Recuérdame.

Capítulo 11, Hablemos sobre nosotros.

Arlet:

Me sorprendió mucho el hecho de que me besara y aún más de que le haya correspondido, aunque todo eso se fue cuando se separó, un deseo inmenso me invadió provocándome ira, me molestaba el hecho de que no me permitiera disfrutarlo pero lo dejaría de lado, cosas asi son las que no puedo sentir cuando el juego aún no termina, no sabía de este hombre y aunque me sintiera comoda con el, no podía permitirme tales cosas, por lo que seguí la conversación anterior pero antes de decir algo, el ya me había callado con sus palabras.

-Claro, sino no te hubiera comprado aquel día- dice soltando una risita volviendo al lugar en donde se sentaba.

- Pues eso era lo que supuse- trate de disimular la sensacion que me causó sus palabras.

-Oh, genial. Oye, ¿podrías quitar esa silla que pones al cerrar tu cuarto de noche?-

Quise reír, pero no lo merecía, el estaba intentando entrar al cuarto de noche, -¿para qué?, ¿por qué?- esas palabras salieron de mi boca pero no me arrepenti, era algo que quería saber.

-Hablemos sobre nosotros- el cambio el tema de manera descarada.

-Hablemos sobre Tonny y Alex-

-Ellos están bien, ya viste sus últimas publicaciones-

Oh, sí. El juego este.

-Oh- dije recordando. -y bueno... ¿de que trabajas?- dije sin saber que más decir.

-En varias cosas- responde tomando otra lata de cerveza.

-Entonces si eres traficante de órganos- me remuevo en mi asiento para verlo mejor.

-No lo soy, lamentó la decepción-

-Es tarde- fingo dolor, llevandome la manos al pecho y gritando "¡me duele, me duele!".

-Esta niña- niega con la cabeza.

Despues de eso, nos pusimos a cantar, más bien yo lo hice mientras el era mi público, contar historias un tanto aterradoras y por último, no se cuando ni por qué, pero me encontraba bailando junto a él, al compás. Mis ojos subieron encontrándose con esos ojos, esos lindos ojos que sin darme cuenta mi cuerpo como mis ojos se quedaron atrapados, se sentía la tensión.

Nos quedamos ahí, mirándonos mientras bailamos hasta que el unas de sus manos bajaron hacia mi cintura, haciendo que por un segundo deje de respirar. Su frente se posó en la mia para luego bajar a mi hombro y decirme una palabra que me hizo separarme  de inmediato de él,  se sintió como una sensación ya vivida, un deja vu.

Mi respiración se volvió agitada, no me sentía bien.

-Por...- se detiene a medias, pero lo retoma, -¿porque te sonrojas?- tornando su voz algo burlona.

-No te burles- mi respiración toma su ritmo normal, tras está me decidí por irme dándome la media vuelta para dirigirme hacia la puerta.

A poco de abrir la puerta siendo que alguien me toma por la mano dándome la vuelta, cuando lo hace este me mira y me abraza colocando sus brazos al rededor de mi cintura y su cabeza en mi hombro, cuando nuevamente me dice al oído aquella palabra... "Recuérdame" y me tenso.

Él añade lo siguiente.

-Quita la silla de la puerta, o me veré obligado a entrar a la fuerza-

Suspire, si un gran suspiro, volviendo a darle la espalda. -Buenas noches...-

-Ah, pero antes- le escucho decir detrás de mi. -He tomado, estoy cansado y por último, me atraes-.

Volví a suspirar - Lo sé... te arraigo desde aquel día en el que me compraste, no lo olvido. Pero... ¿por qué?-

-Ve a dormir, mañana te lo diré-

Asenti abriendo la puerta y desapareciendo de su vista. Ya me encontraba bajando el último escalón cuando me preocupe por como se comportó, fue demasiado extraño hasta me había besado. Finalizando ese pensamiento subo para encontrarlo hablando por teléfono

-¿Qué te pasa?... ahs, a mi no me vengas con cuentos, deja de hacer lo que estás haciendo ahora mismo y intenta contactarlos, Diles que estaré de regreso. No quiero errores, que todo este preparados para entonces... ¡NO! no no, sólo tengo semanas lejos y todo está hecho un desastre-

Cuando terminó la llamada tomo las cobijas, y el mini refrigerador hacia mi dirección, me doy la vuelta lo más rápido posible y me voy a toda velocidad a mi cuarto.