NARRA LUCY
Los papás de Cami se ofrecieron a llevarnos al aeropuerto, lo cual para mi estaba de lujo, ya que no quería tomar un taxi y mucho menos llevar mi auto que luego nadie podría recoger.
Mientras estaba esperando que ellos llegarán, me senté en mi cama para revisar que todo estuviera en orden.
-¿tienes todo listo?- me pregunto mi mamá entrando como un fantasma a mi cuarto
-sí mami, solo me falta estar en Italia y disfrutar al máximo.
-disfrutar y empezar con los planes de la tienda, recuerda que todo tiene sus límites.
-sí mami lo recuerdo a la perfección, cuando esté completamente instalada en algún lugar, puedes ir y visitarme unos días, ¿no te parece?
-sí hija, sería lindo, pero más adelante miramos, por cierto, venía a darte el número de mi prima Aliz, ella vive en Roma y bueno puede que la necesites alguna vez, ella te conoció de pequeña así que se que estará encanta de ayudarte.
-gracias mamita, claro que la llamaré.
Mi mamá siempre había sido muy estricta conmigo, pero aún así me demostraba a diario lo mucho que me amaba; desde que se separó de papá cuando yo tenía 5 años, ha estado sola, no se ha vuelto a enamorar y aunque siempre quise que lo hiciera, ahora entiendo que era porque quería dedicar su vida a mi.
-me tienes que llamar y también a tu papá, aunque sea para agradecerle que te este ayudando con el proyecto de la tienda- me recordó mi mamá, últimamente había tenido una relación muy tensa con papá, siempre estaba tratando de controlar mi vida, pero desde que le dije que no haría todo lo que se le diera la gana (bueno con algo más de rabia e insultos) nuestra relación se distancio.
-bueno ma, no olvides que dejo el carro a tu suposición, puedes hacer lo que quieras con el, hasta irte de rumba una noche-bromeé yo con ella.
-si, muy graciosa, antes tomo un curso de karate- mamá odia las artes marciales y todo tipo de lucha, por eso estuvo muy en desacuerdo cuando tome mis clases de kick boxing- hablando del carro, le vi un pequeño rasguño en la larte delantera ¿qué sucedió?
-ni me lo recuerdes, un tarado se me atravesó en plena autopista, como tenía una camioneta grande y lujosa creyó que podría mandar en las calles de la ciudad-dije fastidiada
-bueno, menos mal no fue algo muy grave.
Escuche mi celular sonar, con un mensaje de Camile que decía que ya estaban afuera.
-adiós mamita, te amo, te llamare pronto- nunca había sido difícil despedirme de mi mamá, siempre había tenido que viajar por largas temporadas a Inglaterra a visitar a mi papá y desde que tenía 13 me habían mandado a campamentos de verano fuera del país, así que estaba acostumbrada a estar sin mi mamá por más de tres meses, pero esto era diferente, ya no estaría a cargo de nadie más y todas las decisiones que tomara irían por mi cuenta.
-te amo Luciana, eres mi vida y se que lo que estas haciendo es por tu futuro.
Después de limpiar unas cuantas lágrimas que se me resbalaron, cogí mi maleta, (solo una ya que esperaba comprar mucha ropa en Milán) y fui a la camioneta de los papás de Camile, mi mamá los saludo y quedaron en verse pronto,
En la camioneta ya estaba Sophie, que la habían recogido antes que a mi, todas estábamos con nuestras perfectas pintas de verano, Sophie con una falda corta blanca con boleritos, un cinturón café y una blusa de jean. Camile con un short no muy corto negro, una camisa blanca delgada y en sima una blusa de jean. Yo tenía un vestido de falda vinotinto, con la parte de pecho blanca con flores, y un delgado saco de encaje beige.
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Las imparables (EDITANDO)
Roman pour AdolescentsTres grandes amigas cumpliendo sus sueños