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La escena del crimen era un caos de sangre y silencio. Ritsu observó los cuerpos dispersos en el almacén abandonado, cada uno contando una historia de horror. La policía había asegurado el área, pero el aire estaba cargado de desesperación y preguntas sin respuesta. Mientras examinaba las pistas, una extraña sensación de ser observado lo envolvía, como si los ojos del asesino aún estuvieran allí, escondidos en las sombras.
El detective a cargo se acercó a Ritsu con una mirada grave.
—Nunca había visto algo así —murmuró, señalando las marcas en las paredes, símbolos extraños pintados con sangre—. ¿Alguna idea de lo que significan?
Ritsu frunció el ceño, intentando descifrar el mensaje oculto en los símbolos.
—Podrían ser rituales. Algo que el asesino cree que es importante —respondió, sus palabras apenas un susurro en el vasto espacio del almacén—. Pero esto no es solo un asesinato. Es una declaración.
Mientras hablaba, una imagen fugaz cruzó su mente: un hombre de pie en la penumbra, observándolo con una sonrisa fría. Ritsu parpadeó, y la visión desapareció, dejándolo con una creciente sensación de inquietud.
El detective asintió lentamente, como si procesara la misma revelación oscura.
—Hay algo más —dijo, dirigiendo a Ritsu hacia un rincón oscuro del almacén. Allí, bajo un haz de luz titilante, yacía un pequeño objeto envuelto en un trapo ensangrentado. Al desvelarlo, Ritsu sintió un escalofrío recorrer su espalda. Era una vieja foto, borrosa y desgastada, mostrando a un grupo de personas que parecían familiares.
Ritsu tomó la foto con manos temblorosas. Reconoció a uno de los rostros al instante: era él, mucho más joven, rodeado de personas que había intentado olvidar. Un nudo se formó en su garganta mientras los recuerdos reprimidos comenzaban a aflorar. ¿Por qué esta imagen estaba aquí, en la escena de un crimen tan atroz? ¿Qué conexión había entre su pasado y este asesinato?
—Tenemos que averiguar quiénes son las otras personas en la foto —dijo el detective, rompiendo el silencio tenso—. Esto podría ser la clave para entender quién está detrás de esto y por qué.
Ritsu asintió, pero su mente estaba en otra parte, viajando a través del tiempo, reviviendo momentos que había enterrado profundamente. Sabía que este caso era más personal de lo que había imaginado, y que el asesino no solo estaba jugando con las vidas de las víctimas, sino también con su propia cordura.
Esa noche, al regresar a su apartamento, Ritsu no pudo escapar de la sensación de ser observado. Cerró todas las puertas y ventanas, verificando los seguros una y otra vez. Pero incluso en la seguridad de su hogar, la inquietud no lo abandonaba. Se sentó en su escritorio, la foto aún en su mano, y comenzó a buscar entre viejos archivos y recuerdos, tratando de encontrar algún indicio que conectara su pasado con el presente sangriento que ahora enfrentaba.
El sonido de un mensaje en su teléfono lo sacó de sus pensamientos. Era una notificación de un número desconocido. Abrió el mensaje con cautela, y lo que leyó hizo que su sangre se congelara: Sabemos quién eres, Ritsu. Sabemos lo que hiciste.
Su corazón latía con fuerza mientras releía las palabras. La amenaza era clara y personal. El pasado que había intentado dejar atrás lo estaba alcanzando, y el tiempo para encontrar respuestas se agotaba rápidamente. Ritsu supo en ese momento que este caso sería el más difícil de su vida, y que no solo tendría que enfrentarse a un asesino despiadado, sino también a los demonios de su propia historia.
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EN LA MIRA│ShouRitsu
Fiksi PenggemarInmiscuirse en los pasillos más oscuros de su hogar no era buen ingenio. Sentía presencias más allá de lo intangible, un ojo gatuno que lo observaba a toda hora y en cada lugar, incluso entre sus sábanas y a la hora de rezar. No estaba preparado par...