5.

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Changbin se movía de un lado a otro en la cama. Ayer por la mañana Felix le había dicho que no asistiría a los desayunos hasta nuevo aviso, lo que le hizo sentir de algún modo frustrado y extremadamente aburrido.

Sin Felix cerca las mañanas eran aburridas y los desayunos ordinarios, se preguntaba qué estaba haciendo el menor, ¿Sería algo importante? O tal vez... Simplemente se había cansado de Changbin.

—Sí te preocupa deberías ir a buscarlo—. La voz de su madre atrajo su atención.

—¿Qué?—.

—Ya sabes, hace un par de días que no los veo juntos, deberías buscarlo—. Dijo la mujer con simpleza.

—Yo no quería un matrimonio forzado...—

—No culpes a tu hermano por eso—.

—¿Qué tiene que ver Jisung aquí?—. Preguntó el mayor de los Seo.

—Pues, si tú hermano te preocupa deberías ir a verlo—. SeulGi se quedó en silencio por unos segundos—. ¿De quién pensabas que hablaba? ¿Tu futura pareja?

Changbin negó y se giró una última vez en la cama, dándole la espalda a la mujer, por dentro le había dado puntos extra a su madre por preocuparse. SeulGi salió con gesto preocupado de la habitación.

Por otro lado Felix se mantenía recostado en su cama con los ojos abiertos y sin ánimos de levantarse. Su celo estaba comenzando, era fácil saberlo por el calor que lo inundaba a pesar de estar casi desnudo en la fría cama.

Se estiró un poco tratando de pensar en alguna otra cosa, sí no se equivocaba no faltaba mucho para que vinieran de visita los betas de la manada vecina, solían hacer esto entre manadas de confianza para darles la oportunidad a todos los betas de conseguir alguna (o algún) otro beta u omega como pareja. Para el consejo de ancianos nadie merecía estar solo.

Giró sobre la cama sin querer pensar en eso tampoco, principalmente porque no era un tema de relevancia para él. En su lugar su mente divagaba por los cazadores y lo mucho que deseaba su muerte. Por azares del destino ahora estaba comprometido con uno. Le haría hablar, ya lo tenía bien decidido, se encargaría de hacer a Changbin suyo, de hacerlo dependiente y entonces mientras disfrutaba de los extras de tener una pareja comenzaría a sacarle la sopa al cazador.

En donde se escondían, como se organizaban, qué armas utilizaban, todo lo que pudiera obtener del pequeño cuerpo lo tomaría, solo así podría darle honor a la vida de su destinada, Noora. Pensar en eso solo le hacía sentir más enojado y caliente, terriblemente caliente.

Suspiro pesadamente al pensar en Changbin, su parte lobuna aullaba por que fuera con el chico, ya que tarde o temprano terminaría por morderlo para su lobo era mejor temprano. Recordó esos bonitos labios y pensó que un beso no le vendría mal.

Se levantó dispuesto a pedirle a Jungkook que le trajera al chico, solo cuando sus pies tocaron el frío suelo una parte racional de su cerebro reaccionó, no importaba cuanto le molestaran los cazadores, en realidad Changbin no le había hecho nada. Sabía que una vez que le tuviera enfrente no podría detenerse.

Golpeó su cabeza con la pared, tratando de despejar sus pensamientos. Solo estaba caliente, no es que deseara al mayor.

Jungkook se encogió en su lugar, sintiéndose cohibido de estar con el cazador, este le había rogado por que lo acompañara a caminar, y Jungkook sin nada que hacer había aceptado. Llevaban un corto paseo alrededor del bosque, Changbin le había pedido que le mostrara dónde quedaba el río, y a eso iban.

─ Aquí tienes que tomar el camino de la izquierda─. Exclamó Jungkook provocando un saltito en Changbin, que lo miró con los ojos entrecerrados por unos segundos para después volver a asentir.

─No eres de muchas palabras, ¿Verdad?─.

Changbin negó. Caminando con cuidado sobre un par de piedras. Sus ojos se iluminaron cuando pudo escuchar el ruido del agua, como niño pequeño se echó a correr, provocando un mini infarto en Jungkook.

Cuando llegaron al cuerpo de agua Jungkook se estiró perezoso y extremadamente aburrido, mientras que Changbin lo miraba asombrado.

─¿Es la primera vez que miras uno?─. La voz de Jungkook no molestó al más pequeño de altura, una vez más negó en respuesta.

─Oh, es cierto, tu ya habías venido aquí. Con Chan y tus padres, ¿Por que no tomaste un baño?─. Los hombros de Changbin se movieron de arriba a abajo en una señal de "no me apetecía".

El resto de la tarde Jungkook se dedicó a irle agarrando el modo al cazador. Hacía preguntas que se podían responder con gestos y cuando el chico le miraba curioso se encargaba de explicarle lo que no entendía.

Fue hasta que el sol comenzaba a ocultarse que decidió que ya era hora de volver, Changbin lo siguió en silencio mirando todo el rato hacia abajo.

Cuando la noche llegó vino acompañada de un aullido. Cualquiera pensaría que era del Alfa, más no podían estar más equivocados. Felix se sentía agobiado y harto, está vez el celo lo estaba molestando como nunca antes. Volvió a gruñir contra la almohada y cerró los ojos con desesperación. Estos definitivamente serían los 4 peores días de su vida.

Pasarán un par de horas cuando un ruido en su puerta lo alertó, sus oídos trataron de conseguir alguna pista y su respiración se volvió más calmada. Bajo con cuidado para abrir la puerta, encontrándose con un Woojin somnoliento que venía acompañado de Hyunjin y Chan. Ver a Chan no le venía bien, su olor dulce le provocaba mucho.

—Llevense al Omega de aquí, y de paso váyanse ustedes también—. Ordenó sin ánimos y a punto de cerrar la puerta en su cara.

—¿Fuiste tú el que aulló Felix?— La voz de Chan no estaba ayudando al calor en su cuerpo. Se acercó a él y le miró curioso.

—¿Quieres ayudarme?— La mano de Woojin le impidió la vista al rostro rojo del Omega, solo así su mirada cambió de objetivo.

—No te pases de gracioso Lee—. La voz de Woojin no era broma, su tono se notaba ligeramente posesivo y eso llamó la atención de Felix.

—Asustaste a la mayoría de la manada, pensamos que estábamos bajo ataque—. Intervino Hyunjin para evitar que comenzarán a pelear sin sentido. Las piernas de Felix se movieron impacientes en su lugar.

—Yo...solo venía a preguntarte sí quieres que prepare al chico—. La idea de Chan era el principal motivo por el que los otros dos Betas estaban allí.

—¿Bromeas? Ese chico no resistiría ni la primera ronda. Dejenlo así, solo esperaré a que pase—.

—Tarde o temprano tendrás que enseñarle al chico, una vez que lo muerdas él será lo único que busques durante el celo—.

Felix gruñó en dirección a Hyunjin y negó. Refunfuñó un poco y terminó por cerrarles la puerta en la cara.

Odiaba tener que asumir sus responsabilidades. 

[ 예기치 않은 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora