Capítulo 8, Responde tú.

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Tras despertar me quedo en la misma posición, intentando enfocar mi vista hasta que puedo ver con claridad, me muevo un poco hasta poder percibir a dicho hombre a mi lado comiendo una manzana con su ojos clavados en mi, unos cuantos minutos de silencio se apoderó de nosotros hasta que el rompió el silencio.

-Llamaré al doctor- levantándose de su asiento.

-Quiero ir a casa, no me gustan los hospitales- le dije.

-Te llevaré a casa después que el doctor me lo permita- dijo para irse y volver con el doctor.

Despues de un breve chequeo el doctor sólo dijo que solo necesitaba descanso, que estaba bien. Dandole las gracias terminamos solos...

-Ahora que lo pienso- me fulmiga con la mirada cruzandose de brazos -¿Que pasó?

-¿Quien sabe?-

-No es momento para que hagas eso, tonta- se sienta a mi lado dándome un corto peros agradable abrazo. - Me alegro de que no fuera algo malo- dice para luego regalarme una sonrisa.

-No hay porque exagerar, me ha pasado antes-

El me mira de manera extraña por unos segundos para preguntar.

-Si son frecuentes debes avisar-

-Amm- dudo al responderle, pues no necesito que se preocupe de más, -No, solo me ha pasado dos veces- le mentí, pero la cosa es que tengo un doctor privado, no necesitaba que alguien más supiera sobre el caso que padecía.

Su mirada pasó por todo mi cuerpo hasta llegar a mis ojos, su mirada sólo transmitía preocupación. Él se acercó a mi nuevamente y me volvió a abrazar, dejándome sentir su delicioso perfume, dejándome sentirme protegida.

-Estoy preocupado Arlet...- susurró en mi oído colocando su cabeza en mi hombro.

-Que... tierno- lo alejo un poco al terminar de decirlo y que resivo un quejido proviniente de su parte por lo que añado al ver su cara de molestia, - te ves cansado-

-No sólo me veo, lo estoy- se acuesta sobre la cama al lado mío haciendo señales para que le de comida, -Alimentame-.

-¿Por quien me tomas?- le paso un plato de manzana picadas por él, -hazlo tú-.

Llaman a su celular.

-Miralo, si es mi padre no conteste, si es el señor Lee menos, si es mi madre, ni lo intentes.-  tomando el plato en sus manos.

Yo por otro lado tome su celular mirando la pantalla - Es un número desconocido- le avisé.

-No conteste pues- empieza a comer.

La llamada se tumba pero al instante vuelve a sonar.

-Ahs, pregunta quien es- con un tono de molestia en su voz.

-Responde tú- le digo pero el niega con la cabeza

Se lo vuelvo a repetir y el vuelve a hacer lo mismo. Molesta atiendo la llamada que para el colmo era una mujer molesta, cuelgo al instante de que ella me dijera lo que quería y al hacerlo veo su registro de llamadas.

-Es una mujer y auch, está chica si que debe estar sintiéndose mal, te llamo 28 veces y ninguna contestaste, eres increíble- le digo para levantar mi pulgar.

Al él no responder le digo lo siguiente;

- Bueno, iré a tomar aire fresco-

-¡No!, no quiero que te vayas- dice haciéndome saltar por el levantamiento de voz tan repentino.

-Tranquilo, no me iré a desmayar a ningún lado-

-No es eso...- se levanta de la cama, -Vamos a casa-

Al escuchar esa palabras me fui a cambiar lo más rápido que pudo. Ya cambiada fuimos juntos al estacionamiento en donde el me pide que conduzca, no es conveniente que el lo haga, menos yo pero igual tome el riesgo, me sentía en mis cinco sentido para hacerlo,  aunque no tenía mis papeles conmigo así que él tuvo que conducir en ese estado llegando así a casa.


















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