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MinKi bailaba muy contento con tanto ritmo y a la vez practicaban lo que en ballet le enseñaban, en cuanto escuchó el llamado de su padre este rápidamente apagó la música y se cambió a las prendas que anteriormente tenía puestas para ir a correr a donde su padre se encontraba.

-Llamaron de tu escuela, ¿Qué hiciste?.-MinKi se quedó sorprendido de que a su padre si le importará los sucesos que ocurrían en la escuela por lo que contento tomó asiento junto a él para hablar.

-hoy no fuí, pero el otro día unos chicos querían quitarme la ropa.

-¿Los golpeaste?.-el menor solo negó pues sabía que a golpes no resolvería nada por lo que prefería evitarlos.-debes de golpear a cualquier que te moleste, después de todo eres niño.

En un tono alto habló permitiendo que su hijo golpeara a las personas, sin embargo este no estaba de todo seguro de ser bueno o malo.
Se sentía como aquellos hombres de guerra ellos defienden  lo que creen correcto, pero en fin solo intentan matar al equipo contrario ¿Qué ganan?

-Tengo un hijo hombre, tienes que tener habilidades para golpear, intenta golpearme aquí, anda.-dijo su padre posicionándose para que el menor le golpeara en el brazo.

-Pero eres mi appa, no puedo.

-¿Tengo que hacerte enojar para que me golpes?.-el menor negó pues era muy difícil hacerlo enojar ya que lloraba antes por sentirse débil y eso le perjudica.-los pacifistas no triunfan en la vida, golpeame.

Era una afirmación, no ninguna pregunta pero MinKi seguía negando con movimientos en su cabeza prefiriendo tomar el control remoto de la televisión y prenderlo buscando algún canal perfecto para él.
Buscaba exclusivamente aquel donde pasaban música y hablaban de famosos internacionales como locales, pero debido a la presencia de su padre prefirió no poner aquel canal y ver algo más infantil decidiendo se por Bob esponja.

-Estupideces, ves pura estupidez en la televisión. Por eso estás así.-susurró lo último procurando que su hijo no le escucharán pero si sucedió por lo que mejor decidió  cambiar de canal.

Su padre quitó de sus manos el control remoto con extremo negativismo para él mismo decidir un buen canal a su gusto dejándolo en el número veinticuatro pues había un comercial de un car wash donde unas chicas en bikini protagonizaban el anuncio publicitario. 
El niño sólo miraba lo que le ponían en el televisor.

-Esas si son mujeres no como tu madre.-dijo muy orgulloso de aquel comercial para luego mirar a su hijo que no había dicho absolutamente nada, lo cual le pareció extraño pues después de todo ambos eran hombres y compartían gustos sexuales, pero su hijo era diferente y bien lo notó el señor Choi

-Iré a la tienda necesito unos tragos.

-¿Puedo ir contigo? Me da miedo estar sólo.-su padre hizo un ruido amorfo pero permitió que su hijo le acompañara. Saliendo ambos de la casa para caminar a la tienda de conveniencia más cercana.

El niño tomó la mano de su padre pero éste  la apartó rápidamente  cruzando la calle sin explicarle a su hijo cómo atravesar esa zona transitada.

-¡Appa!.-se escuchó al niño gritar junto a un claxon de algún automóvil y el rechinar de el mismo auto.

Por más que el señor Choi no quisiera voltear lo hizo poniéndose un poco furioso de ver que estaban a punto de atropellar a su hijo. Por lo que se regresó por él tomándolo de la muñeca bruscamente para caminar lejos de la escena.

-¡Cuide a su hijo!.-gritó el hombre que conducía el vehículo, pero el señor Choi hizo oídos sordos fingiendo no escuchar.

-Debes de tener cuidado al cruzar niño tonto, si te llegarán atropellar te juro que allí te dejo.-minki solo asintió sin decir nada puesto que sabía que pronto se vendría un regalo de su padre y como predijo se hizo realidad puesto que los pasos de ambos se detuvieron y el hombre frente a su hijo le gritó dando un golpe en su pequeño trasero.-¡CUANDO YO TE HABLO TIENES QUE CONTESTAR!.

Amour Non Partagé (JREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora