41 END (SPANISH)

1.7K 74 16
                                    

DOS SEMANAS MÁS TARDE...


Kongpob observó a la joven que, tras los cristales que separaban la sala de visitas de la zona ocupada por los detenidos, le sonreía felizmente.

No faltaba mucho para que el juicio comenzara y, sin duda, muchos le habrían dicho  que lo mejor hubiera sido no hacer caso a la petición de la joven. Pero, cuando su abogado defensor le había informado de que Namtarn quería hablar con él, a solas... no había podido negarse.

No cuando, una parte de él, seguía pensando que todo había sido culpa suya.


"Si tan sólo no hubiera ideado ese estúpido plan para recuperar a Arthit... si no hubiera aceptado su ayuda la primera vez que me la había ofrecido..."


- "Kong... lo siento" - murmuró Nam mientras colocaba una mano sobre el cristal - "yo.. no debí hacer eso, no debí dispararte".

Kongpob suspiró, recordando el instante en el que, tras ver la expresión de odio en el rostro de la joven, había escuchado el disparo. 

- "Nam... yo... yo no se qué decir".

La joven sonrió, negando con la cabeza.

- "Siento que ésto acabara así pero... no te preocupes. Todo se va a solucionar" - comentó Nam con una leve sonrisa que, al ver la expresión de sorpresa del joven, aumentó de tamaño.

- "No he podido acabar con él pero... espera a que salga de aquí, te prometo que me voy a encargar de que no nos moleste más"

Kongpob palideció, observando cómo la joven unía entonces su brazos y comenzaba a moverlos, lentamente, como si estuviera acunando a un niño. Todo ello mientras comenzaba a entonar una nana.

- "Y entonces... entonces podremos ser felices junto a nuestro hijo" - continuó diciendo la muchacha - "¡fíjate Kong.... ha salido a tí!".

--------------------------

Arthit levantó la mirada en cuanto oyó cómo la puerta de la habitación se cerraba con cuidado.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Su padre, aún recostado en la cama de la habitación del hospital, dormía plácidamente mientras que su madre, con una revista en sus manos, leía mientras se llevaba a los labios una taza de té.

- "Kong..." - musitó el joven al notar la expresión preocupada de su prometido.

- "Oon... yo.... tengo miedo" - susurró Kongpob mientras abrazaba al joven y enterraba su rostro en su pecho - "ella... ella..."

Arthit frunció el ceño.


¿Ella?

AN ETERNAL LONGINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora