamás podría tenerle celos.

—Habla con él.

—Sé que debo hacer, pero no cómo exactamente.

—Vives con él, has algo como una cena, un paseo donde puedan estar solos. Si jamás hablan, jamás se entenderán.

—¿Y eso de que va a ayudar?

—Tú hazme caso, niño.

Tras eso, Jimin bajó la mirada y la paso por la extensión del pasto que se extendía a kilómetros de forma hermosa y brillante.

Y tal vez sí, llegar lo más tranquilo posible era lo mejor, fingir que no le dolía.

Ah... Seria difícil.

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Aprés Au Revoir.© (KookMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora