Efimero || Ivan Marcone

VII

Termino la fiesta y era hora de volver a casa pero en esta familia todos queremos ligar algo de morfi así que nos quedamos a ayudar a acomodar lo que sobró.

-¿Edu te querés llevar algo de asado o recepción? También quedó mesa dulce si quieren llevarse, es un montón -Ofrecio el Tano a mi papá.

-Dale, si se puede -Rei.

-Martu fíjate en la cocina que hay bandejas para que lleven

Fui hasta la cocina que estaba atrás para que nadie viera nada de los movimientos de los cocineros. Entre y empecé a buscar las bandejas hasta que sentí que cerraron la puerta y suspiraron, reí.

-¿Otra vez? -Pregunté y me di vuelta.

Iván estaba recostado en la puerta con las manos atrás y mirandome con una sonrisita que quería desaparecer pero no podía.

-Esto no puede volver a pasar Martu -Dijo.

-Si, la verdad esto de tener que estar encerrados ya no puede volver a pasar pero... Entiendo tu miedo a que nos vean así que ¿Por qué no voy mañana a tu departamento? -Rei.

-Basta Martu, esto está mal

Me acerque y puse mis manos tocando sus brazos.

-Estas muy tenso Iván -Sonrei al verlo suspirar pesadamente.

Estiró un poco su cuello haciendo notoria su nuez de Adán y me tuve que resistir a chuponear ese cuello.

-¿Sentís? -Pregunté.

-¿Que cosa?

-La tensión sexual -Me acerque más a él quedando a sentimetros.

-Basta -Se alejó- Me estás volviendo loco y no puede ser eso

-Vos me estás volviendo loca con las vueltas que das -Dije ya harta.

-¡Martina dice papá que te apures, porque te está esperando con la comida! -Grito Fede.

-¡Ya voy! -Camine hacia la puerta.

Iván me agarró del brazo.

-Tenemos que hablar -Me dijo.

-¡Pero yo no quiero hablar! -Cuestioné.

-Hagamos una cosa hoy si querés podés venir a mi departamento a hablar, tipo cinco te espero en la esquina de tu casa y vamos ¿Te parece?

-Esta bien -Asenti.

Yo no pensaba en hablar pero bueno, me las iba a rebuscar para que lo que menos hagamos es hablar.

Me soltó y me dejó irme, pero antes volví y le di un corto beso para irme riendo.

Me fui hasta donde estaba mi viejo y acomodamos la comida, llevamos: tortas, masitas, sanguchitos, empanadas, asado, etc. Ya estaba fascinada porque era tarde y el bajón estaba tocando las puertas de mi estómago así que cuando llegue a casa ataque o mejor dicho atacamos.

Después me fui a dormir porque mis pies no daban más y a demás me tenía que despertar para ir a hablar con Iván.

°°

Cuatro y media eran, ya estaba casi por terminar de plancharme el pelo. Me termine de pasar por el último mechón y apague la plancha. Agarre el arqueador de pestañas y me puse rimel varias veces para que las pestañas se vean largas y bien. Después un poco de labial rojo pero en toques para darle color tranqui a mi boca.

Miré la hora y la casi eran cinco menos cinco, claro entre el rimel y mis pestañas se me va la vida.

Agarre mi campera blanca y me miré al espejo, un jean y un buzo gris corto con mis pepes blancas, me llevo campera porque estaba fresco.
Agarre el celular, algo de plata y salí.

-¿A donde vas? - Me preguntó Fede sentado en el sillón.

-A ver si consigo un hermano menos imbécil -Dije abriendo la puerta- Avisale a los viejos cuando vengan que vuelvo tipo ocho, voy a lo de Luli

- A lo de Luli, si, cuídate -Escuche que dijo y cerré.

Salí, caminé hasta la esquina y ahí estaba el auto. Era el mismo que estuvo parado en mi casa las dos veces que vino a comer, subí y ahí estaba. Me acerque a saludarlo y me dió un beso en el cachete.

-Nos besamos y me das un mísero beso en el cachete -Reproché con sarcasmo.

-Vine para que hablemos, no para que hagamos otras cosas -Arranco el auto.

-¿Vas a seguir con tu idea de hablar? Porque si es así entonces me quiero bajar y prefiero llamar a uno de los amigos de mi hermano

-No te bajes, dale -Pidio con una sonrisa.

Me di cuenta que no vivimos tan lejos, en menos de quince minutos estábamos entrando en una zona bastante cheta de Buenos Aires, de seguro varios jugadores de fútbol vivían acá. Fuimos directamente a un edificio totalmente de la high y me reí porque el no es para nada de esa clase de personas pero se esfuerza por serlo y no le sale, desde ahí empezamos a hablar temas random que se nos ocurrian hasta que llegamos.

Entramos en un estacionamiento interno de un edificio y paró, bajamos y después por una puerta pasamos a el Hall del edificio, pedimos ascensor y subimos.

-¿Podemos merendar? Tengo hambre -Pregunté.

Me miró analizando mi pedido y llegamos al piso

-Si -Respondio.

-¿Tenés leche? -Pregunté siguiéndolo por el pasillo.

Se dió vuelta.

-¿Que?

-Leche si tenés para la chocolatada -Dije obvia.

-Tengo leche pero no nesquik, hay que comprar

-Bueno tomo tu leche -Mire su cara y reí.

-¿Por qué el doble sentido? -Siguio caminando y paró en una puerta para abrirla.

-No use doble sentido Iván

Dije y me abrió la puerta, entre y digamos que el departamento era de chetos pero como ya dije, el no lo era. Estaba todo limpio pero había ropa y remeras de fútbol en cualquier parte.

Me tiré en un sillón rojo de terciopelo, miento si digo que no nos imagino acá cogiendo, pero bueno es todo parte de un gran plan.

-Si, ponete cómoda -Dijo con sarcasmo.

-Dale -Respondi riendo.

Me quedé ahí un rato, Iván desapareció y fue a la cocina supongo, me levanté a ver qué estaba haciendo y fui.
La cocina era re linda y una mesada de mármol con decoraciones delicadas. Si me preguntan: Si, también nos imaginé cogiendo ahí.

-¿Que haces? -Pregunté al verlo sacando tazas.

-Me dijiste que querías merendar y de paso me hice Café -Me miró.

Ví que sirvió la leche en una taza y café en otra, puso las tazas en la isla del medio con el mármol delicado y me senté en un banquito.

Era realmente de fantástico el hecho de vernos merendar distintas cosas que nos hacen característicos de nuestras edades.
Yo pedí una leche, clásica de chicos, inocencia e infancia.
Iván un café, clásico de adultos, de seriedad y madurez.

-Muy rica la leche, igual me gustaría probar otra -Dije y casi se atraganta con el café.

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Les va gustando? Xq siento q no y me da cosa seguir ahre
Espero que les guste igual
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Besos
💚Abril💚