Mi Best Friend ||CHRISTOPHER VELEZ||

|27|

Después de tomar nuestros helados, con Christopher decidimos ir una feria que había cerca de aquí.
Cuando llegamos a la feria mis ojos se iluminaron, había muchos puestos de juegos, y una de ellos el que más amo, el de tiro al blanco pero con dardos.
¿Saben por qué lo amo?
Exacto por qué en ese juego conocí a Christopher Vélez .

— Ven— Christopher me tomo de la mano y me llevo al puesto de dardos— Deme uno — la chica pelirroja le dio tres dardos.

Christopher a la primera le erro, pero luego las dos que le quedaban le atino.

— Muy bien señor, escoja su regalo — hablo la pelirroja señalando hacia arriba donde habían muchos peluches.

— Quiero ese — señaló a un panda.

— Tenga señor, hacen una linda pareja — nos miró a ambos — ¿Hace cuánto que son novios?

Cruce mí mirada con la de Christopher.

— Amm, no nosotros...

— Dos años — hablo Christopher interrumpiendome, lo mire extrañada.

— Se ve que se aman— le sonrei a la chica — espero que sean muy felices.

— Gracias señorita — dijo amablemente Christopher.

— Hasta luego — hable tímida.

Con Christopher nos quedamos hasta la noche , jugando y jugando, y comiendo claro.

— Chris ya es tarde, creo que debemos irnos— dije mirando mí reloj.

— ¿Quieres irte?— lo mire a los ojos.

¿Quiero irme?
Claro que no, me quedaría toda la vida junto a él.

— No, la verdad no — le sonrei — si estoy contigo no me importa la hora — lo mire a los ojos.

— Eres tan tierna — se acercó a mí y me acarició la mejilla.

Sentía que mí corazón iba a explotar en cualquier momento, Christopher iba acercandose muy lentamente, por impulso cerré mis ojos y al instante sentí sus suaves labios sobre los míos, son tan perfectos y carnosos.
Le seguí el beso, y coloque mis brazos sobre su nuca atrayendolo más a mí para que el beso sea más intenso.

No quería que este beso se termine nunca, pero por la falta de aire tuvimos que separarnos.

— Hace tiempo quería hacer eso.

— Igual yo — susurré mirándolo a los ojos .

— Te amo Sam— me sonrió y acarició mí mejilla.

— Yo te amo más Christopher— me acerque a él y lo bese, un tierno y corto beso — ¿Vamos a la casa? Ya es tarde y mañana tienes ensayo.

— Bien, vamos — me tomo de la mano— Mañana puedes venir con nosotros si quieres.

— Eso sería genial — le sonrei y fuimos por el auto que quedó estacionado en la heladería.

Unos 30 minutos más tarde llegamos a la casa, y cuando entramos nos dimos cuenta que no había nadie, entonces se me cruzo una idea por la cabeza.

— Ya que no hay nadie, ¿Palomitas y películas de terror?— dije como una ñina pequeña.

— Por supuesto linda — Christopher reía por mí forma de actuar.

— Bien, prepararé la Palomitas y tú busca las películas — salí corriendo para la cocina, escuchaba como Christopher de reía de mí.

Una vez que las palomitas estaban echas, las coloque en un bowl y prepare jugo de uva para mí y de naranja para Christopher.