Más allá del murciélago

Capítulo X: El héroe de la noche

-DAVID!
Se abalanzó sobre él provocando que soltara mi mano y la rodeara para evitar caerse.
-Cómo has estado? Hace mucho que no sales con nosotros. Te extraño...
Aclaré mis garganta para llamar su atención.
-Oh! Hola, soy Ofek. Amiga de David y antiguo interés.
-se aferró a su brazo con ambas manos e hizo una mueca que me revolvió el estómago-.
-T/N. Actual novia de David.
Lo tomé del brazo y lo acerqué a mi para que me abrazara con éste.
-Así que tu eres quien ha mantenido ocupado a mi David. Tal vez eso tenga que cambiar.
-Ya basta Of. Es por eso que prefiero salir con T/N que con ustedes. A propósito donde está...
Un enorme chico de no menos de veinte años tacleo a David y casi a mi también.
-Señor Wayne, ha desaparecido mucho tiempo del mapa, acaso ha estado con amiguitas o...
Fijó su mirada en mi.
Me recorrió de pies a cabeza con su perspicaz mirada.
Tomo mi mano y la sostuvo un momento y me dio una vuelta.
-Esta hermosa señorita es...
-Mi novia. -gruñó David mientras se levantaba-.
-Un placer novia de David. -beso mi mano-.
-Me llamo T/N. -arrebate mi mano y lo enfrenté con la mirada-.
-Un placer T/N, yo soy Gabriel pero puedes llamarme Gabe.
Era un chico israelí, alto, moreno, poco de barba, ojos grandes, linda sonrisa pero muy engreído.
-Toda ésta incomodidad me dio sed, alguien me acompaña por ponche? -interrumpió Mooch-.
-Yo iré. -dije decidida rompiendo contacto visual con Gabe-.
-Puedo traertelo linda. -se aproximó a decir David-.
-Yo puedo ir, podría conocer bien a Mooch y tu te pondrías al tanto con tus amigos.
-Excelente idea T/N! -Ofek tomó el brazo de David en mi lugar-.
-Pero...
-Ya la oíste Albert, dejala libre unos minutos, no creo que Anthony quiera robartela. -replicó Gabriel-.
-De acuerdo, solo unos minutos. Ah, Mooch! Que te muestre sus edits. Son fantásticos!
-Una rival, tu y yo nos llevaremos muy bien.
Me invitó a tomar su brazo y caminamos hasta la barra del bar.
Le mostré mi galería, los mejores montaje que tenía. La mayoría eran fotografías mías con mis personajes favoritos, Rick Sánchez, BoJack, Bart y... David?
Un antiguo edit que había hecho cuando mi fangirl interna dominaba mi cuerpo.
Rápidamente cambié de foto y me sonroje un poco.
-Ya lo vi T/N. Si no quieres que grité deberás mostrarmelo completo.
-Pfff, no creo que va...
-TIENE UN EDIT TUY...
Le tape la boca con ambas manos.
-Bien, sólo no te rías.
Con una sonrisa de niño pequeño tomó el teléfono y vio el video.
Era de unos años atrás, combinaba fotos mías con las de él, pero nada extraño, buena música de fondo y algunas de nuestras mejores poses.
-Tienes talento, muco talento. Podríamos ser socios y hacer edits de David.
-Oh vamos! Sólo fue uno.
-Tengo que admitirlo, es bueno, tal vez mejor que los que hago de él.
-Gracioso, muy gracioso.
Nos quedamos en silencio unos momentos, nada incómodo, solo para beber ponche y disfrutar de la música.
De vez en cuando volteaba hacia donde estaba David, conversaba con unos chicos a parte de los que se había presentado frente a mi.
-No te preocupes, David no es así. Si te presentó ante mi es porque va enserio.
-Eh? -fingi confusión-.
-En estos diez minutos has visto hacia atrás más de 30 veces. Y ahora tienes la mirada que pone David cuando lo sorprenden comiendo el segundo pay de calabazas.
Cambié mi gesto, no ets posible que me leyera tan fácil.
-Es solo que, ella es femenina, baile, sensualidad y glamour. Y yo soy misterio, rara, nerd y canciones ochenteras.
-Esa es mi definición de perfecta.
Un susurro hizo que me retorciera levemente en el asiento y que mis vellos se pusieran de punta.
Gire suavemente la cabeza para toparme con los azules ojos de Alex Lange.
-Justo a tiempo.
-Soy el rey de las entradas dramáticas, que te digo?
-Alex! Es bueno verte amigo. Cómo va el baseball?
-Ant, lo mismo digo, ha pasado tiempo... Muy bien, estaré con los Cachorros en la siguiente temporada. No puedo esperar!
-Woah! Es grandioso rubio.
Mostré una completa sonrisa y él la correspondió.
-Ese es Cameron Kasky? Iré a saludarlo chicos, ya vuelvo.
