Tenía una sensación extraña en su cuerpo, era extraña porque sentía que no podía sentir sus extremidades, pero al mismo tiempo sentía que todo le dolía. Era difícil de explicar, pero era la única manera en la que podía hacerlo. Al mismo tiempo, lo que más le dolía era su corazón, y no, no era que estuviese teniendo un infarto o algo por el estilo, era simplemente la tristeza que lo embargaba. Una tristeza tan profunda que realmente no sabe cómo será capaz de salir de ella.
De igual manera no recuerda mucho más allá de aquel dolor, de aquella mirada, de aquellas palabras. Siente la necesidad de abrir los ojos, aunque sabe que hay una incesante luz que le molesta justo sobre él.
Así mismo puede sentir el olor a hospital invadir sus fosas nasales, ¿Por qué era eso? Ya lo ha dicho, no recuerda mucho. Estar en el hospital es una de las muchas cosas que no recuerda.
Cuando por fin se decidió a abrir los ojos, tuvo que esperar unos momentos para que su vista se ajustara. Efectivamente estaba en una camilla de hospital, con una vía puesta en su mano izquierda en donde le estaban suministrando suero. ¿Cómo llegó él allí? Sobre todo se pregunta, porque siente que está en una especie de deja vu, él estuvo aquí apenas ayer en la mañana.
Y Eddie estuvo con él.
Gira su cabeza, anhelando que él estuviese allí, como ayer, acurrucado en el sillón, esperando a que despertara. Él desearía que Eddie estuviese allí.
Pero no estaba.
Su madre y su padre estaban allí en cambio, lo cual le sorprendió, pero no lo hizo. Estaba sorprendido porque hasta donde tenía entendido sus padres estaban fuera del pueblo, pero no le sorprendió porque sabe que sus padres siempre estaban allí para él.
Su madre, al darse cuenta de que estaba despierto, decidió levantarse e ir hacia él "Oh, Dios bendito, Richie. Mi bebé" toma el rostro de su hijo entre sus manos y le da un beso en la frente "Estaba tan preocupada"
Y se le notaba, las bolsas bajo sus ojos no pasaban desapercibidas, y además tenía sus ojos rojos, quizás por no dormir bien, quizás por llorar, quizás por ambas. Maggie Tozier apenas podía ordenar sus sentimientos y pensamientos, ver a su hijo postrado en una cama de hospital era una gran pesadilla para ella.
"Campeón, has despertado" era la voz de su padre, quien ahora estaba junto a su madre parado, el hombre le tomó la mano con suavidad "Sé que te gusta dormir pero no pensé que fuera para tanto" le sonrió con algo de nostalgia, él también sentía morirse cada vez que veía a su único hijo prácticamente muerto allí.
"N-no entiendo nada" dice con voz ronca, de hecho, hasta le costó un poco soltar esas palabras, sus cuerdas vocales estaban un poco atrofiadas por no haber hablado en una buena cantidad de tiempo. Y considerando que es Richie, y que su fuerte no es precisamente quedarse callado, podemos decir que era algo nuevo para estas mismas "¿Q-qué hago aquí?"
La mujer acaricia su mejilla "¿No recuerdas nada?"
Recuerdo que Eddie murió, pensó, pero decidió no decir nada y simplemente negar con la cabeza.
La madre de Richie suspiró y mientras acariciaba el cabello del muchacho comenzó a hablar "El padre de Beverly perdió la cabeza..."
¿Qué carajos?
Frunció el ceño "¿El padre de Beverly?"
Su padre asintió "Al lunático de Marsh le van a dar cadena perpetua por lo que te hizo, hijo... y lo que le hizo a su esposa" le da una palmada en el muslo "Suerte la puñalada no llegó a tocar ningún órgano importante"
Por el amor de Dios ¿De qué mierda hablan estos viejos?
Maggie se dio cuenta de lo muy confundido que parecía su hijo, y le preocupó mucho que no pudiera siquiera recordar algo de lo que había pasado.
ESTÁS LEYENDO
Shit, I love you - Reddie
Hayran KurguHan pasado sólo tres años desde que el club de los perdedores logró detener a Eso, aunque sea, por unos veintisiete años más. Ahora todos tienen dieciséis años, es 1992, y siguen tan unidos como son desde aquel épico verano de 1989. Algunos, más u...