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Los celos son tan grandes cuando conquistan al ser humano, lo inundan horrible causando terribles trajedias para la sociedad pues se llenan de alta ira.

Pues desde aquel día MinKi había despertado y no encontró a su madre a su lado ella supuso que terminó durmiendo con el profesor quienes se habían quedado platicando hasta tarde. Aquello no le había gustado al niño por lo que seguía molesto con un puchero en labios y con un  mohín caminó escaleras abajo encontrándose con su profesor durmiendo en el sillón de cuero pero se sorprendió de ver que su madre no estaba con él por lo que se acercó a despertar al adulto.

-JongHyun, despierta Kim JongHyun.-Como principal acto de molestia mencionó el nombre completo de su hyung faltandole al respeto y su tono de voz era alto mostrando su verdadera furia con su rostro.

El mayor solo negó con su cabeza negándose a levantarse pero se siguió escuchando su nombre una y otra vez e incluso sentía como alguien le tocaba el rostro por lo que no tuvo más opción que despertar.

-¿Qué pasa? Buenos días...-habló cansado soltando un bostezo y tomar asiento para mirar al niño con brazos cruzados.

-¿Omma te besó?.-Ahora entendía perfectamente porque el menor tenía esos comportamientos de nuevo estaba teniendo celos a lo que JongHyun solo rió y lo atrapó en sus brazos tomando al niño por la cintura mirándolo a los ojos.

-No MinKi, no pasó nada tú madre está durmiendo en mi habitación, pero tranquilo no te pongas celoso bebé.

Habló para rápidamente darle un pequeño y típico beso de piquito como suelen decir muchas ancianas. El menor se puso nervioso pues no quería recibir un gran regaño por parte de su madre en caso de que los viera pues él sabía perfectamente que todo era un secreto.

-Hyung...-Dijo nervioso tapando su boca con ambas manos con el rostro más rojo que un tómate.

JongHyun le sonrió tiernamente y se fue directo a la cocina con el fin de preparar el desayuno que degustarán en cuestion de minutos.

El menor se moría de ganas por un pan untado con crema de cacao y avellana, pero el mayor opinaba que eso era poco para un almuerzo así que prefirió acompañar aquellas rebanadas de harina con una avena.

Justo cuando estaban juntos almorzando  miraban los programas animados infantiles, hasta escuchar pasos de la planta alta donde supusieron que la señora Choi recién despertaba de sus sueños.

Los miró desayunar y tomó asiento tomando una de las rebanadas de aquel pan con la crema untada mirando la programación infantil en el aparato electrónico.

-Buenos días señora Choi.-Sin dejar mostrar ninguna sonrisa habló mirando a la madre del pequeño pero está solo hizo una mueca.

-Omma, nuestro vecino preparó avena ¿Quieres un poco?.-Dijo el menor dando una cucharada de su tazón amarillo.

Pero de nuevo la mujer no habló manteniendo la mirada al televisor como si estuviera muy interesada de aquel programa en cuanto a la realidad ella lo odiaba.

-¿y bien a qué hora se van?.-Y ahora por fin JongHyun sonrió para la mujer pero MinKi logró verlo e igual que su madre una mueca se reflejó en él.

El dueño del hogar notó el comportamiento del niño así que solamente sonrió y por debajo de la mesa buscó con su mano la del menor para así entrelazarlas, pero este se sintió nervioso ya que le gustaba aquella sensación que salía de su corazón.

-Hoy, seguramente en la tarde.

Las primeras palabras de la señora Choi del día habían respondido una pregunta dejando a ambos chicos impactados pues al fin se había dignado a hablar y se sentían muy bien con ello. Aunque a decir verdad la respuesta no les gustó a ninguno de los dos ya que ellos querían seguir viviendo juntos otro período por lo que dentro de ellos lloraban internamente al imaginarse sus vidas distanciadas a cuestión de metros.

Al terminar el desayuno la señora Choi se asomó por la ventana viendo que el auto de su marido no estaba lo cual le dió oportunidad de dejarles en claro que era el momento de irse a casa.

-MinKi vamos a casar toma tus cosas.-Dijo sin despegar la vista de su propio hogar y caminar hacia este adentrándose en el para darse cuenta de todas las cosas tiradas en la sala de estar y ropa regada por cualquier dirección lo cual puso verde de coraje a la mujer tal cual como aquel personaje de ciencia ficción de los estudios Marvel.

Pegó un grito en alto que MinKi y JongHyun escucharon, pues ellos se encontraban aún tratando de despedirse siendo muy difícil para ambos de verdad.

En un suspiro se miraron frente a frente sin decir ninguna palabra.

-Te veré en la escuela, procura llegar temprano ¿De acuerdo?

-Si...Hyung...¿Qué pasará con la ropa que me compró?

-Deja aquí tus falditas yo las cuidare y cuando quieras venir a visitarme podrás usarlas.

-Le agradezco tanto hyung.- Con aquella palabras ambos de unieron en un cálido y bello abrazo quedándose así unos largos minutos.

MinKi no quería soltar por nada en el mundo a su compañero adulto, y este no quería dejarlo pero tenían que aceptarlo y la única manera en que logró separase del niño fue hacerle costillas debajo de sus axilas para que el castaño riera y se soltara mirándolo con una sonrisa.

Volvieron a mirarse y ahora MinKi teniendo su gran valentía besó la mejilla del moreno para ir corriendo a su casa.

JongHyun comenzaba a sentirse solo, pero la televisión con los programas infantiles le ayudaban, además no sería la última vez en que ambos se fueran a ver pues es algo que pasarían a diario pero no con los mismos horarios.

Amour Non Partagé (JREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora