XXIII

1.4K 89 21
                                    

Me desperté con mi hermano en la punta de la cama con una torta que tenía una velita.

-¡Feliz cumpleaños! -Sonrei.

-Gracias -Me senté.

Trajo la torta hacia mí y sople la vela.

-¿Pediste los deseos?

-No quise perdir nada -Mentí.

Los pedí tan rápido que hasta el mismo universo no sabe que pedí, pero yo sí.

-Preparate que te llevo al colegio -Dijo.

Me parepare y arregle lo mejor que pude, después fuimos al instituto y me tuvieron sometida a cinco horas de pura tortura y toda la gente saludándome haciendo que me sienta estúpida.
Dije "Gracias" tantas veces que parezco un loro.
No me molesta que me saluden pero me molesta tener la atención de todos por ser mi cumpleaños.
El día pasa con tranquilidad y no puedo decir que estoy completa, esperaba un mensaje al menos pero por lo visto ya no puedo pedirle nada al universo porque no me escucha.

Estos días hablé con Mati y dijo que me iba a venir a buscar a la salida de gimnasia, hasta pidió permiso en mi casa y lo dejaron.
El se merece una oportunidad.

•••

Ivan

-¡Basta Julieta! -Grite.

-¿Tanto te cuesta responderme? -Dijo de igual forma.

-No hice nada -Suspiré- Fui solo a un bar

-¿Ahora se le dice bar? Yo otra vez por estúpida no pienso pasar -Dijo y se me acercó.

-Juli basta, me voy a caminar así que avísame cuando se te pase así vuelvo -Agarre la campera, las llaves y salí.

Escuchaba su llanto en la puerta pero no podía dejar que me domine de la forma que ella quiere. Mi teléfono hizo sonar una alarma.

12:40 "Cumple de Martu"

A esta hora sale del colegio pero hoy tiene gimnasia así que saldrá más tarde. La quiero ver y abrazarla, decirle que no me pasa nada y que la extraño.
Pero no se puede.

Salgo de mi edificio y voy camino al colegio, espero en el predio donde hace gimnasia y entre los autos estacioné el mío. Espere a que salga y antes que que sean las 14:00 en punto, estacionó la moto de Matías enfrente.
Veo salir a las chicas y ella sale, toda roja y con una colita desprolija en el pelo que me hace sonreir. Es muy hermosa.

Cruza y va hacia Matías que la saluda con un abrazo, no saben cuánto envidio a este chico en este momento.
Veo que se pone en un lugar perfecto donde se puede ver mi auto y lo ve, sabe que soy yo. Tiene el casco en la mano y lo tiene ahí sin ponérselo, no sé lo pone porque mira el auto con vidrios polarizados que me camuflan, pero ella sabe, sabe que soy yo y que vine a recordarle que no me olvido de ella, que todavía no encuentro alguien como ella y que sea tan caradura y tan inocente. Sabe que como nosotros no hay nadie.

Arranque el auto y me fui. No podía soportar verla. Supongo que ya es el final porque no creo que nos volvamos a cruzar y aunque sea la mentira más grande, creo que es lo mejor para ambos.

Agarro mi teléfono y lo desbloqueo, abro su chat y escribo.

"Feliz cumpleaños preciosa, ojalá que seas muy feliz y puedas cumplir tus metas. Nunca cambies esa manera de ser tan tuya que no puede ser copiada por nadie. Te deseo toda la suerte en tu vida y que Dios siempre te acompañe. Cuídate. Te quiero"

Envié el mensaje y bloqueé el contacto. No quería recibir respuesta. No estaba listo para eso, y tampoco se podía querer tener un mensaje en común.

Martina iba a ser para mí siempre alguien muy especial, pero no iba a poder ser. No estábamos en el momento indicado y dudo que alguna vez lo estemos.
Pero si Dios quiere, algún día vamos a estar.

•••

Martina

Un llanto ahogado salió de mi, otra vez lloraba sola en mi habitación mirando la pantalla del teléfono.
Me quedé mirando el techo y entendí que las cosas no siempre van a ser como yo quiera, me quedo con algo lindo de todo esto qué es su "Te quiero" tan simple pero que causa un gran sentimiento en mi. Me da bronca nunca verlo escuchado de sus labios, pero bueno, como ya dije las cosas nunca van a ser como yo quiera.

Hoy volví a hablar con Matías para intentar hacer algo por lo poco que nos queda y decidimos intentar de verdad está vez y quién sabe por ahí sirva para curarme, para olvidar no, pero para curarme tal vez si.

Iván pondría una cara muy seria si escuchará esto y yo seguramente haría una burla.

Me golpeó por dentro al recordar que nunca nos tomamos una foto para recordarnos, pero supongo que se puede con algo de memoria aunque nunca es suficiente.

Todavía me acuerdo de los movimientos de sus labios con los míos, y mis labios también los recuerda, tanto que hasta puedo sentirlos cuando cierro los ojos. El cuerpo nunca se olvida de la persona que lo hizo gozar.

Fuimos algo corto. Fuimos algo real. Fuimos algo hermoso que lamentablemente la sociedad nos tuvo que separar.

Fuimos preocupación, fuimos enojos, fuimos llanto, fuimos risas, fuimos sonrisas nerviosas, fuimos nervios, fuimos abrazos, fuimos besos, fuimos tacto, fuimos gemidos, fuimos todo.

Fuimos efímeros.

Fuimos algo que no dura para siempre, que tiene un final.

Pero lo más importante es que fuimos, porque en este mundo es muy difícil ser con alguien.

Nosotros tuvimos la suerte de ser.

°°°

The end

Efimero || Ivan Marcone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora