Capítuo 6 "¿O si?"

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Las personas fueron disminuyendo poco a poco; y pude ver mi casa sin cuerpos tirados: estaba asquerosa. Vestidos, ropa interior, espumas, confeti, vómito, botellas de alcohol, cigarrillos, bolsitas de droga, todo esparcido por el suelo y los muebles. Ya no había nadie dentro de la casa, pero si en el patio,  así que decidí subir a mi habitación.

Le ordené a las criadas que limpiaran el desastre y subí corriendo por las escaleras, casi resbalándome en un escalón a causa de un líquido —que no tenía curiosidad en saber que era. Maldije en voz alta y amenacé a las criadas con que si volvía a resbalarme, su cabeza estaría disecada, en una pared de mi cuarto. Abrí mi puerta con un estruendoso portazo, haciendo que mis CD’s cayeran de los estantes que estaban pegados a mi pared. ¡Maldición!

Corrí lo más veloz que pude y me puse de rodillas, para tomar mis CD’s.

—Oh bebés, preciosos, ¡lo siento demasiado! No fue mi intención, mis amores… —los atraje a mi pecho y los abracé. Besé delicadamente la portada del disco Warning! High Voltage de AC/DC y los volví a poner en su lugar.

Mi cama estaba desecha, probablemente de una pareja que quiso hacerse de las suyas. Y los cojines estaban por toda mi pieza. Fui al armario y saqué ropa y zapatos de este, para después meterme al baño y darme una merecida ducha.

El agua caliente corría lentamente por mi cuerpo desnudo, dejándome en una tranquilidad imposible. Al terminar, salí y me puse unos vaqueros cortos, una blusa holgada color negra con escote en “V” y unas converses rojas. Tomé mi cabello y lo transformé en una coleta alta; para después maquillarme. Tan sólo me apliqué una base, rímel y mi fiel labial rojo carmesí. Después bajé.

Suelo tardarme demasiado en mis preciadas duchas; porque ahí puedo estar sola, sin personas irritantes que inundan mis oídos con preguntas y frases estúpidas. ¿Qué no entienden que me vale si su abuelo murió? ¿Qué me vale si se comieron un chocolate en la mañana? Y aunque Mía es con la única que paso mi tiempo, ella aún es irritante. Saben; aunque no me guste admitirlo, me gusta que me lleven la contraria: las peleas hacen de la vida más interesante. »¡Oh! Y el sexo, por supuesto.« Y Mía hace todo lo que yo le digo…

Mi vida prácticamente se basa en hacer maldades con Mims, criticar a las personas, ir a fiestas alocadas, colocarnos, emborracharnos y ¿Por qué no? Tener sexo.

Pero a veces la misma rutina todos los días puede ser aburrido. Se necesita salir de la ciudad, hacer un viaje por carretera, conocer nuevos individuos, correr maratones, comer pasteles de chocolate, escalar montañas, gritar a todo pulmón todo lo que llevas dentro. De eso se trata la vida. De hacer cosas nuevas.

Para cuando bajo las escaleras, la mitad de la casa ya está limpia, y las criadas, al verme, aceleran el ritmo, limpiando y sacudiendo a la velocidad de la luz. Ruedo los ojos. Es demasiado divertido ver el terror que causo, el horror que se expresa en sus ojos en tan sólo hacer contacto visual con ellas. Humorístico.

Me dirijo a la sala de prácticas, donde es el lugar en donde los instrumentos que tocamos Destiny y yo se encuentran. La sala tiene paredes azules grisáceas, y por toda la pared hay instrumentos colgando: guitarras acústicas, guitarras eléctricas, un violín, tres banjos & un par de cellos. En un estante están las panderetas, harmónicas, y los triángulos. En una esquina está la batería y el cajón peruano y en medio de la grande sala hay un precioso y gigantesco piano negro. Ventajas de ser millonario y poder tomar clases para saber cualquier instrumento.

Addicted to your poison | R.L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora