Capítulo 5

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[Obra creada en dúo por @Violet-Link & Pavlopp ]

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La taberna

Para cuando la noche había caído la taberna ya se encontraba abierta, dispuesta y arreglada al mismo tiempo que el primero de los clientes habituales se dejaba ver en la entrada, sacudiendo sus pies de la tierra.

-Oh, ¿Thomas no está hoy?.- Interrogó la voz de aquél cliente, un hombre robusto de buen parecer.

-Lo sentimos señor Francis, Thomas descansará por hoy, nos complace poder atender a los clientes en su lugar.- Respondió Vio quién de un momento a otro se colocó tras la barra mientras que Poll se ocupaba de sacarle brillo a la última mesa.

-Entiendo... en ese caso, ¿podrían servirme un poco de ron? Sienta bien beber un poco luego del trabajo, y pensar que esos bichos casi arruinan mi cocecha de vegetales este año.- Prosiguió el hombre quién había tomado asiento en una de las butacas de madera frente a la barra.

Al oír su pedido, Poll instantáneamente abandonó su trabajo de limpieza siendo reemplazado por la joven Vio mientras que él se encargaba de buscar en las repisas un buen ron comprado a los mercaderes extranjeros que luego ofreció al hombre junto con un par de copas de madera.

-Gracias muchacho.- Finalizó el hombre.

Y en aquél momento más clientes comenzaron a llegar, entre ellos, una distinguida mujer de pelo negro con varias arrugas en su piel bronceada, se hallaba vestida con ropas de trabajo que yacían ligeramente manchadas de tierra después de un arduo trabajo en la siembra.

-Bienvenida señora Ana.- Habló Vio mientras se acercaba alegremente a la mujer.

-Oh niña, ¿Thomas no está hoy? Le he dicho durante días que se tomara un descanso, pobre hombre con sus ojeras por abrir toda la noche.- Respondió la aludida mientras tomaba asiento en una de las endebles mesas de maderas que daban con la ventana desde la cuál no se observaba nada más que la tenue luz de la luna en un cielo despejado.

-Se ha tomado un descanso, hoy nos encargaremos de atender a los clientes en su lugar, lo que me recuerda... ¿en qué puedo ayudarle?- Prosiguió la chica.

-Por favor tráeme un poco de tu pastel de atún, el otro día Thomas me comentó que eras tú quien hacía esas deliciosas comidas... ah niña, si puedes quisiera también un poco de jugo de naranja.- Comentó la mujer.

Al poco tiempo que Vio se retiraba a la cocina en busca del pedido mientras que Poll retiraba el polvo de las repisas con un trozo de tela a la par que, de tanto en tanto, atendía a un nuevo cliente.

Llevar la taberna con los asistentes del propio Clover no sería tarea difícil pues aquellas personas aunque trabajadoras, eran muy amables y humildes.

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