Voló de su asiento antes de que pudiéramos decirle adiós.
-Fraternizando con amigos de David, eh? -se sentó en el lugar de Mooch-.
-Es el único que cuando llegó me preguntó mi nombre. -acabe el ponche de un sorbo-.
-No les prestes atención, los únicos buenos aquí somos Scaramucci, Kasky, Gill y yo.
Ofek y Gabe son tóxicos, pero el buen corazón de David cree que pueden cambiar.
-Para no hablar con él sabes mucho.
-Te lo dije, solíamos ser el equipo alfa-dinamita-escuadron-lobo. Pero al igual que los Backstreet, nos disolvimos.
-Deberías hablar con él.
-Y qué le diría? Nunca estuve enamorado de Ofek pero ahora tu actual novia me roba el aliento.
-Cómo puedes ser tan estúpido a veces?
Tomé mi bolsa y me dirigí en busca de David, quería salir de esa patética fiesta lo antes posible.
-Holaaaa, me oyen todos?
La aguda voz de Ofek resonó en mis tímpanos y tenso mis músculos.
-Cómo saben, hoy David si tuvo permiso de su linda y protectora novia de asistir a la fiesta. Levanta tu mano T/N!
Me cruce de brazos y frunci el ceño.
-Bueno, como decía, sigamos diviertiendonos!
El Dj puso una nueva canción, movida pero suficiente para que dos personas bailarán juntas.
Seguí con mi misión de encontrar a David entre toda la juventud que había en el jardín.
-Mooch! Has visto a David? -dije gritando para que me oyera-.
-Humm... No, debe estar bailando por allá, te acompañaré.
Entre los dos recorrimos el lugar, era más grande de lo que aparentaba.
-Tal vez esta en el baño, tranquila ya aparecerá.
Giré mi cabeza varias veces hasta que topé con su rizado cabello.
-Ahí está! -dije señalandolo-.
Nos dirigimos hacia el, cuando estuvimos a unos cuantos metros de distancia descubrí que no estaba solo.
Estaba aferrado a los labios de Ofek, con una mano en su espalda y la otra en su nuca.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, hizo que mis piernas temblaron y que un nudo se formará a la mitad de mi garganta. Mis ojos no daban crédito a lo que veían. Ese no era David, no era mi David del que me había enamorado hace ya varios años y con el que fantaseaba en sueños.
Estaba equivocada, ese era el David real, no el que me hacía sonreír cada vez que pensaba en él.
Después de unos segundos el sintió mi mirada y se despegó de Malul.
-T/N! Yo... Yo...
Negué con la cabeza, mientras evitaba que una lágrima se desparramara por mí mejilla.
-Con que él no es así, eh Mooch?
-Puedo, puedo explicarlo todo...
-Cállate, solo cállate. Y tu Ofek, espero que estés feliz, ya lo tienes. Es tuyo.
Salí de ahí sin compañía, Mooch corría detrás de mi pero lo perdí entre la gente.
Las lágrimas comenzaron brotar una vez que salí del jardín.
Me recargue contra una columna y mordí mi labio para evitar sollozar.
-Morena? Qué haces aquí? Estas bien? Qué sucedió?
-dijo Alex mientras apagaba su cigarrillo-.
-Llevame a casa.
-Cómo?
-No quiero estar aquí, llevame lejos.
Me abrió la puerta de su auto y subí.
Condujo hasta un lugar aislado, donde la luz de la luna era la única fuente de iluminación.
A juzgar por la oscuridad, eran más o menos las once. Tenía que llegar a casa antes de las doce.
-Me vas a contar que sucedió? -dijo Alex con un tono relajante-.
-La besó. Besó a Ofek.
-Los viste?
-Si.
-Quién a quién?
-El a ella.
Mi voz se quebró, empecé a sollozar y a derramar unas cuentas lágrimas mientras hacía pucheros que me parecían tan infantiles como las galletas de animalitos.
-Oye T/N, escucha ésto atentamente. Es su pérdida no la tuya. Su dolor no el tuyo. Eres la chica más increíble, inteligente, divertida y bonita que he conocido. Y tu toque rudo y misterioso es un complemento magnífico. Si no lo quiere apreciar se pierde de mucho.
Asentí levemente, mi respiración comenzaba a adecuarse a su ritmo original, mi pecho ya no saltaba y mis ojos dejaron de gotear.
Cuando tuve conciencia de nuevo, Alex estaba tan cerca de mí que podía oler su aliento a menta después de fumar, sus manos estaba posicionadas en mis mejillas, el ruido de la lluvia inundó nuestros oídos pero nuestra miarada aun estaba enredada.
Poco a poco me fui acercando a sus labios, él estaba pasmado, sosteniendo mi cara delicadamente, quitó un mechón de cabello que invadió mi rostro y justo antes de juntar nuestros labios por primera vez susurramos al unísono.
A la mierda.
.
.
.
El. Increíble. Mooch.