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Sonrió. - Claro, no estaría nada mal.
Cruzando la vereda con las manos entrelazadas, llegaron al pequeño local, Jungkook abriendo la puerta dejando que pasara el menor primero.
Pidieron unos barquillos dobles, de vainilla y café. Luego tomaron un lugar.
- Espero y compres pronto un nuevo teléfono, no puedo esperar más para mandarte los screenshot del overwatch. - Jungkook lo miró a los ojos sonriendo, levantando un poco sus labios para darle una pequeña mordida al helado.
- Estoy ansioso por ver eso. - Rió el castaño lamiendo de poco a poco el chocolate que resbalaba por estarse derritiendo.
El ambiente era cálido, a pesar de estar en la época de otoño, donde no se podía diferenciar si el clima estaba frío o no.
Siguieron hablando sobre algunos temas (obviamente overwatch) pero había algo más abrumante en la mente de uno.
- TaeTae, no es por ser entrometido, pero la duda me carcome.
- Dime. - Canturreó totalmente concentrado por terminar la parte de vainilla e iniciar con la de café.
- Cuando nos juntamos, que salió un poco de sangre de tú nariz, me preocupaste mucho. Quiero saber que tienes Tae. - Comenzó rascando su cabeza pensando que era atrevido preguntar eso. - Y no es la única cosa que he notado, te he observado muy bien como para saber que tienes algo.
El menor abrió los ojos, sorprendido o asustado, siquiera pensaba que la emoción que sentía existía.
Han sentido esa sensación en la boca del estomago como si fuese estrujado fuertemente y hace que tu corazón lata rápido, para luego provocarte nauseas.
Como si fuese la angustia un liquido que no puedes pasarte por la garganta.
- ¿Qué es lo que escondes Kim Taehyung?
Nunca en la vida se había sentido de esa manera, tal vez si, y puede que lo haya olvidado, pero Dios, siquiera esto puede asemejarse a la vez que le diagnosticaron su pequeño problemita.
Esquivó la mirada interrogativa de su hyung, la ansiedad crecía en su interior al tener que explicar eso.
- No... No es algo de que preocuparse realmente. - Rascó su cabeza riendo con nerviosismo. - Está controlado.
- No te creo.
- ¿Eh?
- Yah, Taehyung, cuando mientes muerdes de más tus labios. - Habló acercándose a el.
Su espacio personal empezó a sentirse invadido cuando Jungkook lo tomó del mentón obligándolo a mirarlo.
- Vamos Tae, dilo, estás haciendo que me preocupe más.
