NARRA SOPHIE
Ya no me sentía en mi ambiente, algo estaba pasándome y no conocía el que, ni la razón.
Alan y yo habíamos seguido con nuestro juego de lujuria entre ensayo y ensayo mas me gustaba.
Colton cada vez intentaba llegar a algo un poco mas serio, pero después de que tuvimos sexo por primera vez sentí que ya tenía lo que quería. Desahogarme por no hacerlo con Alan.
Es verdad me estaba comportando como una perra, estaba utilizando a Colton para darme lo que Alan no estaba dispuesto.
Alan, Alan, Alan... No podía sacarme a mi estupido entrenador de la cabeza. Ya no podía seguir negándome que lo quería. Me estaba enamorando de el, a pesar de su forma de tratarme y de rechazarme.
-¿en qué piensas? Te necesito concentrada, ya se acercan las finales y eres una de las preferidas no vas a querer defraudar.
-perdón, Alan. No se que me ocurre.
-¿saliste ayer?
- ¿por qué lo preguntas? ¿Estas celoso?
El se rió con sarcasmo.
-No. Solo tenía que saber si lo habías hecho, sabes que no puedes hacerlo el día antes de entrenamiento o de presentación.
-Ósea nunca.
- Tu elegiste esto - susurro en mi oído mientras me empujaba las espalda hacia abajo para hacer mejor mi posición.
-Si. Bueno para tu información mi ligue y yo no salimos ayer, pero hoy si espero poder ir a su apartamento y ya sabes... Relajarme.
Inmediatamente sentí sus brazos tensarse.
-Pues no podrás hacerlo hasta que terminemos esta coreografía.
Y fue así, dure toda la tarde intentado sacar la coreografía.
Todo me salía mal. No lograba hacer nada bien. No entendía si era porque estar junto a el en un momento de tanta confusión me intimidaba.
Cuando estaba a punto de caerme desmayada mi celular sonó.
- ¿si?
-hola amiguita- la voz de Camile.
- ¿que sucede?
-Como no pasaste a almorzar ni a cenar, te trajimos ensalada cesar para ti y tu entrenador.
-abre la puerta- escuche la voz de Lucy a lo lejos.
Colgué y mire a Alan.
-No me digas que tu noviecito te vino a ver bailar.
-Mis amigas trajeron comida.
Me miro extrañado y luego abrió la puerta.
Camile y Lucy aparecieron en la puerta con un enorme recipiente con ensalada, una bolsa con jugos, platos y vasos.
-Hola, no nos conocíamos formalmente, soy Lucy.
-y yo Camile.
Entraron colocaron todo en la mesa y le ofrecieron la mano a Alan.
-Alan- fue lo único que dijo mi entrenador.
-vinimos porque estábamos preocupadas por Sophie, ella no puede dejar de comer durante todo el día así este entrenando - explicó Camile.
-lo entiendo, justamente estaba por invitarla a cenar.
Mentira.
-Bueno pues trajimos suficiente para los cuatro, cenemos juntos aquí - propuso Luciana.