Capítulo 14, No te voy a vender.

10 4 0
                                    

Conteste de inmediato, no iba a perder ningún segundo más.

-Hola- dijo seco -¿Dónde estás y con quien?- pregunto cómo si supiera que hubiera salido.

-Estoy en una reunión, vine con Jeremy como su tutor, pero volveremos a casa porque ya se ha terminado- le contesté sincera.

-Esta bien- colgó.

¿Así sin más? A este se le ve lo romántico a kilómetros. bromee mentalmente pues de verdad no me imaginé que sería así cuando volvieramos a hablar, parece que me he equivocado.

Después de la llamada Jeremy me pidió que nos vayamos porque debia organizar algunas cosas en casa que sino lo hacía ya, le tomaría mucho ma tiempo de lo planeado y así volvimos al auto para ir a casa.

-Oh- Jeremy solto como sorpresa, -¿vio eso? Esto y seguro que he visto al señor y a usted juntos en ese lugar- señaló por lo que voltee para mirarlo y frunci el ceño.

-Es cierto que he estado ahí pero ha sido rápido, no me quedé mucho tiempo y definitivamente no fue con él- me avergonce un poco al recordar el momento.

Flashback.

-Vamos, estas más borracha. Ya te he dicho que no te quedes viendo novelas mientras tomas alcohol- había dicho con el ceño fruncido.

Le di una sonria divertida -¿Que te pasa? ¿Ya no puedo tener libre expresión?- hice un puchero y corrí en circulos con los manos extendidas formando un avión.

Una voz interrumpió mi pensamientos, era Jeremy.

-¿Segura?- preguntó.

Asenti.

Cuando llegamos a la casa Jeremy me agradecío y se fue sin más de mi lado, por lo que yo subí las escaleras y me lancé sobre mi cama, estaba muy cansada y lo peor es que no sabía de que pero igual sentía que había limpiado toda la casa y después me dediqué a correr un maratón.

Di un largo bostezo, ya era hora de tomar una ducha para ir a cenar.

Cuando me ducho veo que no había mucha ropa en el closet, revise el cesto de ropa sucia y estaba vacío, por lo que deduzco que Carmen ha lavado todo sin importarle que estuvieran algunas limpias, así que tomo lo único que tengo y bajo las escaleras para luego ir directo hacia la cocina, cuando llegó puedo notar que él está sentado comiendo helado de vainilla ¿a estas horas?. Él al darse cuenta de que soy yo se gira hacia mí.

-Hola Arlet- dijo mi nombre en forma seductora -¿me extrañaste?-

-Hola- le contesté para luego ir a la nevera y tomar también un poco de helado, ¿que puedo decir? No puedo negarme a comer helado de vainilla. Cuando tomo un poco de helado me siento junto a él.

-Dejenos solos- dice refirendose a Carmen y está rápidamente se retira.

-¿Por qué hiciste que se vaya? Ni que fuéramos a hacer algo que ella no pueda ver.

-¡Oh, vamos! vas a comer helado, eso es algo que no me gustaría que nadie más viera, además quería decirte algo- aclaró.

-¿Que cosa?- dije para luego darme una cucharada del delicioso helado y de verdad que lo estaba.

Él se levanta de su asiento y rápidamente se posa a mi lado, volteó a verle quedado frente a frente a él.

- Te he extrañado como no imaginas- dice para luego regalarme una dulce sonrisa.

Me quedo viéndolo a los ojos, esos ojos azules que tiene, para despues brindarle una expresión de "¿en serio?", volteó para encontrarme con mi helado y vuelvo a comer más, creo que estaba haciéndome un poco la dura con él,  pero almenos pudo enviar un Hola. Al querer darle una nueva probada a mi helado me doy cuenta que él lo había tomado entre sus manos.

-Dime que también me extrañaste, no te hagas la que no, Arlet.

En ese preciso momento llegó Carmen diciéndole que ya todo está puesto en el auto y con esto dicho se volvió a retirar.

-¿Te volverás a ir?- pregunte con un tono algo triste que me sorprendió bastante pero lo dejé pasar.

-Oh no, no- se apresuró a decir - la pregunta sería "¿a dónde vamos a ir?".

-¡Eh! ¡¿A dónde vamos a ir?!- exclamé y pregunte a la vez.

-Así está mejor- dijo para luego tomarme de la mano y llevarme fuera de la casa.

- Oye, espera- me queje -¿No estas de negocios? ¿Por qué debo ir yo? ¿no me digas que piensas venderme?- pregunte algo aterrada por lo último aunque sabía que no iba a pasar.

Lo veo rodar los ojos para luego sentir como algo me despega de mi querido piso llevándome hacia el auto mientras gritaba que me bajará. Al final consigue entrarme al auto.

-¿Qué pasa? ¿enojada?- pregunta.

(...)

- No te voy a vender- suelta un resoplo algo cansado.

Suspiré

-Dímelo ya- hablo como si supiera lo que tenía.

Volví a suspirar dejando caer mi vista sobre él.

- El caso es que llamaste a Carmen antes que a mi, se que no somos nada parecido a novios ni compartimos algo en especial, y el hecho de que me llamarás tan repentinamente sólo para decirme "¿Donde estas?" la verdad me enojo bastante y lo peor es que se no puedo exigir nada aunque tu mismo dijiste que me llamarias.

-¿Quieres que seamos pareja?- pregunto con picardía - Además, estuve muy ocupado con todo así que no tuve tiempo de hacer una llamada a la casa, ni siquiera llame a Carmen, mi asistente pareció hacerlo, no sé y lo siento, te prometí algo y no lo cumplí como se debía, no volverá a pasar... celosita- hizo énfasis en celosita.

-No te molestes en pedir una disculpa, tampoco es como si vuelva a pasar, ademas... ¡¡¿¿celosa yo!!??- grite el final con un tono indignado.

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora