40

124 10 1
                                    

El fuerte día de los enamorados tenía su comienzo así que las personas con su amor solían divertirse juntas y dar algunos paseos o incluso salir a comer todo románticamente.
En este caso era lo contrario pues la pareja no parecía estar enamorada ya que cada uno se dirigía a diferentes sitios.

-Ya me voy.-Dijo MinKi preparado para salir de su casa, pero su hyung solamente estaba listo para ducharse pues de aquella manera evitaba verse uno al otro.

MinKi no se sentía perdido después de todo pues iría a casa de su madre al otro lado de la ciudad lo que le daría mucho tiempo en llegar así colocó sus audífonos en cada oído y viendo por la ventana veía la hermosa vista de Seúl.
Al llegar bajó en su parada de autobús y retiro aquellos audífonos inalambricos guardandolos en su bolsillo del pantalón para dar leves golpes a la puerta de la casa de su madre, por suerte su dongsaeng fue quien lo recibió y lo tomó de la pierna con una sonrisa en su rostro.

-Hasta que te apareces por aquí, ¿Por qué dejaste la escuela? ¿Sabes lo mucho que le cuesta pagarla a tu padre?.-Con su tono de voz un poco violento hablaba la mujer asustando a su hijo menor sosteniéndose más de la pierna de su hyung.

-Omma, yo...solo quiero ser libre.

-¿Si? Pero era la oportunidad perfecta de quitarle dinero a tu padre para que tengas un futuro en la vida, MinKi no terminé mis estudios porque te tuve a ti lo más lógico es que tú también debiste de acabarlos y no ser un burro en la calle.

-¡Ya basta!.-Gritó el menor cansado de escuchar todos aquellos gritos levantando por primera vez su mirada y MinKi pudo observar como tenía aquellos ojos rojos y nariz hincada.

-¿Qué pasa? ¿Por qué tiene ese rostro?.-Habló ayudando a su hermano a levantarse agachándose a su altura y abrazarlo, pues se le notaba que lo necesitaba.

-Nada, solo que en ocasiones se comporta como tú haciendo berrinches y rabietas.-Respondió sin interés aquella señora cruzándose de brazos.

-¡No es cierto!, Es que omma y appa querían irse y me iban a dejar solito. Porque la abuela estará ocupada. Y no quería que me dejaran solo.

-Pero yo te puedo cuidar, omma tú y tu pareja pueden salir hoy, yo lo cuido, en lo personal odiaba cuando me quedaba una semana completa solo y no quiero que a él le pase lo mismo así que déjenlo conmigo.-Dijo seguro de sus palabras pues después de todo no tenía nada por hacer aquel día.

-¡Perfecto! ¡Bombón no consigas niñera!.-Gritó sonriente la mujer caminando a donde su pareja se encontraba para poder contarle del plan que ya se había planteado.

El menor sonrió volviendo a abrazar a su hyung pues siempre le sacaba de apuros y le ayudaba a ser mejor persona en la vida.

Los adultos tardaron un poco en arreglarse pero cuando estuvieron listos ambos iban muy guapos como si fueran a cenar con la realeza europea pues de gala vestían marcando formalidad en ellos.

-Adiós nos vemos mañana.-Dijo la mujer abrazando a sus dos hijos y salir por la puerta subiendo al auto.

-Cuidense mucho, Min si van a salir te dejé una llave de repuesto en la cocina, cierren bien la puerta y no abran a nadie que no seamos nosotros, ¡te amo!.-Hablaba rápidamente debido a la prisa para terminar con aquella expresión alargando la última vocal y abrazar fuertemente a su hijo besando su mejilla.

El menor solamente sonrió al gran amor que le daban, aquel niño también le correspondió a su padre y el hombre salió de la casa despidiéndose de mano a el castaño.
Pues él sentía confianza por aceptar a su hermanastro y cuidarlo como si verdaderamente fuera su hermano. Si antes no lo quería ahora le tenía un poco de aprecio por salvarlo en situaciones como esas.
MinKi solamente estaba feliz de ver que aquella persona si le daba amor al pobre niño.

Amour Non Partagé (JREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora