33 ( SPANISH)

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UN PAR DE HORAS DESPUÉS, EN LA OFICINA DE PRESIDENCIA...

Arthit terminó de colocarse la camisa mientras observaba el rostro de Kongpob.

"Está profundamente dormido...", se dijo mientras dejaba entrever una leve sonrisa. Y es que, ni en sus más locos sueños, hubiera imaginado que su Kong fuera ha dejarle ser el activo... nunca lo había sido, ni una sola vez, en todos los años que habían estado juntos.

Aunque tampoco era que se quejara.

No.

Lo cierto era que, a pesar de que jamás lo admitiría, adoraba sentir los besos de Kong, sus caricias mientras que, con cada embestida, le hacía tocar las estrellas. Y luego, sentir cómo se derramaba en su interior... notar el leve dolor que le indicaba que ese hombre era suyo y solo suyo...tal y como él lo era de su Kong.

Como siempre lo había sido...

No, sin duda debía reconocer que no había tenido ninguna queja.. al contrario.

Pero, cuando había oído su propuesta, no había podido evitarlo. Por su mente habían pasado un sin fin de fotografías del joven con esas chicas... con Namtarn y... la necesidad de hacerlo suyo, de marcarlo como él había hecho tantas otras veces, había podido con todo lo demás...

Arthit suspiró, desviando la mirada de los arañazos que comenzaban a enrojecer en la piel morena del joven.

"¿No que ibas a alejarte de él?", se recriminó mientras pensaba en la joven en cuyo vientre estaba el hijo del gran amor de su vida, "¿no habías decidido enterrar tu amor y dejar que fuera de ella? Entonces...¡que diantres es todo ésto, Arthit!"

Y es que no había pensado en Nam...

No había siquiera recordado ese hijo que la joven llevaba en su interior...

Había podido más su amor y el deseo de volver a estar con su Kong... que su promesa a la que había sido su mejor amiga, su primer amor.

El joven se llevó las manos a los ojos, levemente húmedos. Instantes después, mientras se mordía el labio inferior para no dejar escapar ningún sollozo, dio media vuelta y se marchó del cuarto dejando a Kongpob sobre la alfombra de su oficina.

Completamente desnudo.






ESA MISMA TARDE, TRAS LAS HORAS DE OFICINA....

En una cafetería cercana, la Señora Rojnapat ordenaba un café y un batido de fresa para Aura mientras aguardaba, con impaciencia, la llegada de Kongpob.

Cuando el joven la había llamado, la mujer había notado un tono en su voz que le había hecho pensar y... sobretodo, preguntarse qué habría en esa bolsa que tanto había afectado al muchacho.

¿Sería por los regalos?

¿O tal vez por la carta de Bow?

Lo cierto era que no lo sabía pero... sin duda, pensaba averiguarlo.

- " Buenos días" 

La mujer levantó la mirada con rapidez mientras que Aura, con una gran sonrisa en su rostro, saltó de la silla y corrió a los brazos de Kong.

"Le ha cogido cariño con tanta facilidad...", se dijo la Señora Rojnapat mientras observaba cómo su nieta enterraba su carita en el hombro del joven mientras que éste, tras aupar a Aura, se volvía hacia el camarero para pedir un café helado.

AN ETERNAL LONGINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora