David's POV.
Un gesto de sorpresa apareció en mi cara, provocando que abriera mi boca.
Esa hermosa, brillante, ruda y misteriosa chica que me atrajo desde el primer momento en que la vi no había besado a nadie.
Bueno, yo estaría igual si no hubiera sido por la serie.
-Y qué se supone que haga T/N? Te comprometiste con el show, debes realizar esa escena. -sonó irritado Heller-.
-Podríamos usar a mi doble, solo por esa única vez.
El color de las mejillas de T/N, subió muy rápido cuando confesó, pero, ahora estaban normales, un cambio muy drástico.
-O podrías darle un par de días para que... Se adapte. -repliqué-.
-De qué hablas David? -preguntó el productor-.
-Tal vez... Lo vea como solo un beso y se anime a hacer la escena -guiñé un ojo-.
Heller lo captó y rápidamente agregó.
-Oh! Entiendo, bien, te daré un par de días, no más. Mientras tanto grabaremos la pelea. Quiero verlos.
Asentí levemente mientras Bruno lo decía, mientras tanto, T/N se acercó a mí.
-Gracias David, no tenias por que. Además, me sentí estúpida después de decirlo. Sonó mejor en mi mente. -hizo una mueca-.
-No fue estúpido, Cam se sintió de la misma forma, no quería hacerlo pero la convencí de que sería un beso de amigos, además, un día antes su novio le organizó una pequeña fiesta para que dieran su primer beso. -esto último lo dije lentamente como si una idea surgiera en mi mente-.
-Lastima que no tengo novio. -ladeo su cabeza y me regalo una sonrisa torcida-, vamos, no quiero retrasar más la grabación.
Cuando se fue, mi cerebro seguía procesando lo que había dicho, una reunión, algo romántico pero no empalagoso, noche, ciudad, cita... Primer beso.
-Lo tengo. -dije para mi con una pequeña sonrisa-.
T/N's POV.
Comenzamos la escena desde que Talia y Bruce están en el techo de Industrias Wayne.
Nuestras frentes estaban pegadas, solo unos centímetros separaban nuestros labios, su respiración provocaba que mi corazón se agitara, pero nada que no pudiera controlar.
-Interrumpo algo? -Selina aparecía en el tejado, detrás de nosotros justo después de que acabaramos el beso-.
-Selina... Yo.
-Es mejor que no hables Bruce, podrías empeorarlo.
-Soy Talia al Ghul, hija de...
-La Cabeza del Demonio, lo sé. -interrumpió-. Tu padre hablo mucho de ti. Justo después, me asesino.
-Fascinante, también reviviste con el pozo de Lázaro. -me acerque a ella con incredulidad en la cara-.
-No, no, no, acabo de desperdiciar otra vida con él, por culpa de Batman y de Jeremiah, solo me quedan 3.
-Oh, si. La mujer gato. La amante del murciélago. -un timbre de egocéntrismo salió cuando pronuncié esas palabras-. Tranquila Selina, nada personal, solo algo que había querido hacer desde que lo vi.
-En definitiva es personal.
De palabras pasamos a golpes, patadas y rasguños.
-Es suficiente! -Bruce trato de separarnos pero Selina lo tomó del brazo y lo aventó a la lejana acera del edificio-.
-Acabas de matar al producto de nuestra pelea! -dije mientras pelaba con la espada-.
-Por eso lo avente, no morirá, solo así me dejará matarte.
Un Batarang provocó que Selina soltara la espada que empuñaba contra mi cuello.
-Les dije que era suficiente. -Bruce apareció de nuevo en el tejado y con un gesto molesto-.
-Nunca fui posesiva Bruce, te deje que tu mismo te dieras cuenta de que tipo de chicas estabas rodeado, Silver, Grace y ahora Talia. Ahora comprendo que esa es la compañía que deseas.
-NO Selina, yo... Te amo. -salió como un suspiro de su boca-.
-Basta, eso nunca funciona, no si no lo sientes.
Selina se arrojó del edificio, por curiosidad me asomé lentamente al precipicio, (era algo que me gustaba del personaje, era tan dramática), ella ya no estaba.
-CORTE!
Chocamos las palmas los tres y nos dirigimos con la producción.
-Tienen mucha química, me agrada, es un perfecto triángulo amoroso. Los fans lo amarán.
Agradecimos y regrese al camerino, era viernes y quería pasarlo viendo Netflix y leyendo, toda una nerd. Lo acepto.
-T/N! Tú mamá pasará por ti? -David se acercó-.
-Si, esta vez si, o eso creo.
-Solo quería preguntarte si tienes... Algo que hacer mañana por la noche?
-Es Sábado, tal vez hacer un crucero de la cocina a mi cuarto y viceversa. Tienes alguna mejor idea?
-Si estás de acuerdo, podríamos salir y... Pasear por la ciudad, comer algo y... Hablar.
-Es una cita? -pregunté con una ceja alzada y un pequeño sonrojo-.
-Humm... Si. Una cita, la primera.
-Tu ganas. Te veré a las ocho.
-De acuerdo.
Ambos partimos a diferentes destinos, él a su casa y yo a esperar el auto de mi creadora.
David's POV
Una gigantesca alegría se hacía frente en mi rostro, las mejillas me dolían de tanto sonreír y por mi mente se cruzaban millones ideas para sorprender a T/N.
-Hola Becca, que tal?
-Prison Bitch. Saludos.
-Oye hermana, tengo una pregunta. -dije confiado-.
-Dime hermano.
Estaba a punto de preguntarle sobre qué sorpresa podría darle a T/N mañana por la noche, pero un pensamiento recorrió mi mente. Por qué preguntar a otros sí iba a ser mi cita?
-No tengo todo tu tiempo hermano, habla ahora o calla para siempre. -sus palabras me sacudieron el cerebro-.
-Oh! Si, quería saber si... Me regalabas tu sandwich.
-Llevatelo y come, todo tuyo.
Le di una sonrisa ladina y sali al patio trasero con mi bella y peluda Starlit.
Le di el sandwich y me recoste en el pasto, tenía que aclarar mi cabeza. Tenía que pensar en algo como ella, inusual, diferente, precioso, significativo, oscuro.
Recordé todas sus confesiones en el gotcha, había lago que ayudara a organizar nuestra cita? Demasiado, de hecho.
El tiempo transcurrió, Starlit se quedó dormida y la noche comenzaba a aproximarse, mi cabeza aún estaba enredada, una melodia me sacó de mis pensamientos y me hizo entrar a la casa para encontrar a mi mamá y a mi hermana pegadas a la pantalla.
-Qué hacen? -pregunté desconcertado-.
-Terminando una película. -dijo Becca sorbiendo su nariz-.
-Oh vamos Rebecca, no pudo ser tan triste.
-No lo fue, él le dedico la Vie en Rose y ella aceptó comprometerse con él. -está vez mi mamá respondió-.
La vie en rose.
Esa era la respuesta, la primera al menos.
Subí a mi cuarto rápidamente, busqué la canción y la escuche, era de uno de mis favoritos, Louis Armstrong. Me quedé viendo a la ciudad, a la iluminada y viva ciudad, después gire mí vista hacia el famoso letrero de Hollywood, siempre había querido ir ahí pero no lo había hecho. Por qué? No quería ir sólo.
El rompecabezas se armó. La solución estaba en frente de sus ojos.
Ahí estaba la cita.
T/N's POV.
-Fue una estupidez haber dicho eso del beso ayer. -reclamé a mi mamá-. Tan solo debí haberlo dado y ya finito.
-Por fin exprésate lo que sientes, no te sientas estúpida cariño, estuvo muy bien, yo lo hubiera hecho.
Sonreí falsamente y después recordé la cita con David.
-Mamá, saldré la rato.
-Con quién?
-David, me invitó a una cita. -no pude evitar sonreír un poco al último-.
-Humm, que casualidad, no? Declaras que no has besado a nadie, el se interesa en ti, te trae a casa, te invita a lugares y ahora te ofrece una cita formal. -se acerco a mí con una ceja alzada-.
-Vamos, solo somos amigos, no pasará nada.
Sabía que algo pasaría, pero no quería admitirlo, no me gustaba que tuviera razón.
La tarde se pasó volando, eran las siete y media y yo ni siquiera me había arreglado.
Subí a mi cuarto tan rápido como mis piernas de perro salchicha lo permitieron, me bañe con una buena Playlist y salí de la ducha envuelta en una toalla lista para el siguiente desafío: La ropa.
Qué me pondría?
Vestido? Muy formal.
Short? Demasiado descubierto.
Pantalón? Puede ser.
Top? Probable.
Negro? Definitivamente.
Después de 20 largos minutos observando el armario, opté por un pantalón de cuero con un top rojo que me daba a los hombros y una chaqueta de piel; botines oscuros fueron los ganadores.
Y para el cabello, solo lo alacie, me gustaba así, era tan firme como el musculo de Joe Manganiello.
Pinte mis labios con un color rojo pimienta y quite excesos.
Enseguida el timbre sonó, mi corazón se aceleró y antes de que pudiera bajara a abrir, mi papá se adelantó.
-Buenas noches Sr. T/A. Se encuentra T/N.
-Quien eres? -preguntó cortante mi papá-.
-Soy David, amigo de su hija, la invite a una cita y ella accedió.
-Pasa, no debe tardar.
Ya quería bajar pero necesitaba ver como reaccionaba David al quedarse solo con mi progenitor.
-Dime "Dahveed", cuáles son tus intenciones con mi niña?
Solté una pequeña risa, así era mi padre.
Me rocíe con perfume y di una última revisada antes de salvar a Albert de las preguntas incómodas de mi papá.
Al mirarme al espejo me sentí algo nerviosa, casi nunca estaba nerviosa.
Respire hondo y exhale, me dirigí a la sala.
-Lista.
David volteó su mirada hacia mi, su boca se abrió y sus ojos brillaron. Nunca me senti tan satisfecha.
-Woo, T/N, te ves... Estas... Preciosa, woo.
Solo sonreí.
-Tu también te ves... Muy guapo. -mis mejillas se calentaron un poco-.
Llevaba un pantalón negro, una playera negra con rayas blancas que se le veía demasiado bien y unos tenis negros con blanco.
-Hola papá! Lamento no avisarte que iba a salir con mi co-estrella, oh si, esta bien hija no te preocupes, solo estoy pintado. -interrumpió mi creador-.
-Lo siento, se supone que mamá te lo diría.
-Lo hablaremos después, ahora, ve a disfrutar, te quiero antes de las 11.
-Si papá, también te amo.
Me despedí con un beso y David estrechó su mano.
Salimos de la casa y me sorprendío lo que vi.
En vez de un lujuso Corvette había una ruda y preciosa motocicleta de pista. Honda CBR 1000 para ser exactas.
-Por Lucifer, esto es... Tan sexy.
-Me alegra que te guste, supuse que te gustaban las motocicletas y para mi suerte, era mi regalo de cumpleaños.
-David, es hermosa.
-Igual que tu.
Nos quedamos viendo unos segundos, nos perdimos en el color de nuestras pupilas. Era verde contra café oscuro.
Me entregó un casco antes de que subiearamos, lo abroche y me senté detrás de David, lo abrace por la cintura y recargue mi mejilla en su espalda, encendió la moto y el rugido de ese bebé me puso los vellos de punta, además de estar tan cerca de David.
Disfrute el paseo en moto como ningún otro, el viento soplando en mi cara, la ciudad alejándose de nosotros, la adrenalina, eso para mi, era lo más cercano a perfección.
Llegamos a lo más alto de una colina, no hacia falta preguntar donde estábamos, lo sabia, era el único lugar que siempre quise y nunca había visitado de Los Angeles. El letrero de Hollywood.
Baje de la moto y me quite el casco, lo deje en ésta y seguí a David que jalaba de mi mano.
Una agradable melodia sonaba de fondo, empezaba con un riff de piano y luego se introducía unas notas con trompeta, conocía esa canción, La vie en Rose.
Las mejillas me dolían de tanto sonreír, esta vez era una sonrisa verdadera.
David me llevó hasta un pequeño picnic, había algo de queso y un poco de vino que había ocultado en una hielera.
-Vamos, siéntate, ponte cómoda.
Destapó la bebida y sirvió en dos copas.
-David... Esto es...
Por primera vez en mi vida me habían dejado sin palabras.
-Supuse que te gustaría, no quería algo tradicional, opte algo como tu, es algo simple...
-Pero significativo -termine su frase-.
-Don Draper, Mad Men.
-Me encanta.
Chocamos nuestras copas y bebimos el líquido rojo, buena cosecha.
-Me permites ésta pieza, dijo David mientras me extendía la mano.
Asentí y me levanté.
Bailamos lentamente, estaba pegada a su pecho, sintiendo como su corazón brincaba de alegría, mis suspiros incrementaban cada vez más, esa sensación se convertiría en mi favorita desde ahora.
Una vez que acabo la canción, nos quedamos viendo el paisaje, la ciudad que siempre está de fiesta, pero que puede ser la más tranquila si encuentras el lugar indicado.
-T/N. -dijo David-.
-Si?
-Me gustas, me gustas desde el primer día en que te vi, desde que te vi bailar en ropa interior y desde que brindaste conmigo.
-Tu también me gustas desde el día en que dijiste que era perfecta, desde que te caíste de la silla por verme bailar y desde que me diste el mejor paseo en motocicleta.
Nuestras miradas se encontraron, por fin nos habíamos confesado, solo faltaba un paso, cellar el pacto.
El comenzó a acercarse a mí, a mis labios exactamente; yo hice lo mismo, con una mano tomé su barbilla y el, con la otra sujeto mi nuca, en ese momento, solo existimos él y yo. Nuestros labios se fundieron en un increíble beso, en nuestro primer beso sincero.
ESTÁS LEYENDO
Más allá del murciélago
Подростковая литератураGotham renueva una sexta temporada y esta en busca de nueva actriz para interpretar a Talia al Ghul, se lanza una convocatoria y tu decides participar, nunca has actuado pero tienes el don de hacerlo, además ¿que podría pasar? ¿Amor correspondido co...