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Aquel día el menor estaba muy débil, sus piernas no reaccionaban y sus lágrimas no paraba de salir más fuerte que las cascadas.

Escuchó como el hombre le gritaba a la mujer que callara a ese bebé que tenía poco en el mundo, MinKi supuso que cuando el estaba en lugar de su hermanastro era la misma historia del hombre gritando para que el llorón se quedará callado, mientras que la mujer se arreglaba procurando su belleza y dejando al bebé por su propia cuenta.

La noche llegó y MinKi temblaba de frío estando allí fuera de su casa hasta que escuchó como alguien le abría la puerta dejando la vista su padre.

-Min...Tengo que decirte algo.

-No....No quiero hablar hoy.-Dijo silencioso sin querer mirarlo.

-Mañana te irás.-Con aquello el menor levantó la mirada.-Minki hablo enserio, Tu madre y yo te inscribimos a un internado masculino para que aprendas lo que es tener pene.-Sin duda lo último lo dijo con odio mirando a su hijo de forma sería.

El menor se quedó estático con solo escuchar aquello no podía creerlo se iría solo por un tonto capricho por culpa de sus padres y de sus gustos.

Había visto que aquellos lugares eran como la correccional de menores por lo que tendría que mantenerse con cuidado en aquel lugar, ya que también había escuchado malas historias de niños que pasan cuando van a esos sitios pero lo que realmente le preocupaba era que dejaría de ver a JongHyun.

-estarás allá estudiando cinco años. Volverás aquí siendo una persona madura y decente sin esos sucios pensamientos.

-¿Cinco años? ¿No te parece que es mucho?.

-Para nada cuando tengas siguiente madurez yo lo juzgare y después yo decidiré si dejas el internado o no, aún eres menor de edad no puedes opinar.

El menor miró a su padre esperando que le dijera algo pero ninguna palabra volvió a salir de su boca, por lo que el menor simplemente miró a otra parte.

-Min, no quiero un hijo marica es por tu bien.-Dicho aquello el hombre dió leves palmadas en el hombro de su hijo y camino adentrándose a la casa.

El infante asintió y se dirigió dentro de esta encontrando la escena de su padre caminar a lo que sería su propia habitación y miró como su madre pintaba con un esmalte sus uñas de las manos y luego está se dirigía al sanitario del hogar sin importar que su hijo se adentrará a la casa.

Cuando dió el primer paso escuchó unos balbuceos que llamaron su atención caminó delicadamente a ellos y observó cómo su hermanastro estaba acostado en su cuna con aquel oso de felpa que le pertenecía a MinKi, cuando el menor miró a su hermano mayor este le sonrió tiernamente mostrando sus rosadas encías. El recién salido del hospital recordó que no quería a su hermano y le había dicho muchas cosas horribles pero cuando lo vió con aquella sonrisa ni se contuvo más y le sonrió acercándose a él para tomarlo en brazos con cuidado, pues era la primera vez que cuidaba de un bebé.

-Aún no sé tú nombre, nadie me lo dijo, pero...cuando yo no esté quiero que te cuides muy bien estando aquí ¿De acuerdo? Tienes una omma muy bonita pero algo exigente tú eres tan adorable, tal vez yo era como tú.

El bebé solo balbuceo dejando salir de su diminuta boca una burbuja de baba pero en el momento de reventarse ambos hermanos rieron por lo ocurrido.
Haciendo que MinKi dejará el odio que le tenía a su hermanastro y ahora comenzaba a quererlo como si fuera hijo del mismo padre.

-No sabía que un bebé olía tan bien, quiero uno, ¿te digo un secreto bebecito? Me gustaría tener un bebé cómo tu con mi hyung Jong.-Susurró lo último en el oído del bebé sabiendo que esté no le respondería con algún consejo o algo similar.

Amour Non Partagé (JREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora