Ya en plena mañana con todo lo que rescaté decidí montar un campamento en una cueva no tan lejana, lo diseñe a mi gusto para estar más cómodo, después de unas 3 horas estaba todo listo así que decidí ponerme a leer uno de los libros que había rescatado el cual era de filosofía, después de terminar una parte comprendí que nuestras palabras eran tanto capaces de causar dolor como de redimirlo, entonces recordé aquellos años con mi familia de los cuales no pude aguantar el llanto, así que decidí salir afuera para calmarme un poco, después de todo estaba solo y ya podía valerme por mi mismo, sin pensarlo dos veces decidí colocar una roca de propiedad ya que está isla la había descubierto yo y era mía.
Ya se estaba haciendo tarde así que decidí buscar piedras de chispa para encender una fogata la cual decidí colocar en la cueva, como era un lugar acondicionado no me preocupe por el humo.
Aunque era de noche no sentía sueño así que decidí hacer una bitácora sobre las provisiones y las herramientas, en si me quedaban:
_3 barriles de agua.
_4 cajas de manzanas.
_2 botellas de aceite.
_1 martillo.
_1 pinza.
_3 metros de alambre.
_1 hacha.
_1 pala.
_1 cofre con llave.
_3 libros.
_Un cuaderno de notas.
_Una caja de utensilios y trastes de cocina.
Después de esto cai en un profundo sueño en el cual vi los recuerdos de mi familia y mis amigos, muy triste estaba puesto que me desgarraba el abandonar a mi familia pero sabía que no había marcha atrás.
A la mañana siguiente me levanté aún con aquel dolor en mi pecho, para tratar de olvidarlo salí a fabricar una trampa para peces y una caña de pescar, no pensé que se llenará tan rápido así que retire la trama y la deje en la cueva, ya con eso decidí fabricar una sesta para colocar los peces, también decidí fabricar una cama, una mesa y un banco, posteriormente fuí a la costa para ver lo que queda del barco entonces me dije: _Silencio y nada más, pero al bajar a confirmar si no queda nada de valor me equivoqué, al bajar a ver lo que quedaba del barco observé un brasero de hierro pequeño intacto, regrese al campamento para colocar el brasero y observé el paisaje tan bello que había, sabía que me quedaría haya puesto que no tenía ningún medio de transporte.
Me puse a leer un rato otro libro que tenía y este era una copia de la recopilación de información de varios dragones y me dije:
_Ojalá hubiera dragones en esta isla.
Ya era hora de cenar así que decidí freír uno de los peces que había capturado, sin más preámbulos me lo comí y me sorprendí porque yo no guisaba bien pero aún así estaba delicioso, la luz de la luna iluminaba el lugar por una pequeña ventana que había hecho, después de eso decidí que ya era hora de consiliar el sueño, después de todo no tuve un sueño tan doloroso como ayer así que me sentí aliviado.
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Cómo entrenar a tu dragón "La Vida de un jinete"
AventuraUn muchacho de 16 años exiliado en una isla en la cual encuentra familia, un año después se encuentra con hombres para los cuales empieza a trabajar, al llegar a una isla cercana donde fue la parte final de su entrenamiento se encuentra con Hipo y A...