Trust in the Broken Ones (Serie Broken Pieces #1)

Capitulo 3. Deseos de cumpleaños atrasados

–Espera, no puedes entrar aquí, dijiste casa, no mansión, esto debe de ser de otra persona, propiedad privada, ya sabes, toda esa mierda. –comento Ed mirando las inmensas paredes de piedra que la rodeaban.
Saque la mano y puse mi huella dactilar en el intercomunicador de alta tecnología que tenia. Las puertas se abrieron dejando ver todo el camino de arboleda que se hacia para llegar a una colina en la que se encontraba la mansión. Alex solo me observaba.

–¡Wow! Esta debe una de las mejores casas en la que eh estado. –Decía Ed mientras miraba todo. Al llegar a la entrada subimos por las escaleras que se dirigían a grandes puertas de madera. Tuve que sacarme un pupilente para que el lector de retina lo verificara y abriera la puerta. Entramos al recibidor donde lo que mas llamaba la atención era  la gran escalera de caracol, el inmenso candelabro en el techo y los pisos de mármol. –Retiro lo dicho, es la mejor casa en la que eh estado.

Después de mostrarles un poco la mansión y de darle a cada uno una habitación para que se ducharan y darles ropa, estábamos comiendo pizza que había metido al horno.

–Lo siento. –murmuro Christa.

–¿Qué? –y sonó mas como un gruñido por que Ed tenia la boca llena.

–Siento causarles todo esto a ustedes, en especial a ti Alex. –Lo miro. –Prometí no volverlo a hacer y te falle. –Hundió la cabeza en  plato frente a ella. Alex se levanto y la abrazo.

–Esta bien Chris, todo estará bien. Confió en que todo acabara y después estemos tomando piñas coladas en Hawái como te prometí. –Ella sonrió. Ed también la abrazo y le susurro algo que la hizo reír. Ed siempre tenia ese efecto en las personas, hacerlas reír no importara si estaban en su lecho de muerte, el conseguía que lo hicieran.

***

–Y dime mi pequeña maquina sangrienta ¿Cómo es que tienes este humilde hogar?

–La encontré por internet cuando tuve una misión en Praga hace un año, aquí vengo a relajarme sin temer a nada, amo lo segura que estoy aquí.

– Si, ¿Dónde consigues esos intercomunicadores de huella y los lectores de ojos? ¿En Mercado libre punto com? –Ed agito la mano.

–Los conseguí de Daniel Hoechlin. Antes de que muriera. –Alex me miro, queriendo decir algo, pero no lo hizo.

–¡Oh si! Recuerdo que ese geniecillo loco te adoraba. Era como tu padrino mágico. –Reí.

–Si, lo era.
– Y… ¿en que trabajas? ¿Eres modelo o algo así? Este lugar debe de costar una gran fortuna. –pregunto Christa uniéndose a la conversación.

–¿No lo sabes? –ella negó. –Soy una asesina, mato a quien me encargan que lo haga. Mi tío John es quien maneja los encargos y las investigaciones, yo solo cumplo mi objetivo. –empezó a reírse.

–Ya enserio, ¿Qué es lo que...?

–Ella habla enserio –la interrumpió Alex. Sus ojos se desorbitaron.

–Pensé que lo que Ed te decía era una broma –dijo seria.

–Si, es lo bueno de esto, todos piensan eso.

–¿Quién era tu objetivo ayer? –Pregunto Ed.

–Luke Hamilton

–¿Qué? El Luke Hamilton, hijo de Carson Hamilton, de la farmacéutica Hamilton, una de las más poderosas, ¿ese Luke Hamilton? –exclamo Ed con sorpresa en el rostro.

–Si contesto que si, ¿tu rostro podrá expresar mas sorpresa? –Asintió con la boca abierta –Entonces si –y de alguna manera su rostro lo hizo, haciendo que me riera tanto que me dolía el estomago.