Parte 10: Deshonrado y fecundador

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10-Deshonrado y fecundador

**Byakuya**

Pese a estar totalmente complacido, no puedo dormir. Tengo la mirada fija en el techo del dormitorio de Yhwach, el cual está de espaldas a mí roncando tan profunda y gravemente que me hace resoplar con resignación. ¿Cómo el destino ha decidido unir a dos hombres tan diferentes como nosotros? debería habernos servido de lección la vida que compartimos para no volver a cometer los mismos errores y sé que cuando estoy con él, aunque le desee por mi naturaleza de omega, también sufro por los recuerdos. Hay cosas....personas, heridas en el corazón... que aún no he conseguido sanar...

--Barco del capitán Kuchiki tomado por la piratería—

Ya es un hecho que soy propiedad privada del temido pirata Yhwach Coyote. Incluso he ganado tanto su confianza que ya no me tiene encadenado a la pared como de costumbre, sino que me permite caminar por mi aposento e incluso tomar el aire en la cubierta de vez en cuando. Yhwach ha respetado mi petición de que dejaran en paz a los hombres de mi tripulación que no han matado pero sí han estado usando como objetos sexuales para calmar su tedio. Es pura realidad que todos somos esclavos sumisos de los piratas, pero quiero que al menos conservemos algo de dignidad.

-Sabía que te encontraría aquí- oigo la voz de Yhwach a mi espalda mientras estoy apoyado en el palco de la cubierta mirando el mar. Mi "amante" me rodea la cintura con sus largos brazos y hunde sus dedos suavemente en mi abdomen haciéndome estremecer. Esa parte tan normal en mi cuerpo ahora es la zona que más tengo que proteger de todo. Estoy....esperando un hijo. Un hijo de mi propio enemigo, de cómo él me llama, su "omega". Aún no entiendo muy bien esos términos y no estoy nada de acuerdo con ser su pareja "hembra", pero tampoco creía que podría fecundarme hasta que los resultados se han hecho más que palpables en mi cuerpo. Siento vida dentro de mí, aunque sea minúscula, pero lo suficientemente fuerte para tenerme fuera de combate con mareos constantes y dolores en la espalda.

-Necesitaba tomar el aire, lo sabes bien-

-No me importa que vomites en el camarote, ya me he acostumbrado-

-Es repugnante. ¿Cuándo podré ver a mi hijo?-

-Cuando nazca obviamente-

-Sabes a lo que me refiero, no bromees-le miro airado al tomarse con humor mi deseo desesperado de ver a mi hijo Haruka. No le veo desde hace meses y aunque Yhwach me ha asegurado que le tienen retenido en la bodega del barco dándole buenos cuidados, no me fio en absoluto de la palabra de un pirata por mucho que se meta cada noche entre mis piernas.

-Mi teniente le está cuidando muy bien. Es mi mejor hombre-

-¿Esa mole con un parche en el ojo es tu hombre de confianza?-

-Kenpachi es más que una cara aterradora. Es un pirata sin escrúpulos-

-Como le esté haciendo algo a mi hijo, te juro que...- jadeo de dolor doblándome por la mitad al sentir un fuerte pinchazo en el vientre y Yhwach abre los ojos algo temoso al verme así. Enseguida me levanta en brazos llevándome a mi camarote para meterme en la cama obligándome a descansar.

-No debes moverte de aquí. Tu temperamento está afectando al feto, así que deja tu mal humor para cuando nazca-

-No me digas como he de comportarme. Es tu culpa que esté así-

-Pero si te encanta....- Yhwach me besa pillándome desprevenido y me dejo hacer porque mi cuerpo no puede rechazarle.

-Yhwach....- le hago detenerse antes de salir de la estancia para preguntarle algo que llevo dando vueltas desde hace tiempo. –Si tú has vivido otras vidas aparte de esta ¿puede que yo haya hecho lo mismo?-

"Mío"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora