Amour Non Partagé (JREN)

19

MinKi despertó un poco mal debido a que realmente no quería levantarse temprano por lo que prefirió quedarse en cama, sin embargo recordó lo que el profesor le había dicho.

"Quiero verte feliz".

Lo cual significaba que JongHyun realmente quería ver a MinKi por lo que le dió una enorme ventaja de querer moverse de la cama para ir a vestirse y salir de allí caminando solo a su institución.

El camino jamás había Sido tan largo como aquel día por lo que volvía como antes golpeando los litos del suelo viendo cómo rodaban estos.
Miraba directamente al suelo a pesar de que supiera los riesgos acerca de ir solo por la calle no estaba al tanto prefiriendo ir lentamente hasta que sintió una persona golpear con él.

-¡niñita! Te extrañe mucho, sin ti no es lo mismo aquí en la escuela.

-No soy niñita, ahora déjame en paz.-Dijo sin querer mirarlo pero aquel sujeto con un solo movimiento provocó que el peli-largo cayera al suelo tropezando con el pie del agresor.

El niño soltó una carcajada y caminó al instituto antes de que fuera demasiado tarde, MinKi se levantó por sí solo y caminó a su colegio siguiendo al sujeto.

Era la primera vez en que el menor no llegaba sonriendo pues había amanecido bastante mal por lo que profirió tomar asiento en su lugar hasta que el profesor Kim llegó comenzando a dar la clase tranquilamente ignorando el hecho de que su alumno favorito no hiciera nada y solo mirara la pizarra. Literalmente MinKi estaba volviendo a ser el mismo niño de antes debido a sus malos días en casa.

La hora de deportes se atravesó así que tuvieron que irse todos los estudiantes a cambiarse porque JongHyun dió la señal de dejar el salón completamente solo.

-MinKi, tú te quedas, quiero hablar contigo.

Este no quería obedecer pero soltó un suspiro y regresó a su asiento tomando asiento.

-¿Qué ocurre? Veo que en cada no está todo bien, MinKi recuerda que eres hermoso sonriendo no me gusta verte así me haces sentir triste y no es bonito créeme.

-Omma se va a ir.-Fue suficiente para que JongHyun le abrazara sintiendo que el menor lo necesitaba de verdad.

-¿Irás con ella?.

-Si me voy con ella me iría de la ciudad y no te volvería a ver, yo quiero estar contigo así que accedí a quedarme aquí en Seúl.

JongHyun sintió la situación verdaderamente difícil para el menor por lo que siguió en aquel abrazo siguiéndolo con un gran apretón fuerte evitando ambos lágrimas por parte de los dos, JongHyun no soportó más y lleno de besos el rostro del menor sin importarle que alguien los viera pues ya se le ocurriría una excusa para decir por lo pronto procuraría tener su momento a solas.

-Gracias hyung, pero eso no ayuda.

-Escucha...te amo MinKi, te amo demasiado comencé a tomarte mucho aprecio así que haré todo lo que me digas por tu bien te ayudaré déjame esto a mi ¿De acuerdo? Te prometo que jamás derramaras ninguna gota de  tus ojos.

Con todo el atrevimiento beso delicadamente sus labios y de alguna extraña manera el menor se sintió mejor por lo que se dirigió a los vestidores pensando en otras cosas para que su mente no programara llanto en el horario escolar.

-Niña, este es el vestidor de hombres ¿Qué haces aquí?.

-¿Quieres llorar?

-Tipico las niñas lloronas no aguantan nada.-Si sus compañeros de aula seguían con aquello pronto soltaría su llanto por lo que trato de ahogarlo pero se le hacía completamente complicado.

-¡YA BASTA! ¿Jamás lo entenderán? Ya me harté que siempre me digan cosas o me dañen, ¿Cuántas veces tendré que decirles que paren? No soy su payaso de circo para que se diviertan conmigo.-Gritó provocando que sus compañeros se quedarán impactados para finalizar con una carcajada.

-¿Te crees muy rudo?.-Con aquello uno de los agresores se lanzó contra él provocando que ambos cayeran al suelo.

Muchos más estudiantes se acercaron a querer ver la pelea pues aquellos tres compañeros comenzaban a golpearlo, unos tiraban golpes al rostro de la persona en el suelo, mientras que otros turturaban el cabello del menor jalandolo fuertemente, los otros pateaban al cuerpo de la víctima mientras que los espectadores gritaban insultos al menor.

-¡alto!, Niña si de verdad quieres ser un hombre toma, si lo haces te dejaremos de molestar y si no seguirás siendo esa tonta niña marica.-Habló enseñando unas tijeras para luego hacer una seña de que se cortará el cabello.

MinKi temeroso con los labios trepidando rápidamente con su cuerpo adolorido se puso de pie pero tropezó al no lograrlo, muchos se rieron y lentamente obtuvo las tijeras en sus manos, la gente miraba emocionado la escena.
El perjudicado asustado cerró sus ojos y sin pensarlo introdujo sus dedos a los agujeros de las tijeras pasándolo a su cabello como si fuera una alisadora de pelo y sin pensarlo cortó un mechón de su largo cabello.

Nadie le creyó que fuera capaz pero MinKi quería acabar con todo el sufrimiento cortando desesperadamente su cabello sin importarle que no tuviera forma alguna donde comenzó a llorar para tirarse al suelo y continuar con su llanto.

-¡Idiota!.-Dijo uno de sus compañeros llevándose a todos los espectadores con él y dejar al niño llorando completamente solo.

MinKi se quedó llorando por más tiempo allí hasta que se armó de valor y se puso de pie para correr lejos de la escuela dirigiéndose a su casa donde miró a lo lejos como su padre golpeaba a otro sujeto con el cual su madre se besaba en secreto, mientras que la mujer no reaccionaba del todo.

Quería gritar y detener la pelea pero sabía que el dañado sería él, su valentía se apoderó de el castaño y corrió interpusiendose entre los adultos pues normalmente él era muy pacifista.

Su padre por pura inercia de golpear al hombre con el cual estaba furioso terminó golpeando a su hijo el hombre se sintió mal al ver como estaba su hijo con el rostro hinchado sangrando de su labio y rasguños con moretones en su cuerpo sin olvidar la ausencia del largo cabello del menor.

-¡Los odio! ¡Odio a todos!.-Gritó llorando alejándose de allí hasta que su cuerpo lo permitió y terminó escondiéndose debajo de un puente.

Encontrándose con un sujeto que apareció pues al parecer era un triste vagabundo quien amablemente le ofreció comida y este comió allí desahogando se con el llanto sin decir que había pasado.

El vagabundo era muy amable con él pero este se negaba a hablar.

-Normalmente duermo en un callejón ¿Quieres venir conmigo?.-El menor negó aferrándose a quedarse debajo del puente.-Soy JongDae si necesitas algo puedes confiar en mí me encuentras en cualquier sitio de esta zona.

Sonrió contento para luego irse directo a su callejón, el niño soltó un suspiro pensando en como era de amable aquella persona. Anhelaría que sus padres fueran como ellos.

-Quisiera no existir más.-Habló triste volviendo a caminar solo por las calles de Seúl encontrándose con el famoso río Han y sentarse a la orilla de esta, colocando sus pies al agua.

De verdad tenía tantas ganas de lanzarse al agua sin importarle la profundidad ya no quería saber nada de nadie al igual que no quería que la gente supiera de él aun así no lo extrañarían.

Miró a su derecha el puente del río y se decidió a caminar sobre este para terminar con su plan, en cuanto subió una pierna para colocarse a la orilla rápidamente alguien lo sostuvo cargándolo como si fuera una princesa al levantar su mirada se encontró a JongHyun su mejor amigo por lo que no pudo más y se lanzó a llorar en su pecho hasta quedar profundamente dormido como si fuera un bebé.

Cuando el dolor te carga de esa manera de verdad no quieres nada y lo que más deseas es morir, así fue con el pequeño quien se enteró de jamás vivió feliz y todo había Sido ideas de su mente.