XX

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Miré la tele sufriendo con el, no podía dejar de tener miedo si perdiamos pero cuando lo enfocaron algo en el pecho se me estrujo queriendo estar cerca de él para abrazarlo y ayudar a que se calme, pero no podía. Aunque Andrada haya atajado ahora dependíamos de Izquierdoz.

-Vamos a ganas Mar, tranquila - Dijo Fede.

Cuando la pelota entró en el arco mi alma volvió a mi cuerpo y me puse feliz porque sabía que él era feliz.
Miré cada canal tratando de pedirle al cielo que por favor un periodista lo entreviste pero no encontré a nadie que lo haya hecho y me puse triste.
Quería al menos escuchar su voz.
Le mandé un mensaje de texto pero de seguro no iba a responder así que me rendí.

"Felicitaciones, sé cuánto querías esto y me alegra mucho verte feliz. Cuídate"

Lo miré a Fede y estaba feliz por su equipo también. Me encanta ver feliz a mi hermano. Me encanta ver feliz a todos pero no a mí.

Me acosté a las 01:30 de la mañana, la casa estaba en silencio y mañana tendría colegio. No había ruido en la casa y por fin pude llorar después de tanto, llore por todo lo que no podía ser para el y por no poder aguantar ni un segundo más sin escuchar su voz.

Mi teléfono se iluminó y lo agarre, no tenía otra cosa que hacer.

"Gracias Mar, no sabes cuánto te extraño, ojalá pronto nos podemos ver y hablar. Cuídate"

Miré en mensaje y sonreí después de varios días de odiar a todos los que no me dejan vivir lo que quiero.
Lo llame.

-Hola -Dijo con un ruido de fiesta de fondo.

Cerré los ojos al escuchar su voz.

-Hola... Felicitaciones

-Gracias hermosa... ¿Cómo estás?

-Bien... Ahora que te escucho mejor

-Mar te extraño, pero ya está

-Me dijiste que no ibas a dejar que me aleje -Digo con un hilo de voz.

-No puedo con esto Mar, no puedo dejar que esto me arruine la vida

-¿Te arruine la vida? -Pregunto.

-No Mar, vos lo que menos hiciste fue arruinarme

-¿Podemos vernos para hablar?

-No sé corazón...

-Por favor -Ruego y sollozo.

-Esta bien, mañana ya estoy al mediodía así que te voy a buscar pero estacionó a dos cuadras del colegio, en la estación de servicio

-Dale, te veo ahí a las dos...

-Dale hermosa, cuídate

-Vos igual...-Corté.

Tenía el alma más aliviada y ahora respiraba mejor. El me hace sentir este tipo de cosas que me tranquilizan y me hacen sentir bien conmigo, tan bien que pude dormir mejor que hace unos días.

•••

-Gracias por cubrirme -Dije y abrace a la mamá de Luli que me dejó en la estación de servicio.

-De nada Martu, cuídate y avísame cualquier cosa así te busco

-Dale gracias, chau Lu- La saludé también y me baje.

Caminé hasta encontrar el auto y subí sin problemas, al verlo lo abrace y le di un beso. Arrancó y fuimos en silencio todo el camino hasta su casa.

Entramos al departamento y me senté en la cocina.

-Vino hasta acá a decirme que no podía creer lo que hice, que era un tipo grande y maduro, que era una falta de respeto, que soy un pedófilo y que me aleje porque me iban a denunciar y claramente terminar con mi carrera... -Dijo recostado en la mesada.

-Yo no le dije...-Dije con un hilo de voz.

-¿Cómo lo supo?

-Mi profesora de gimnasia nos vio la última vez y sacó foto, fue a hablar con el director, el la cito y lo supo...

-Mar...

-¡No! Mar nada -Lo mire enojada y ya casi llorando- No quiero que digas lo que creo que ibas a decir

-Martina... -Pidio.

-No, dale -Me acerque y lo abrace.

-No lo hagas más difícil

-No lo hagas más difícil vos... Por favor -Lo mire con los ojos húmedos.

-Se terminó, en serio -Me mira.

Y sé que está igual que yo. Nos separa y sale de la habitación dejándome sola en la cocina hecha bolsa apoyada en la mesada. Era todo muy dramático para mi gusto así que me senté a tratar de calmarme.
El amor es tan horrible.

Ya se porque lo esquivaba tanto.

Volvio y me trajo una medalla.

-Te la quiero regalar... -La dejo en la mesada, era de la Supercopa- En ese momento lo único que quería era verte y abrazarte, no sé porque pero era lo que quería y... Solo me queda dártela porque sos especial para mí y como un gran recuerdo nuestro, viniste con una copa abajo del brazo -Rió- Pero es más como recuerdo de que alguna vez fuimos...

Lo miré.

-¿No hay manera de revertir tu decisión?

-Ojala pudiera Mar, pero no se puede

-Esta bien -Dije.

La agarre y salí de la cocina. La guarde en mi mochila.

-Te llevo -Dijo agarrando las llaves del auto.

-No... Yo sé viajar sola, gracias -Dije.

Abrí la puerta del departamento decidida a irme y me frenó.

-¿Me das un beso? -Pregunto.

Solté el picaporte despacio y me di vuelta. Lo miré. Jamás pensé que el iba a estar así conmigo alguna vez, si hasta la idea de besarlo era lejana para mí cuando lo ví. Ahora estaba ahí, parado enfrente mío pidiéndome un beso, mi yo del principio corría por el y ahora seguramente también lo haga.

-No -Respondi y me miró con las cejas elevadas- Dámelo vos a mí...

Me agarró de la cintura y me atrajo hacia él para besarme. No me podían pedir que termine algo que recién empezaba.

-No quiero vivir sin esto... -Pidio.

-Entonces no me dejes -Lo miró.

Me saco la mochila y la tiro al piso, me alzó a upa y me llevo besándome a la habitación.

No nos podían pedir que esto termine, esto recién empieza.
Miles de personas infringen leyes todos los días y ellos no tienen un motivo por el cual hacerlo, Iván y yo si lo tenemos.
Mil disculpas a la ley pero no podemos impedir esto.

°°°
Recen por mi
Besos
💚Abril💚

Efimero || Ivan Marcone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora