DIECISIETE

20 1 0
                                    

Eliza.

los meses más difíciles de mi vida donde en lo único que me concentre fue en mi nuevo trabajo lejos del drama de oficina donde ganaba bien en las propinas y en la paga, donde todos me miraban con cariño y me respetaba sin conocerme, le hablaba cada noche a cole, siempre le hablaba de cuan hermoso era vivir por estos rumbos donde lo único que avia o se sentía era amor y por todos lados hasta por las parejas que visitaba acá diciendo que nunca había probado tan exquisitos pasteles y eso que se acababan de meter al menú hechos por mi misma, el decía que quería venir y vivir conmigo acá para ayudarme y hacerme compañía para no estar sola.

el primer mes fue difícil porque no sabia como hacer las cosas pero para mi buena suerte los trabajadores me aceptaron bien y que en cada tropiezo me corregían de buena manera y aunque todavía no me consideraran su amiga trataban de incluirme en su circulo de amigos incluyendo Dereck Clifford que a pesar de ser serio trataba de ser lo mas educado sin pasarse de sus limites, bueno al principió decía que no le daba confianza, que era rara pero después cambio un poco su actitud, cuando lo conocí dijo que era hijo de la señora marchand le creí completamente pero después la misma mujer me dijo que solo era un hombre que cuido desde pequeño y que el la consideraba su madre y que el si tenia su familia, no me quiso contar mas tal vez era por que no le gustaba el tema o simplemente era muy personal de el.

Después de un tiempo sorprendentemente fue él el que se ofrecido a llevarme a conocer la ciudad, todo aquel lugar que el decía que para él era simplemente hermoso, desde ese día siempre encontraba un tema a conversar, me di cuenta que teníamos algunas cosas en común cómo si fuéramos el uno para el otro pero el no se interesaba en mí de esa manera y yo tampoco no aviamos convertido en amigos, de esos amigos que parecían hermanos, me conto de su chica que después me presento, era todo un amor con el corazón tan inocente que me daba una ternura que no me cabía cuando la veía ella también se volvió una amiga mas en parís.

Ella pudo conquistar ese corazón tan frío después de unos sucesos inesperados para los dos, el se negaba pero al final acepto su amor por ella y eso me encantaba, que ellos fueran felices, no solía mirar los chismes en revistas lo odiaba pero que en ese momento pero completamente imposible dejar de mirar ese rostro tan conocido para mí, era el con una chica alta que parecía que no todo era natural en ella, corría el rumor de que era su chica por que los vieron juntos en barias ocasiones, pero eso ami me importaba una mierda... me daba gusto que empezara ha hacer su vida, nunca fui una persona que se encaprichara y ahora no cambiaria.

Al final solo compre una revista de moda que estaba a un lado de esa que llamo la atención, me interesaba la moda, siempre fue mi sueño ser diseñadora y asta cierto punto dejo de ser un sueño, parecía que a ese gente le esta yendo de maravilla y al parecer ami también todo pronostico daba a que tal vez esta era la señal de que por fin iba a vivir em paz sin que nadie estuviera tras de mi, mis amigos sabían que llegue aquí por encontrarme y empezar desde cero, lo que no sabían era que mierda de familia tenia, era mejor tenerlos en la duda, solo sabían que mi familia era adinerada pero no sabían quienes eran ellos ni siquiera les quise decir su apellido.

Ahora mismo.

Cundo empecé a buscar un trabajo al principio dije que tal ves en un corporativo pero después pensé que tal vez en un lugar tranquilo estaría mejor y que mejor que en el restaurante de abajo en el edificio donde viva, la señora gustosa de tenerme trabajando ahí mismo, en este momento estaba tan ocupada que sentía que explotaba un día atareado, en el restaurante la mujer me avia puesto de gerente por que dijo que le daba confianza, prácticamente mi puesto era no ayudar en nada y solo mirar que todo lo asieran perfecta mente, en este momento el tiempo no ayudaba en nada a mi humor, era un día lluvioso estaba empezándome a estresar mas de lo que ya estaba y eso no era bueno tenía que pagar cuentas, recibir mercancía, pagar salarios, acomodar reservas en mesas y no se cuantas cosas mas que mientras yo hacía todo eso en la oficina Thomas un chico lindo que me ayudaba demasiado en todo siempre que estaba así de lleno el restaurante ósea solo los fines de semana se quedaba asta tarde, Thomas estaba afuera ayudando con los meseros y que nadie se fuera sin pagar o peleara entre si.

ALGO INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora