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Era medianoche cuando los ojos de Changbin se abrieron. Con pereza se estiró y trato de ver en la oscuridad al chico que seguía dormitando en la cama.

Mañana Woojin y Minho vendrían a liberar a Felix, después de pasar días atado a la cama eso parecía ser, por donde se viera, una buena noticia.

El problema era que Changbin quería alejarse del lobo, había visto nuevas facetas del chico y si bien seguía pensando que era lindo, el cazador creía que lo mejor era darle su espacio para que pudiera reponerse.

A parte de eso, su espalda dolía como el infierno por haber tenido que dormir en el viejo sillón de la sala y su estomago ya le exigía algo más que sopa, en ese estado hasta la comida de su madre se le antojaba.

Caminó torpemente tratando de memorizar el camino a la cocina para evitar golpearse, pero falló a los tres pasos cuando se golpeó con una pequeña mesa.

El ruido fue suave, pero no lo suficiente como para no despertar a Felix, el pelinaranja abrió sus ojos con rapidez y con su limitada visión busco la fuente del ruido. Obviamente al estar en habitaciones separadas no encontró nada, pero aún así se mantuvo alerta.

Changbin ahogó el quejido que quería salir de sus labios y continuó su camino a la cocina, sin saber que en realidad había despertado al lobo. Resignado volvió a calentar su sopa mientras se maldecía una y otra vez por haber decidido quedarse cuando Felix le había dado la oportunidad de irse.

Suspiro por décima vez en la noche y comenzó a tararear una de las canciones que le solía cantar su mamá cuando era pequeño, ajeno a los oídos lobunos que lo escuchaban desde la otra habitación.

Poco a poco los ojos de Felix volvieron a cerrarse ante la melodía, y el poco enojo que había acumulado en sus hombros comenzaba a disiparse, la pequeña e insegura voz del cazador lo estaba arrullando. Su lobo se sentía bien con eso, él se sentía bien con eso.

De alguna forma la voz de Changbin le recordaba a Nora, y recordar a la chica le traía tanta tristeza y tranquilidad, poco a poco volvió a dormirse, esperando ver a la chica en sus sueños, deseando muy en el fondo que el chico no dejará de tararear por un largo tiempo.

[ 예기치 않은 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora