[ 예기치 않은 ]

7.

Los últimos días de celo eran los más duros para Felix, se ponía especialmente salvaje, por lo que a pesar de que lo odiara, tenía que ser atado a su cama.

Las tontas cadenas estaban listas y solo faltaba que Woojin y Minho vinieran a atarlo.

Pensar en Minho le resultaba molesto, más por las acciones que habían pasado entre ambos era porque a Felix le molestaba no poder estar feliz por Minho y su futuro compromiso, debían faltar un par de días para su ceremonia, y la alegría inundaba a la manada entera, a excepción de él.

Aunque siendo honestos, al lobo ya no le molestaba del todo, ahora que sabía que tenía a Changbin se sentía mejor. El chico tenía lo suyo, y resultaba atractivo de una manera extraña.

Pensar en Changbin le hacía pensar en Noora, la extrañaba mucho y desde que se había ido se sentía vacío. Era algo que jamás admitiría en voz alta, pero en el fondo les guardaba cierto rencor a los Seo, a pesar de que ellos al final no hicieron nada.

Pronto la tristeza comenzó a transformarse en enojo, y con ello Felix volvía a sentirse enfermo y acalorado. Cerró los ojos tratando de pensar en algo que le calmara, la voz de su madre cuando le cantaba canciones de cuna, la risa de los pequeños mellizos de Seungmin, el sencillo ruido del bosque, y cuando creyó que ya había enumerado todo, en su mente aparecieron los labios del cazador.

Si había algo que le atraía del chico, definitivamente eran sus labios, su forma era bonita, y el tono rosado natural le gustaba mucho.

Suspiró cuando escuchó los pasos en las escaleras y se acomodo mejor, no se sorprendió cuando Woojin lo saludó y trato de mantener un rostro sereno cuando vio a Minho.

─No me mates después de esto...─ Susurró Minho cerca de su rostro mientras colocaba bien las cadenas. ─Es para el bien de ambos, ¿Si? ─.

Felix lo miró sin entenderle, a su lado Woojin puso una mano en el hombro de Felix y le acarició brevemente, tratando de darle calma con una sonrisa ladina.

─Jisungie, trae al chico─.

Por la puerta apareció Jisung con una sonrisa natural, sus manos jalaban a su hermano mayor, Seo Changbin.

En cuanto Felix entendió la situación se sintió extremadamente enojado y capaz de romper lo que fuera con tal de poder poner sus manos encima del cuello del Alfa.

─Hola Felix, ha sido un tiempo...─ La voz de Jisung sonaba más suave que antes, junto a eso Minho le miraba con admiración.

─Bien, lo mejor será que nos vayamos─. Minho habló atrayendo la atención de los presentes, el Alfa ignoró la mirada burlesca que le dio Woojin, en estos días ya nadie le respetaba. ─Changbin, ya sabes cuál es tu tarea, cualquier cosa que necesites, menos salir de aquí, puedes pedirla─.

Jisung hizo un pequeño puchero mientras abrazaba a Changbin y le deseaba suerte en un susurro para salir tomando la mano de Minho.

─¿Podrías confirmarnos si sigues con vida?─ Le preguntó Woojin a Felix. El lobo en celo se mantenía con los ojos cerrados y los labios apretados, contando del uno al cien para calmarse un poco.

─Llévate al chico y déjenme en paz─. Su voz sonó más grave de lo que debería, pero no logró asustar a Woojin.

─No lo creo, el "chico" ya tiene asignadas sus tareas, es cuestión de que ambos se acostumbren, ¿Bien? ─La mirada del Beta se dirigió a Changbin y este le asintió en respuesta.

Después de burlarse un poco más, Woojin abandonó el cuarto, y para alivio de Felix el más bajo le siguió, por dentro le quería agradecer al cazador por entenderlo, o eso pensaba hasta que Changbin regreso con una pequeña tina llena de agua fría y un trapo.