Capitulo 9. Tequila vs. Italia

1.1K 65 1
                                    

Escuchaba un extraño sonido, justo alrededor de mi cabeza, hice una mueca y se detuvo. Me relaje y trate de conseguir el sueño de nuevo pero el sonido regreso. Abrí por completo los ojos y el brazo de Ollie cruzaba por mi cara estático.
-¿Qué haces?
-Na-da.
-¿Qué hiciste, Oliver? –marque cada silaba. Se puso a horcajas sobre mí, tomo uno de mis hombros para que no me moviera. Y desde arriba me tomo una foto con su celular.
-Mira que hermosa amaneces en las mañanas –y volteo la pantalla para que pudiera ver la imagen. Mis ojos estaban entrecerrados y mi ceño fruncido, pero… ¡Oh Dios Mío! ¡Mi cabello había desaparecido debajo de una gruesa capa de crema batida! Parecía una de las niñas a las que les juegan una broma en Juego de Gemelas. Él solo reía como loco arriba de mientras agitaba el bote de crema batida con una de sus manos. ¡Ese bastardo ingles! Lo empuje con ambos brazos y cayo a mi costado carcajeándose, me puse encima de él, tome el bote y empecé a esparcirlo en su boca pero se había gastado todo en mi cabello a tal grado que solo salió una probada.
-¡Muy bueno Lucy! –dijo con lágrimas en los ojos por tanta risa. Gruñí y me dirigí a la ducha, cerré con un portazo, negué mirarme en el espejo y observar nuevamente lo ridícula que me veía. Me retire de toda prenda que usaba mientras dejaba correr el agua caliente. Me metí a la ducha y podía observar como por el piso caían turrones de crema batida y se iban con el agua, tocaron la puerta pero lo ignore, cerré los ojos e incline mi cabeza hacia atrás.
Abrí los ojos y me encontré a Oliver desnudo abriendo la puerta de cristal, la cerró y se puso frente a mí.
-¿Qué haces aquí? –pregunte con enojo fingido.
-Puede que cuando acabes, te corten el agua caliente; no creo que le desees algo así a un invitado tuyo –levante una ceja. –Bueno tal vez a este –se señaló a sí mismo. –sí, pero también vengo a disculparme de la mejor manera que encontré. 
Entonces lo observe mejor, su cabello ya estaba un poco mojado, su piel contenía gotas de agua salpicadas por la ducha que le recorrían la clavícula yendo por la división de sus pectorales y trazando camino a la cuadricula de sus abdominales culminando en una peligrosa V. Su respiración ya había aumentado al igual que la mía. Me atrajo hacia él y mire sus ojos, oscuros, llenos de deseo hacia mí. Solo una mirada suya, y sabia, que él era mi dulce escape.

-¿Me dejas vestirme? –otra vez me encontraba solo en ropa interior. Cuando me colocaba el jean en una pierna y lo metía en la otra, Oliver sacaba la que ya estaba puesta. Yo estaba sentada en la cama y él en el piso con las piernas cruzadas con expresión infantil y cabello revuelto del que caían pequeñas gotas de agua.
-No-oh.
-¿Por favor?
-Na-ah, te quiero así para siempre –hizo sobresalir su labio inferior. Reí ante su ternura.
-¡Vamos Ollie! Déjame vestirme, tengo amigos en esta casa, paseándose por los pasillos, no me verán así.
-Dos de ellos ya lo hicieron –contesto con el ceño fruncido.
-Pero Christa no, ¿acaso quieres que lo haga? –puso una mueca pervertida. - ¡Calla! No respondas eso, sucio.
-Te gusta sucio –movió sus cejas sensualmente. Riendo logre ponerme el pantalón y tuve que ir hacia mi camisa de tirantes y correr a la puerta y cerrarla para que no me la arrebatara de nuevo. Me recargue en la puerta mientras escuchaba sus quejas al otro lado, me coloque la camisa y levante la vista.
-Christa hizo el desayuno –no me miró fijamente, Alex solo estaba parado ahí viendo a la nada. Realizo una fugaz mirada a la puerta en mi espalda y bajo las escaleras. Solté todo el aire que tenía, no me había dado cuenta que lo había estado reteniendo hasta ahora. Había escuchado nuestra conversación, al menos apostaba que la última parte.

Habíamos decido hacer una parrillada y utilizar la piscina, y cuando digo que “habíamos”, hablo de todos menos Alex, y cuando digo “decidimos” fue que Oliver casi nos obligó. Alex era respetuoso con Oliver, pero ahí se acababa todo. Oliver entendía por qué lo hacía, o al menos eso me había dicho él en un momento que me disculpé en su nombre. Oliver jugaba con Christa en el agua mientras que Ed y Alex preparaban hamburguesas.
-¿Por qué no cocinas tú, si fue tu idea? –le había preguntado a Ollie cuando nado junto a mí en cierto momento. Yo estaba en la orilla con los pies en el agua.
-No quiero que este incomodo porque yo estoy aquí, ni yo quiero sentirme así. Aparte se ve que le agrada el trabajo –mire a Alex concentrado en voltear una carne. – Tal vez imagine que es mi cabeza ardiendo y quemándose –y fue todo lo que necesite para soltar a reír como loca.

Trust in the Broken Ones (Serie Broken Pieces #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora