[ 예기치 않은 ]

10

Los desayunos habían regresado, ahora Changbin estaba bebiendo su jugo en silencio mientras Felix terminaba de devorar la comida en su plato. Hasta ahora ninguno había tocado el tema del celo ni nada relacionado con ello.

El cazador sabía que era cuestión de tiempo para que el menor le ordenara prepararse, así que intentaba disfrutar de su breve libertad yendo a pasear y explorando el lugar, al principio toda la comunidad lobuna se había puesto a la defensiva, pero en más de una ocasión Changbin había demostrado ser respetuoso y obediente. 

Ahora también platicaba más con Jungkook para disgusto de Felix y su propia familia. La verdad era que el lobo más joven le transmitía confianza desde que les cuido en su celda y los ayudaba en varias situaciones.

El pelinaranja suspiró después de terminar su comida y observó por un tiempo al chico. ─¿Quieres ir a pasear?─ le preguntó limpiando sus labios con una servilleta.

Un leve asentimiento le basto como respuesta y se puso de pie esperando a que el más bajito avanzara. 

─Tu ya conoces varios lugares ¿No es así?─ comenzó a hablar el lobo para acabar con el silencio que se formaba entre ambos.

─Solo algunos que están cerca─ las primeras palabras de Changbin en todo el día fueron como música para Felix ─Mi lugar favorito es el rio─ añadió el mayor de los dos.

Entre una platica floja y con las manos entrelazadas ambos jovenes se dirigieron a uno de los lugares favoritos de Felix, que se encontraba cerca del rio en caso de que Changbin quisiera verlo también. Ambos se sorprendían de la comodidad que sentían al estar el uno con el otro, ya era algo rutinario tener que verse la mayoría de los días, sin embargo ya no les molestaba tanto como al principio.

Changbin siempre pensó que Felix era muy lindo, sus rasgos siempre le parecieron bellos e inconscientemente siempre buscó la forma de atraer su atención, aún recordaba aquellos días en los que los ojos del lobo brillaban al ver a su hermano. Mientras caminaban a través del verde paisaje se preguntó si algún día brillarían de igual manera cuando lo viera a él.

Por otro lado la cabeza de Felix era un revoltijo. Poco después de haber pasado su celo su padre le había reprendido y aconsejado. Las palabras que le había dicho se habían adherido a su mente y no lo abandonaban ni un minuto. 

─Por cierto, la ceremonia de Jisung y Minho será dentro de poco─ el Alfa comenzó a tantear el terreno recordandole al más bajito el compromiso de su hermano. Una vez que vió que tenía su atención tomó aire y se dispuso a continuar. ─Como sabes Minho es el líder de la manada, así que vendrán miembros de las manadas vecinas a festejar junto a nosotros─ dió un suave apretón a su mano mientras detenía sus pasos al escuchar el agua correr.

─Algo así nos había comentado Chan─ respondió Changbin mirando el lugar, el aire que se respiraba era tan fresco haciendole sentir más liviano.

─La cuestión es... que para ese entonces yo ya tengo que presentarte como mi pareja formal ¿Lo sabes?─ la linda sonrisa en el rostro del cazador se desvaneció después de escuchar eso.

Las palabras del padre de Felix habían sido claras, para aquella fecha Changbin tenía que portar la mordida del lobo o de lo contrario el trato que tenían con los Seo se arrunaría y todos los miembros de la familia sufrirían las consecuencias. Aún trataba de hacerse a la idea de que quisiera o no tendría que vivir ligado a un cazador por el resto de su vida.

Honestamente, no era tan horrible como lo pensó en un principio, Changbin era diferente a su manera, no se parecía en mucho a aquellos humanos que disfrutaban de causar dolor a personas inocentes como él o como su familia, pero aún así se sentía agobiado por tener que tomar una responsabilidad que no deseaba. ¿Así fue como se sintió Minho cuando le dijeron que se tendría que hacer cargo de todo?

─Felix, estoy hablandote─ un suave jaloneo trajo de vuelta al nombrado quien le dedicó una mirada a su futura pareja. ─¿Que tengo que hacer para ser tu pareja formal?— le preguntó el mayor.

Los ojos del lobo se concentraron en el rostro ajeno y sin saber cómo explicarlo se encogió de hombros, terminaría por pedirle a Chan que le explicara.

El ceño de Changbin estaba fruncido, y el lobo de Felix estaba inquieto. Permanecieron en silencio por un momento solo escuchando los sonidos de la naturaleza.

—Lo siento— dijo después de unos momentos Felix.

—No te preocupes, supongo que lo sabré cuando tenga que hacerlo— con ese comentario Changbin terminó la conversación.

El resto de la tarde se la pasaron hablando sobre sus gustos con el fin de conocerse mejor, se hacían preguntas y después comentaban sobre la respuesta del contrario. Así fue como Changbin supo que a Felix le gustaba estar más en casa y por su parte el joven pelinaranja supo que Changbin amaba dar paseos por los bosques, y que gracias a los cazadores era algo que podía hacer con frecuencia.

Sin necesidad de usar la violencia o las amenazas el cazador le contó varias cosas a Felix, algunas formas en las que los cazadores ubicaban a las manadas y lo que, por lo que e Changbin había visto, hacían con los lobos que atrapaban.

Esa tarde la confianza entre ambos creció más, regresaron a sus respectivas casas en medio de un silencio tranquilo, cada uno sumido en sus propias preocupaciones sin saber que cada uno tenía al otro en su cabeza.

Por la noche, después de que Felix le pidiera a Chan explicarle todo a Chabgbin, justo antes de que cayera dormido el lobo se permitió imaginarse una vida al lado del cazador, era algo de lo que no podía escapar y que tendría que suceder tarde o temprano.

Era triste pensar en que no podría tener hijos propios debido a la naturaleza humana de su pareja, incluso después de la mordida era prácticamente imposible dejarlo en cinta. Se preguntó qué haría Minho con esa situación pero decidió no darle más vueltas y continuar con su vida idónea, una en dónde Changbin le cantaba antes de dormir y él le abrazaba por la cintura acurrucandolo contra su pecho.

Era un sueño que se sentía tan lejos y a la vez tan cerca.