Recuérdame.

Capítulo 4.

Desperté sintiendo algo pesado sobre la cama, por lo que empiezo a tocar, pero no logró identificar lo que es, por lo que sigo tocando y tocando hasta que entre mis dedos en dos agujero para luego sentir como absorbe, al sentir dicha sensación me sobresalto callendo de la cama haciendo que despierte por completo.

Al levantarme del piso puedo verlo, leyendo lo que había escrito la noche anterior antes de caer rendida a la cama.

-Nunca te conformas, siempre tan extremista-

-¿Qué? No lo soy- mentí, siempre me había gustado las emociones fuertes, pero no todo el tiempo era así, también me gustaba quedarme recostada sobre el sofá mientras comía papas fritas.

-Entonces que es esto, eh?- pregunto mirándome con seriedad.

-Ahs, eso no es nada- levanté mis manos hacia el aire dándole poca importancia. -pero... esas son las cosas que hice antes de ser secuestrada- me dirigí con seriedad hacia él.

Él me miró por unos segundos para luego decir lo siguiente.

-Ve a darte un baño, estabas babeando- mientras se levanta de la cama. -iré a preparar el desayuno. Ah, tienes ropa en el closet. Nos vemos en el jardín- saliéndo del cuarto.

Al él irse empiezo a caminar hacia el baño cuando me detuve a observar que había cambiado las flores del florero, eran hermosas, que sin pensarlo dos veces me acerco a ellas a olerlas al hacerlo recuerdo a Alex,  pues eran sus flores favoritas, por lo que un rastro de tristeza pasa por mi rostro. Me aleje de allí y fui al baño, para hacer todas mis necesidades y al terminar me visto, con una camiseta, pantalones rasgados y unas vans para luego salir y empezar a bajar las escaleras cuando le escucho.

-¡Ya baja de ahí sino quieres que te baje yo mismo!-

-Esta muy temprano para que andes gritando- gruño mientras camino para ir al jardín, al ver el jardín me emociono pues era hermoso y espacioso.

Al estar en completa distracción  observando el hermoso paisaje siento como algo rodea mi cintura, eran sus manos... - Tú, tú eres lo más hermosos que hay aquí, en este mundo, en este universo- lo dice en susurros en mi oido.

-¿Qué haces?- me alejo un poco de él.

El por unos segundos se queda mirándome extrañado, pero luego lo toma normal formandose una sonrisa en sus labios -Puedo tomar tus alagos...-.

Mis ojos se abrieron como bombillas al escucharle -¿ere el jardinero?- pregunté interrumpiendole.

-¿Me podrías dejar terminar?- yo asiento por lo que el empieza a caminar para sentarse en unas se las sillas - Ya que soy el aprendís del jardinero y fui yo quien lo hizo está vez-

-Oh, genial. Esta muy bonnieto, sigue así-

-Me encanta cuando dices bonnieto, aproposito ve a la cocina ya que estas parada sin hacer nada y traeme mi laptop-

Lo mire algo raro por unos segundos, ya que en su presencia nunca había mencionado la palabra bonnieto, Para luego ir a la cocina, cuando entro y me acerco a la laptop puedo ver de reojos a alguien, por lo que me da curiosidad, me asombre mucho, ya que la chica se parecía mucho a mi, bueno no se parecía, era yo, de espaldas, mientras dormia.