La muchacha pelirroja era presa del pánico, sus manos temblaban y sudaban sin control. Su progenitor estaba justo frente a ella, con una mirada desquiciada en sus ojos. No parecía él, quiere decir, él siempre ha sido malo, ella lo sabe, pero había algo diferente esta vez. Era como si el pequeño rastro de raciocinio que le quedaba a aquel hombre hubiese desaparecido. Beverly lo sabía, su padre venía por ella y por sus amigos. Y ella también sabía que no iba a ser una linda charla, pudo confirmarlo con sólo echarle un vistazo a la mano derecha de su padre, la cual sostenía fuertemente un cuchillo. ¿Era este el final?
"Me preocupas mucho, Bevvie" dijo en voz baja, pero amenazante "A veces, lo haces. Y hoy es una de esas veces en las que tú... real, realmente me preocupas"
"P-papá" intenta decir, y siente como Bill la esconde detrás de él.
Respira entrecortadamente "Eres una maldita ramera" escupe "Y todo lo que voy a hacer, será tu culpa, no mía"
Levanta el cuchillo y todos los perdedores retrocedieron asustados. ¿En serio aquel hombre intentaría matarlos? No pueden creer que tengan que lidiar con esto también. Es casi surreal.
"Muchachos, creo que es hora de sacar el Speedy Gonzales que tenemos dentro y comenzar a correr" murmura Richie agarrando con mucha fuerza la mano de Eddie.
"Nunca habías dicho algo más sensato" murmuró Ben devuelta.
Todos comienzan a correr, o eso iban a hacer, porque apenas Bill intentó moverse, el padre de Beverly lo tomó del brazo fuertemente y lo apegó a su cuerpo, colocando el cuchillo en el cuello del joven. Él merecía ser el primero en morir. De eso no había ninguna duda. Todos estaban estáticos, simplemente mirando la escena, Bill había dejado caer su linterna al suelo y era todo aún más tétrico.
Beverly comienza a llorar "¡Papá! ¡No le hagas daño!" coloca sus manos en su boca mientras hipa "Por favor"
La mirada desquiciada del padre de Beverly no disminuye ni un poco, en cambio, se profundiza, es como si ver que su hija le implora piedad por uno de aquellos mocosos hiciese que su odio y sus ganas de asesinarlos aumentara. Hay demasiado odio en su corazón, no puede permitirse tener misericordia por ninguno de ellos.
"¡¿No quieres que mate a esta escoria, Bevvie?!" grita apretando un poco más el cuchillo, Bill no hace intentos de zafarse, sabe que eso puede salir mucho peor, y aún tiene algunas esperanzas de vivir "¡¿Por qué?! ¡Voy a cortarle el cuello, y luego cortaré su pene en miles de pedacitos!"
"Ouch, eso me dolió" susurró Richie en el oído de Eddie.
Eddie le mira mal "Hay que hacer algo, Richie"
"Confía en mí, este payaso no nos hará daño" le responde "... bueno, no un daño mortal"
"¡¿P-por qué haces esto?!" solloza Beverly con fuerza "V-volveré a Chicago si es lo que quieres, déjalo en paz... déjalos en paz"
El hombre se ríe amargamente "No, yo debo matarlos. Por tocarte, incluso debería matarte a ti. Porque dejaste que este niño asqueroso te pusiera las manos encima, ¿Crees que no sé lo que hacen? ¡¡¿Crees que no sé lo que todos te hacen?!!"
"E-e-ellos no me hacen nada malo, papi" susurra "Te lo juro, no me hacen nada"
"Mírame a los ojos, Beverly" le ordena el hombre "Mírame a los ojos y dime que no te has dejado tocar por Bill Denbrough, mírame y dime que no te ha hecho suya"
La muchacha de ojos azules lo intentó, en serio lo hizo, pero ante la intimidante mirada de su padre, era imposible mentir. Si bien no era cierto aquello de que todos sus amigos "hacían cosas" con ella, lo de Bill si era algo real. Ellos sí habían "hecho cosas" y no puede negarlo, es algo que simplemente escapa de sus manos. Lágrimas siguen brotando por sus ojos, no puede creer que todo esto esté pasando por su culpa.
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Shit, I love you - Reddie
Hayran KurguHan pasado sólo tres años desde que el club de los perdedores logró detener a Eso, aunque sea, por unos veintisiete años más. Ahora todos tienen dieciséis años, es 1992, y siguen tan unidos como son desde aquel épico verano de 1989. Algunos, más u...